Capítulo 3: Sensaciones

305 22 0
                                    

FINNICK

-       Finn... ¿Estás borracho? – Preguntó una voz sin cuerpo.

Bueno, tomó forma cuando al fin abrí los ojos. Era Mags, que debía haber notado que no salí en todo el día, y había venido a ver si vivía.

-       Solo necesito un baño Mags – Dije mientras abría la ducha – voy a sobrevivir, lo juro.

-       Debés darte prisa – dijo un poco preocupada – Llegó una carta del Capitolio.

Media hora más tarde, estábamos en la cocina, mientras ella me hacía huevos con panceta, yo habría la nota que traía el sobre blanco con el sello dorado.

Para el señor Finnick Odair:

                                                     Se nos complace informarle, que el día martes por la noche, de la corriente semana, debe hacer presencia en el dormitorio C del piso 20, del hotel MCD de la calle P143, para ofrecer servicios de carácter privado.

                                                     Se le solicita vestir acorde a la ocasión, estar en lo posible perfumado y bañado.

                                                     Se le agradecerá su presencia de manera gratificante a convenir con el cliente.

                                                     Nótese, que en el caso de desistir de la cita, debe presentar causa justificable en el edificio de justicia más cercano, o comunicarse personalmente con personal entendido en el Capitolio. De no ser así, se procederá a actuar bajo las medidas ya establecidas.

                                                                            Agradeciendo su entendimiento.

Diller Hemtif - ATVP- (Asuntos de Tributos Vencedores de Panem)

Arrugué la carta entre mis manos. Maldita su costumbre de avisarme tan poco antes de las citas.

Los odiaba por hacerme eso. Por controlarme de esa forma. Pero debía hacerlo, por mi padre, por su esposa, por mi hermana,  por Mags, y por Annie. Siempre me amenazaban con ellos. Por ellos pasaba por ese infierno desde hacía casi seis meses.

Solo me limité a hacer mi bolso y esperar sentado en el los escalones de la casa, al auto que me llevaría a tomar el tren.

___________________________________________________________________________


-       ¿Te vas a algún lado? – Preguntó esa voz dulce que me hacía suspirar.

Por supuesto. Estaba hermosa como siempre. Llevaba un buzo con algún dibujo que no pude distinguir por la falta de atención. Su short corto y sus zapatillas parecían un poco sucios. ¿Dónde había estado?

-       Encargo del Capitolio... -  dije avergonzándome un poco.

-       Finn... - se sentó a mi lado y me acomodó el cabello - no los dejes que te conviertan en una de sus piezas. Que no te cambien. – Mi nombre sonaba tan lindo entre sus labios. Quería besaros. Su toque me relajó por completo. Me quedé con los ojos cerrados apoyando mi cabeza en su mano. - Eres un ser muy especial. Nada de lo que hagan puede apagar esa llama dentro nuestro. Eso que nos hace ser como en realidad somos. 

Secretos junto al mar [Vida de Finnick Odair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora