Parte 18

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Ian
El resto del camino, lo pasamos en silencio.
En estos días he estado pensando sí contarle o no a Mía sobre las personas que me siguen. Sí le cuento ella estará prevenida pero lo más seguro es que se aleje de mi, y sí no le cuento ella estará en un riesgo mayor como ahora. Ellos no son tonto, debí darme cuenta antes, es obvio que me iban a encontrar... nunca debí meterme con ellos, pero era solo un niño y ellos se aprovecharon de eso. Igual lo hecho, hecho está y no puedo dar marcha atrás, no puedo darme el lujo de lamentarme por algo que no puedo remediar. Nunca hubiera querido meter a Mía en esta situación, pero no pensé que me fueran a encontrar, al menos no tan fácilmente. Ya he tomado una decisión. Lo mejor es contarle y sí tiene que alejarse de mi para estar segura lo aceptaré con tal de que esté bien.

Llegamos a la casa y me dispongo a salir del auto, lo rodeo y le abro a Mía.

_llegamos _dice ella entregándome las llaves del auto... La veo coger su bolso y me entrega el mío, ya que lo había dejado dentro. Me lo entrega _¿pasa algo?, olvidaste tu bolso

_es que... tengo que contarte algo _veo que su expresión cambia a una seria

_¿que sucede? _miro a mi alrededor ya que tengo la sensación de que nos están observando _¿que pasa? no me asustes _dice desesperada mirando también los alrededores

_entremos sí, es que me está empezando a dar algo de frío _me mira con el ceño fruncido, sabe que le estoy mintiendo, pero prefiere no discutir y entramos.

_me puedes decir que te pasa _dice ella enojada pero sin alzar la voz

_no quería contártelo pero...

_Ian, al grano _dice cruzándose de brazo

_no te enojes por favor _suspira impaciente

_sí no quieres que me enoje, entonces dime que me estas ocultando. Estos días has estado triste, pensativo, a veces pareciera que no estas con nosotros y hoy estas totalmente misterioso. Acaso crees que me he tragado el cuento de que estas bien cuando se perfectamente que no lo estás _ella habla preocupada. Se acerca a mi _te prometo que no me voy a enojar con tal de que me cuentes que te esta pasando _me mira a los ojos, sé que no me está mintiendo, sé con certeza que esta preocupada y eso me hace sentir culpable.

_ven, sentemonos _le digo jalándola hasta la sala en donde nos sentamos en uno de los muebles que son solo para dos. Poso mi codos en mis rodillas y paso mis manos en mi rostro hasta dejarlas en mi cabeza y quedo mirando el suelo

_Ian _Mía se inclina un poco tratando de buscar mis ojos y yo la miro

Mía

No entiendo nada, me esta empezando a asustar. En sus ojos puedo ver a un Ian perdido, uno que no conozco. ¿Qué es eso que me quiere contar? ¿Qué es lo que lo tiene así?

El coge mis manos y me mira

_prométeme que te lo vas a tomar con calma _Dios, porque no me lo cuenta y ya ¿estará enfermo? ¿será una enfermedad mortal?. Lo miro con los ojos abiertos como platos

_sabías que ahorita pasan un montón de cosas por mi cabeza y que sí no me cuentas ahora, me voy a preocupar más y me voy a enojar _digo asintiendo tratando de que me entienda.

_Mía promételo _tomo un respiro profundo. Dios dame paciencia, porque si me das fuerzas no se que le hago. Intento calmarme

_esta bien, lo prometo _el toma un hondo respiro

_lo que pasa...

_ohh, ya llegaron _dice Martha secando sus manos en el delantal _¿interrumpo algo? _Ian me mira

Nunca Me Imaginé... © [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora