Capítulo 37

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MARISA
Flores marchitas es lo que hoy me quedan, rastros de lágrimas secas sobre mis mejillas, sufrimiento que voló al aire, cada día ha sido difícil estar en esta tempestad que me aturde, despertar si la piel de mi amada y sin ninguna sonrisa.

No puedo describir lo que siento, hoy se cumplen exactamente 3 años que mi Daniela me dejo, tres años que su muerte me ha atormentado cada noche, a pesar de todo.

Durante el principio, fue muy difícil despertar y saber que ella no estaba, cada día despertaba y solo lloraba, mientras mi bebita había ido a vivir un tiempo con su abuelita, y mi ex-marido me apoyaba y me ayudaba a salir de este dolor.

Con el paso del tiempo, decidí ejercer mi trabajo como maestra de nuevo, para despejar mi mente.

Me dieron trabajo en el "instituto de Irlanda", y comencé a trabajar ahí, imparto las clases de Bioquímica, anatomía, química y psicología.

Ahí conocí a Marisol, una maestra que también laboraba en el instituto, muy joven y muy bonita en verdad.

Ella me hablo, y desde ese día comenzamos a ser muy buenas amigas, compartimos gustos y ella me hacía despejar mi mente.

Pero con el tiempo, ella me dijo que se había enamorado de mi, y yo de ella, y ahora somos novias.

A pesar de ello, mi amor por Daniela, sigo intacto como el primer día, a diferencia de que Marisol me ha ayudado a sanar cada gota de dolor de mi frívolo corazón.

Al principio tenía miedo, no quería enamorarme nuevamente, pero a pesar de que ahora estoy en una relación con una mujer que me ama de verdad, yo sigo amando a Daniela con lo más profundo de mi ser.

Cada día al despertar, recuerdo su voz, su rostro, su bella sonrisa, sus labios, sus manos, su mirada, su caminar, sus besos, TODO DE ELLA.

Recuerdo cada noche que me hacía el amor, cada muestra de amor, la recuerdo con vida y con amor puro.

Ella fue mi primer amor, y sé que desde el cielo ella me escucha, y sabe que la extraño y la amo como no tiene idea.

En cuanto a Isabel, no tardó muchos días después de la muerte, se fue y no me dijo a dónde, supongo que le afecto la muerte de mi amada, y la entiendo.

Oliver y yo nos hicimos muy buenos amigos, de hecho el se volvió mi mejor amigo, y cuando le conté sobre mi relación con Marisol, se puso muy feliz, diciéndome que esta vez había encontrado a la mujer ideal.

El ahora tenía una prometida, se llama Alejandra, es muy linda y muy amigable, nos llevamos bien a pesar de que ella sea la prometida de mi ex-marido.

Marisol vive conmigo, no les voy a negar que la amo, pero ella no me besa como lo hacía mi Daniela, ni me acelera el corazón como lo hacía Mi niña, pero que más le puedo hacer, ella sano mi alma cuando más la necesité.

Llevamos 2 años de novias exactamente, todo ha ido Perfecto en nuestra relación, yo cada determinado tiempo eh traído a mi niña que ahora ya tiene 5 años ,conmigo, y aveces va con su papi, pero vive realmente con su abuelita, porque ya se ha acostumbrado con ella, y solo quiero verla feliz.

Me encontraba recostada en el sofá, viendo televisión cuando sentí unas manos tomar mi rostro y besar mis labios, a lo que yo sonreí.

Marisol: Hola Amor ¿Despertaste tan temprano?

-Hola mi amor, si, no quise despertarte, te veías tan hermosa durmiendo. (Dije sincera)

Marisol: Gracias amor, venga vamos a preparar el desayuno.

"𝑀𝒾 𝓅𝓇𝑜𝒻𝑒𝓈𝑜𝓇𝒶 𝓂𝑒 𝑒𝓃𝒶𝓂𝑜𝓇ó"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora