Jungkook se encontraba sentado en el sillón de la sala de estar de su casa, con la computadora entre sus piernas, mientras revisaba sin descanso los documentos que le habían llegado por mail, quería terminar todo el trabajo lo antes posible para poder disfrutar su "período blanco" sin tener que preocuparse.
El "período blanco" eran parecidas a una pequeñas vacaciones que todas las empresas les daban a sus trabajadores para que pudieran pasar sus etapas de calor en la comodidad de su hogar y aunque él no estaba por entrar en celo, su omega si.
El pelinegro levantó su mirada unos momentos para verificar que su esposo estuviera bien, sabía que Jimin había estado dando vueltas por toda la casa como si algo se le hubiera perdido y tratará de encontrarlo. Por lo que, dejando su computadora a un lado, se acercó a él cuando este quedó parado por unos minutos tras la isla que dividía la cocina del comedor.
-Amor... estás bien? - Preguntó a sus espaldas apoyando las manos en las caderas del pelirosa.
El Omega pego un pequeño brinco por el susto y giró para ver a su pareja, asintiendo apenas con su cabeza.
-Seguro? Pareces distraído bebé. - Murmuró con un tono preocupado en su voz mientras lo pegaba más a su cuerpo, viendo como al menor le empezaban a brillar los ojos en signo de que lloraría.
-Es que no lo encuentro. - Susurró abrazándose al pecho de su Alfa buscando consuelo en su olor.
-Tranquilo mi amor, solo dime que perdiste y podremos buscarlo juntos. - El más pequeño se encogió como si esas palabras le hubieran golpeado.
-Pero... Es que debería poder hacerlo solo.- Suspiro, separándose un poco del pelinegro, agachando la cabeza para no verlo a los ojos- Como se supone que armaré mi nido, si nisiquiera puedo encontrar un buen lugar para él.
El alfa sonrió ante la mención del nido, había estado esperando ese momento por mucho tiempo. Habían pasado varios años de novios con Jimin, pero después de la boda fue cuando finalmente lo marcó, uniendo así sus lobos para el resto de su vidas. Hasta ese momento el omega no había sentido la necesidad de establecer un nido,haciendo solo algunos pequeños de forma temporal para pasar sus etapas de calor, pero este comportamiento era nuevo para el alfa y le emocionaba en gran manera el saber que al fin su pareja estaba listo para poder concebir, por lo que haciendo caso omiso al lío que era el pelirosa en ese momento tomó su rostro elevandolo delicadamente para dejar pequeños besos sobre sus labios.
-Solo debes relajarte un poco amor, te aseguró que encontrarás un lugar para el nido y va a ser perfecto. - El pelirosa sonrió un poco al escuchar que su pareja confiaba en que podía cumplir con esa gran ppr el mismo y dejó un dulce beso sobre sus labios como recompensa.
-Que quiere mi hermoso alfa para cenar? - Preguntó con una leve sonrisa, dejándose llevar por las caricias que dejaba su pareja en la extensión de su espalda.
-Lo que sea que mi hermoso omega quiera cocinar - Respondió de igual forma, para luego volver cada uno a sus labores, sin dejar de estar expectante a la aproximación del celo.
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Un pelinegro se removía en la cama, buscando un cuerpo cálido al cual abrazar. Abrió los ojos al notar que su esposo no estaba en la cama y revisó con la vista alrededor de la habitación divisando las puertas del placard abiertas y de éste salía un camino de prendas que llevaban más allá de la puerta de la habitación, la cual se encontraba semiabierta.
Se levantó algo confundido y se asomo a la puerta, viendo a su Omega recorrer el pasillo con algunas prendas entre sus brazos y sonrío al saber lo que ello significaba.
Se acercó hasta él sin hacer mucho ruido, persiguiendolo hasta el otro extremo del pasillo, donde había una pequeña habitación muy simple, que solían utilizar como oficina cada vez que necesitaban privacidad para trabajar en algo, donde sólo contaban con un pequeño escritorio al lado de la única ventana, ya que nunca se habían tomado el tiempo de poner acondicionar el lugar.
Dirigió su mirada a la otra esquina donde su pareja acomodaba las prendas que había llevado, que ahora notaba gracias a la tenue luz que entraba por la ventana, que en su mayoría eran suyas, y las colocaba sobre algunos cobertores de forma estratégica.
Esperó en la puerta para no interrumpirlo, y no fue hasta que el pelirosa se levantó observando su trabajo que se dio cuenta de que su pareja estaba allí observándolo.
-Alfa- Susurró con un voz suave llena de ternura y dulzura, que caracteriza a los omegas.
Giró sobre sus talones para enfrentar al pelinegro y allí fue cuando Jungkook lo vió, esa mirada, no había atisbos de Jimin en ella, su lobo interno había tomado por completo el cuerpo del omega reaccionando por instinto.
El alfa abrió los brazos para recibir a su pareja entre ellos,el cual se acurruco en su pecho dejando ir una leve risita como si estuviera completamente feliz en ese momento.
-Bien hecho mi amor, encontraste un excelente lugar. - Susurro el más grande sobre los cabellos pelirosas - Ahora vamos a dormir, porque necesitas descansar mucho.
Jungkook se separó tomando su mano para guiarlo de nuevo a la habitación y terminar por recostarse en la cama, viendo como el Omega lo miraba con profunda admiración y mientras se abrazaban el uno al otro volvieron a dormir.
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Esta es mi primera mini-historia y la escribí para GoodBives07 porque se que le gustan los nidos y le causan ternura, asique espero que esta historia te guste ♥
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Un pequeño nido ✨ (Kookmin)
FantasyJungkook llevaba mucho tiempo esperando este momento, al fin habia podido marcar a su hermoso Omega y ahora llegaba su primer celo después de ello. Jimin estaba nervioso, aunque ya habia compartido varios celos junto a su Alfa, ahora lo haría como...