3.- Éxtasis

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(Diez años antes)

Me llamó Park Jimin y esta noche he venido a divertirme un poco... 

La música comienza a sonar de forma estridente y mi cuerpo reacciona de inmediato pero antes de salir a la pista a demostrar algunos de mis mejores pasos saco una cajita metálica con un dibujo de Kumamon en la tapa, la abro y revelo el contenido que me hace lamer la orilla de mi labio inferior al tiempo que enfoco la mirada para contar. La hilera de pastillas de colores forman un bonito patrón simétrico y pienso que dentro de poco tendré que buscar a mi dealer para pedirle más...

-¡Jiminnie! -un golpe en mi hombro me saca del estado de concentración y giro la cabeza para ver al dueño de aquella mano.

-Tae -sonrío de lado y saco una pastilla para ofrecérsela. Este la toma mostrando su característica sonrisa cuadrada y coloca la pastilla rosa debajo de su lengua. Por mi parte, escojo una pastilla azul y hago lo mismo con ella para después cerrar la cajita de metal y meterla al bolsillo de mi pantalón-. Mmm... -echo la cabeza hacia atrás y cierro los ojos mientras siento como la pastilla comienza a deshacerse; entre abro la boca por el efecto placentero de aquella droga y de repente siento unos labios sobre los míos y una lengua abriéndose paso. El beso me hace sonreír y decido proseguir con él al mismo tiempo que atraigo la cintura de mi acompañante con una mano. Sin embargo, no pasa mucho antes de que nos detengamos y comencemos a caminar a la pista de baile, perdidos por completo en aquel torbellino de colores.

-¡Te habías tardado mucho en llegar, Tae! -le grito para tratar de hacerme oír por encima del ruido de la música.

-¡Lo siento, no podía dejar a mi abuela sola o me matarían mis viejos! -ríe y roza su nariz con el dorso de su mano derecha. Es ahí cuando me doy cuenta de que también ha inhalado algo de cocaína...

-¡Maldito, más tarde tendrás que compartir! -exclamo y este asiente.

-¡Lindo puchero! -ríe y acaricia mi labio con su lengua pero se retira al sentir el mordisco que le estoy a punto de dar.

No se dice nada más porque nuestros cuerpos preferían liberar toda la energía en la pista de baile.

Varios hombres me miran en la distancia y sonrío con descaro mientras muevo mi cuerpo con soltura.

Hoseok hace su aparición para entregarnos los primeros shots de la noche. Noto como Taehyung le guiña un ojo y roza su miembro por encima del pantalón. No me molesta en absoluto, después de todo sólo somos amigos y ninguno está atado al otro. Pero esta noche Hoseok alega que tiene mucho trabajo y se aparta con la promesa de traernos más bebidas.

-¡Ni modo, tendré que conformarme contigo! -me dice al encogerse de hombros y vuelve a tomar mi mano para robarme un poco de mi bebida.

Las luces de neón resaltan el ritmo de aquellos que nos rodean, así como a nosotros, y llenan el sitio de un aspecto onírico. Esa es mi parte favorita de venir a esta clase de lugares. Sólo así siento que estoy con vida.

Dan las doce, la una, las dos, las tres de la mañana y sólo entonces terminamos huyendo de aquel lugar para buscar habitación en uno de los moteles cercanos a la zona. Estoy caliente así que no me molesta acostarme con mi mejor amigo para calmar las necesidades de mi cuerpo...

Después de follar dos veces, le pido a Taehyung que prepare un poco de polvo. Quiero probar una o dos líneas para continuar con la faena sexual, antes de ir una vez más a la cama. Este hace lo que le pido ya que comienza a sentir la necesidad de perderse una vez más.

-Ah... -suspiro después de la segunda línea y limpio mi nariz con la mano que tiene olor a látex por el encuentro de hace unos minutos. Poco a poco mi cuerpo comienza una carrera en busca de adrenalina. Mis manos tiemblan por la recarga de energía y mi miembro comienza a palpitar ante la idea de continuar con el placer sexual... 

InmarcesibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora