✨ Una mañana llena de recuerdos ✨

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La mañana siguiente cierto pelirosa se estiraba entre las sábanas, mientras arrugaba un poco la frente ante la molestia del sol en sus ojos. Dejo ir un suspiro mientras tomaba asiento y buscaba a su esposo con la mirada sintiéndose extraño al no verlo. 

Algo en su interior se removió incómodo cuando se encontró solo en la casa, Jungkook solía levantarlo todos los días y acompañarlo en el desayuno, además de que era extraño que no le avisara que saldría, aún más sabiendo que este no iría a trabajar por el "período blanco".

Trato de no tomarle importancia y se dirigió directo hacia la cocina para desayunar, volteo a la heladera para abrirla cuando vio un papel sostenido por unos imanes del estaba seguro no se encontraba allí el día anterior. 

Tomó la nota entre sus manos, y sonrió ante la tan conocida caligrafía que solo podía pertenecer a su alfa. 

"Mi precioso Jimin:

Lamento haberte dejado solo tan temprano, pero te veías tan lindo descansando que simplemente no me atreví a quitarte esa paz. 

Se que posiblemente estés enojado por haber desaparecido en los días en donde más debemos estar juntos pero necesitaba ir a hacer unas compras urgentes para tener todo listo cuando llegue tu calor. Asique piensa que aunque estes solito ahora esto nos permitirá no tener que separarnos después. 

Volveré lo antes posible y si quieres o necesitas algo, no dudes en enviarme un mensaje, sabes que me encanta consentirte. 

Te amo aún más de lo que pueda demostrarte. 

Tu alfa Jungkook." 

Jimin suspiró en medio de una sonrisa mientras guardaba la nota para poder conservarla, tal vez podría ser algo estúpido a la vista de los demás, pero él adoraba todos los pequeños detalles que le entregaba su esposo. Le parecía adorable la forma en la que siempre lo estaba cuidando y haciéndolo sentir amado en todos los pasos que daban juntos. 

Se preparo algo rápido para el desayuno mientras pensaba en su alfa, y por su mente pasaban varios recuerdos, como cuando se conocieron en la escuela, gracias a que este lo había defendido de unos niños que lo estaban molestando por su estatura, iniciando así una bella amistad, que con los años se fue consolidando en algo más. 

Recordaba como en la preparatoria eran el blanco de todos por ser los alumnos perfectos, tanto en lo académico como en lo físico, que hasta pudo observar como varias Omegas, que solo eran unas zorras mal teñidas según su perspectiva, acorralaba a Jungkook con la excusa de que necesitaban ayuda para sus tareas. 

Claro que él no lo dejaba así, después de armar varios alborotos en la biblioteca y de que lo sacaran afuera prohibiendole volver a entrar, se dio cuenta de que jamás había hecho algo así por otras personas.

Estaba celoso, aunque él mismo quisiera negarlo no podía, así que cuando el pelinegro le pidió explicación tuvo que confesarlo, o algo asi porque solo se lo gritó en la cara con toda la indignación que tenía mandandolo a... Bueno... Digamos que cortar flores al jardín. Pero Jungkook solo le sonrió abrazándolo, para luego decirle que todo estaba bien, que él también se ponía celoso al verlo rodeado de otros alfas. 

No mucho después de eso el alfa le pidió que salieran juntos a lo cual, en este entonces rubio, solo atino a darle un pequeño golpe en el hombro diciéndole que se había tardado demasiado. 

Después de eso no habían pasado cosas extraordinarias, salieron por varios años, fue hasta después de que cada uno tuviera su propia carrera terminada que decidieron vivir juntos en un pequeña casa que habían comprado. Una vez instalados allí, Jungkook le pidió matrimonio con la promesa de al fin terminar de unir sus lobos y formar un familia, a lo cual otra vez entre lágrimas y una sonrisa el Omega le había vuelto a recriminar la tardanza. 

Todo eso lo llevaba a donde estaba ahora, con una taza de té entre sus manos, en una de las cuales llevaba un bello anillo, sentado en la cocina de la casa que habían comprado, con una marca en la zona de su cuello que indicaba que le pertenecía a su pareja a su vez que éste le pertenecía, a punto de entrar en celo y al fin hacer realidad el sueño de formar una familia, lo único que no estaba del todo bien es que le preocupaba no tener el lugar para su nido, pero por alguna razón a su Omega no parecía importarle mucho. 

Termino de limpiar y ordenar todo lo que había utilizado en el desayuno, para luego ver a su Alfa entrar a la casa con varias bolsas del mercado en donde se podían ver que contenían algunos alimentos, ropa de cama y objetos de decoración. 

Esperen... Decoración? 


Un pequeño nido ✨ (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora