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A su lado Johnny dormía profundamente, él en cambio no podía conciliar el sueño a pesar de haber terminado de empacar bastante tarde la noche anterior, por su culpa cabria señalar, ya que había empacado bastante ropa que quería fotografiar en Okinawa. Después de eso se habían apresurado después al aeropuerto a las cinco de la madrugada para poder tomar el vuelo de las siete. En ese estado de sumo cansancio lo que lo mantenía despierto era justo la persona que descansaba tranquilamente a su lado.

Desde que se enterara de la visita de Johnny a Corea su mente le había estado haciendo la mala pasada de recordarle ciertas cosas del pasado, ciertos sentimientos que creía olvidados y que al parecer solo habían estado enterrados esperando el momento de resurgir. No sabía muy bien como sentirse al respecto de todo eso, no era el mejor momento para estar enfrentando esa situación considerando su muy reciente rompimiento. Aunque probablemente salir con la razón de su atribulación no era la mejor decisión, pero no podía encontrar en si la voluntad para no hacerlo así que se dejó ir.

Eventualmente el cansancio lo venció quedándose dormido las tres horas que tomo el vuelo a Okinawa. Lo que lo despertó fue Johnny sacudiendo ligeramente su hombro diciéndole que pronto aterrizarían.

Al llegar al hotel Taeyong se dejó caer en la cama exhausto, el corto sueño que había tenido en el avión no había hecho más que acentuar su cansancio. Cerró los ojos un momento respirando el fresco aroma de la colcha de la cama antes de volverlos a abrir y mirar hacia la puerta donde Johnny estaba parada mirándolo con un gesto extraño.

- ¿Qué pasa? –

- Solo hay una cama – dijo el alto haciendo que el diseñador se sentara de pronto incomodo –

- Bueno si, es una suite matrimonial – respondió ruborizándose sin querer –

- Claro – dijo Johnny evitando su mirada – el sillón luce cómodo en todo caso –

- No seas ridículo, ambos cabemos perfectamente aquí. – dijo Taeyong abriendo los brazos para hacer énfasis en la enorme cama kingsize – A menos que no quieras... -

- No, está bien, podemos dormir juntos. – interrumpió - ¿Qué quieres hacer primero? –

- Comer, - respondió después de pensarlo unos minutos, era casi medio día y no habían tomado más que un café en el aeropuerto – después regresar a acomodar el equipaje y quizás dar un paseo nocturno por la playa, lo cierto es que hoy no quiero hacer mucho – dijo volviendo a recostarse en la cama -

Con las manos hizo un gesto para que el otro se le uniera. Con pasos cautelosos Johnny se acercó y apenas estuvo a su alcance, lo jalo de una mano para derribarlo en la cama y acomodarse sobre su pecho, el alto mostro su acuerdo ante el plan con una suave "Esta bien". Ambos permanecieron en la cama dormitando una buena media hora antes de que el hambre los hiciera bajar al restaurante del hotel para comer.

Comieron bastante y después de salir del restaurante fueron por una bebida helada a un café cercano, Johnny convenció a Taeyong de tomar una siesta junto a la piscina antes de subir a desempacar. Iban justo rumbo allí cuando el alto se detuvo de pronto confundiendo al otro.

- ¿Qué sucede? –

- Había olvidado que le prometí a mi mamá que haría una videollamada contigo, quiere verte – dijo con una mueca –

- Podemos hacerla a la orilla de la piscina – dijo el otro reanudando el paso y haciendo que el otro caminara por sus manos unidas –

Al llegar a la piscina buscaron un lugar donde diera la sombra y se recostaron en un camastro doble que había junto a la orilla. Taeyong observo como Johnny iniciaba la videollamada, verlo de perfil con el sol iluminándolo hizo que el corazón le latiera a prisa, pero al escuchar la voz de la mamá de Johnny obligo a su pulso a normalizarse, no con mucho éxito.

No HoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora