Las suaves telas se movían con brusquedad ante los intensos giros que se realizaban. El rechinar de la cómoda por los fuertes movimientos que se ejercían, no le incomodaban en lo absoluto, al contrario, parecía incitarlo a hacerlo con más impulso.
Sostenía su cuerpo sobre sus brazos, mientras sus ojos estaban puestos en el cuerpo que permanecía debajo, desordenado y retorciéndose del placer. Sus labios se mantenían entreabiertos, soltando sonidos guturales y uno que otro jadeo.Su virilidad se perdía entre las rellenas mejillas, enviciándolo con aquella sensación apretada cada vez que se impulsaba y las paredes se cerraban, abrazando su pene deliciosamente. El presemen se hizo presente en el miembro del contrario, resbalando por todo el falo, con una textura viscosa a simple vista y cristalina.
Sonrió.
Estaba orgulloso de ser él quien generaba esas reacciones en el cuerpo de aquel hombre, de ser el causante de tenerlo así, tan excitado y embriagado con sólo penetrarlo.
Sus extremidades temblaban por el esfuerzo, pues su peso era sostenido en ellas. Cada impulso era un nuevo gemido proveniente de los labios del azabache, aquel que los mordía buscando callar los incesantes sonidos.
Su mano se dirigió al pene del hombre y comenzó a masturbarlo al ritmo de sus embestidas, rápidas y limpias.
Su nombre era pronunciado en susurros y eso lo calentaba aún más, porque le aumentaba el ego saber la capacidad que tenía para poseer a quien nunca pensó hacerlo.Sintió labios en su cuello y ágiles manos recorriendo su espalda. Los besos se extendieron a su mandíbula, hasta llegar a sus labios.
El pelinegro demandaba su deseo de aquel contacto, jugando con los gruesos labios del pelinaranja, estirando y mordisqueando, un juego en el que ambos estaban encantados, acompañados por penetraciones y rasguños a lo largo de su espalda; la sin hueso no quería estar afuera de la actividad, así que el pelinegro abrió su boca, dejando que la húmeda y rosada lengua, profanara su cavidad sin piedad, succionado aquel músculo flexible y mojado.
Soltó el miembro de contrario y continuó besándolo.Una vuelta más y Changkyun quedó sobre sus caderas, con su cuerpo brillando por la ligera capa de sudor y esa sonrisa coqueta que le hacía olvidar todos sus problemas.
Al ver las intenciones pintadas en los ojos color caramelo, pegó la mitad de su cuerpo al respaldo de la cama, dándole una mejor posición al pelinegro y dejar que saltara en su miembro cuanto quisiera, mientras sus pechos se rozaban ante los brincoteos.
Changkyun volvió a tomar posesión de su boca, tomando su nuca para evitar separarse, pero también para profundizar aquel beso, haciendo una melodía estridente, compuesta por chasquidos y succiones.
Sintió el cosquilleo en la zona y reiteró su cercanía a expulsar sus fluidos dentro del preservativo, aún cuando estaba deseoso de correrse dentro de ese cálido canal y observar como su esperma resbalaba por los muslos.
Su pelvis se impulsaba rápidamente, tomando las caderas de quien se encontraba encima, profanándolo más profundo. Él fue quien terminó primero, manchando parte de su pecho por la inesperada expulsión, así también parte de su abdomen. Unos impulsos más, y él fue el siguiente en culminar el acto, dando una vuelta más, dejando a Changkyun sobre el colchón y saliendo con un fuerte "Plop" de su interior.
Quitó con sutileza el condón, haciendo un nudo para evitar que saliera el fluido y lo lanzó despreocupado al piso.
Bajó con cuidado, pues sentía su cuerpo tembloroso por el orgasmo. Caminó hacia el baño, y salió con una pequeña toalla mojada sobre sus manos, él ya no tenía el semen del contrario sobre su pecho y abdomen, lo había limpiado antes de regresar.
Acercó la tela a la piel de hombre sobre la cama y pasó ésta, limpiando los estragos que había dejado su acto. Limpió su abdomen y su miembro, dejándolo libre de cualquier inconveniente pegajoso, dejó aquella toalla sobre el buró y se posicionó de nuevo sobre el pelinegro, dando un tierno beso en los rojizos labios y tirándose a su lado, atrayendo el cuerpo más hacia sí.-Hoy lo has hecho mejor.- Comentó Changkyun sobre su pecho, depositando un beso en él. Una sonrisa cansada de hoyuelos pronunciados fue su contestación.
Estaba pensando que el azabache con aquellas palabras, le recalcaba que antes de que comenzaran con eso que tenían, lo veía como un inexperto, y ahora, cada vez que se encontraban, no dejaba de halagarlo por lo bueno que se había vuelto. Patético.
¿Cuándo sería el día que dejaría de verlo cómo un niño?
Posiblemente, la situación no se tornaría de esa manera si se hubiesen conocido en otras circunstancias.
Lamentablemente las cosas no eran así, y por mucho que le pesara, él seguía siendo un bebé a los ojos de los demás, un bebé a los ojos de sus papás y un bebé para la persona con la que acababa de follar.- ¿Estás enojado?-. Preguntó el contrario, pues su frente arrugada no daba paso a más explicación. Changkyun analizó su mirada y llevando su mano a la mejilla de él, dió suaves caricias.
Detuvo la mano que se movía en su rostro, aprisionándola con la suya. -¿Cuando vas a dejarlo? -. Observó el rostro estupefacto del mayor, dejándolo sin habla. Sus labios estaban entreabiertos, pero no emitía sonido alguno.
El silencio se hizo palpable, un momento en que las mirabas trataban de comunicarse sin ningún avance.
Changkyun se sostuvo en sus brazos hasta quedar sentado sobre el colchón.- ¿Por qué te importa eso? - Fue lo que respondió. No le quedaba más que evadir la preguntar con otra. -La pasamos bien, nos llevamos bien, todo está bien así.
Se equivocaba, él no estaba bien así. Él quería más, mucho más.
Él deseaba poder tomar su mano libremente, besar sus labios frente a sus progenitores y llevarlo a incontables lugares dignos de la presencia del pelinegro. Pero no podía, porque no sentía aquella cercanía completa, aunque sus cuerpos se completaran y conectaran, había algo más en todo aquello.-No. Esto no está bien.
-Ya hablamos sobre esto, en serio te amo, pero necesito que me entiendas.
¿Entender? ¿Qué debería entender?
Que siempre iba a estar como plato de segunda mesa, o que seguiría viviendo con las ilusiones de tener algo más con el mayor, aún sabiendo que estaba casado.Changkyun notó la indecisión y la falta de respuesta. Sin dudarlo, subió sobre el cuerpo pensante y besó incesantemente aquellos belfos rojos y gruesos. Permaneciendo así, hasta que el menor siguiera con su juego y se dejara llevar por esos suaves labios, olvidándose de su enojo y correspondiendo a la suave caricia.
Siempre pasaba lo mismo y él siempre caía.
Jooheon estaba enamorado, y tal vez era correspondido, sin embargo, no era algo seguro, porque Changkyun lo seguía viendo cómo un niño.
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Sneak Lovers [Wonkyun/Jookyun]
FanfictionÉl llena todos los espacios que antes ocupabas. Él me da la atención que antes me otorgabas. Él es lo que tú eras antes... [Temática Homosexual] [+18] [JOOKYUN]