Jungkook sonrió al ver a su pareja en la cocina y dejando todas las compras en la mesa del comedor caminó hacia él dejando un dulce beso en sus labios.
-Hola amor, cómo te sientes? - Pregunto preocupado, por que su olor se hubiera intensificado tanto durante su ausencia, sabía que el celo de su Omega estaba cada vez más cerca y que no debía dejarlo solo cuando eso pasara o podía hacerle mal.
-Mucho mejor ahora que estás conmigo.. Te extrañé - Murmuró acurrucandose suavemente en el pecho de su alfa.
-Lo siento precioso, pero debía ir a comprar algunas cosas y preferí hacerlo mientras dormías para que no estar tanto tiempo separados luego- Trato de razonar el pelinegro con él, pero supo que había fracasado cuando vio el pequeño puchero en los labios de su pareja. -Además te traje chocolate y frutillas con nata.
Solo esa mención provocó que en el rostro del pelirosa apareciera al instante una enorme sonrisa mientras se ponía de puntitas para dejar pequeños besos en los labios de su alfa. Era imposible estar enojado con él cuando siempre hacía todo bien, definitivamente amaba a su pareja.
Jungkook avanzó por el comedor y volvió hasta donde estaba el más pequeño con la bolsa que contenía todo lo prometido. Rió por lo bajo cuando su esposo casi vuelca todo al intentar abrir los empaques para empezar a comer, ganándose así una mirada acusadora por parte del Omega.
Dejando a su amado pelirosa contento en la cocina mientras devoraba las fresas y el chocolate, tomó el resto de las compras para subir hasta la "oficina", que pronto solo se convertiría en el nido donde su Omega pasaría los celos y protegería a sus cachorros.
Esa mañana antes de irse había acomodado todo lo que su pareja había dejado abandonado en el camino, dejando solo el nido intacto para poder preservar el orden dentro de la casa.
Entró al lugar con todas cosas entre sus manos, recordando como en la escuela le explicaban a los alfas que cuando estaban enlazados, sus vidas con sus parejas cambian completamente y sus acciones en las etapas de calor también.
Los Omegas al llegar el celo construían sus nidos con cosas suaves y que llevaran el aroma de su alfa, dejando su conciencia a un lado para que su lobo tomará total posesión de su cuerpo, convirtiéndolos en seres dulces y atentos a satisfacer todas las necesidades propias y de su alfa con el fin de poder obtener un cachorro.
En cambio los alfas, modificaban sus celos para sincronizarlos a los de su pareja, pero estos se volvían menos bruscos que cuando no estaban enlazados, dejando salir todo su instinto de protección para con el nido, intentando cuidar y complacer a su Omega en lo que quisiera, para que éste se sienta a gusto y protegido.
Y allí estaba él, acatando a todo lo que sus instintos le pedían hacer para que su pequeño fuera feliz, porque su esposo se había encargado de armar el nido y encontrarle un buen lugar donde nadie los pudiera molestar, por lo que él debía arreglar el lugar para volverlo perfecto para su Omega. Los alfas tendían a decorar los nidos de los omegas como muestra de afecto y agradecimiento por haberlos aceptado y haber aceptado llevar sus cachorros.
Lo primero que hizo fue sacar unas cortinas gruesas color negro que iban desde techo al suelo y las colocó en todas las paredes de la habitación para poder mantener el lugar a oscuras, pareciendo mucho más íntimo.
Tomó el pequeño escritorio ubicado allí, con todo lo que este tenía, para sacarlo al pasillo prometiendose internamente que más tarde se encargaría de encontrarle otro lugar para no molestar a su Omega.
Luego tomó las mantas acolchadas, como sacos de dormir, que había comprado para ubicarlas por todo el piso, para evitar que su pequeño choque contra la superficie fría apenas salga del nido, también movió este, con mucho cuidado de no desarmarlo ni alterarlo, hasta posicionarlo en un lugar más central de la habitación.
Pegó algunos hilos transparentes, que quedaban colgaban desde el techo, para en punta poner una pequeñas luces led que simulaban ser velas con su forma, así como también puso varias sobre las mantas en el suelo para poder iluminar el lugar, con una luz tenue que les permitiera ver pero sin ser invasiva a los ojos.
También colgó algunos otros hilos dorados y plateados que con el reflejo de las pequeñas luces daban el efecto de destellos flotando en el aire.
Una vez terminado se alejó un poco para poder observar lo que había hecho, estaba feliz con el resultado, su alfa le decía que había hecho un buen trabajo, así que sonrió dándose la vuelta para volver junto a su pareja y poder compartir junto a él hasta que llegara el momento.
Mientras avanzaba por el pasillo, para volver hacia abajo, pudo observar a su Omega saliendo de su habitación con los ojos aguados y vestido solamente con una de sus camisas. Se acercó a él casi corriendo, preocupado al no haber sentido el malestar de su pareja a través del lazo, cuando estuvo cerca solo abrió los brazos para recibir a un febril omega cuyo celo ya había comenzado.
ESTÁS LEYENDO
Un pequeño nido ✨ (Kookmin)
FantasyJungkook llevaba mucho tiempo esperando este momento, al fin habia podido marcar a su hermoso Omega y ahora llegaba su primer celo después de ello. Jimin estaba nervioso, aunque ya habia compartido varios celos junto a su Alfa, ahora lo haría como...