Capítulo 20.

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Vale sí, son ellos. Están sentados justo en la 304.

-Los has visto tan bien como yo, ¿verdad? -Susurra David en mi oído. Yo, incapaz de contestar, hago que David camine delante de mí para que no me vean o, por lo menos, para que no me reconozcan. Soy una cobarde, lo sé, pero puedo vivir con ello.

Llogramos sentarnos en la 305 sin que ninguno de los chicos me reconozca. Es todo un alivio la verdad. Los pocos segundos que los he podido ver han sido... maravillosos. Sobre todo cuando he visto a Zayn, ahí sentado, en traje. Si no fuera yo, la chica cobarde e insegura, y no le hubiera hecho lo que le hice, le hubiera comido los morros delante de toda la mesa. ¿Qué demonios estás pensando señorita Ruiz? ¿Qué clase de chica es la que dice "comer los morros"? añade mi subconsciente. Me senté de espaldas a ellos, por lo que había menos posibilidades de que me reconocieran. 

-Perdone, señorita, esta silla y la de su izquierda son para la señora Finnegan y el señor Finnegan, lo siento. Tendrá que sentarse en otra. -Me dijo uno de los de seguridad.

-Oh, claro...-Me levanté de mi silla y me senté al lado opuesto de David y, justamente, en frente de One Direction. - ¿Con que esto es muy grande y hay pocas posibilidades de encontrarnos no? -Di un codacito a David.

-En realidad... es difícil encontrarse aquí. Esto ha sido casualidad.-Me tapé mi cara disimuladamente con mis manos y soltando una risa que no sé si es de nervios o de... yo que sé de qué.

Empezaron los premios y varios cantantes actuaron. Yo miraba de vez en cuando y disimuladamente a la mesa 304. Ellos miraban hacia el escenario  como era normal cuando Katy Perry te bailaba con un semivestido en frente. Llegó la entrega del premios al mejor grupo y...

-El grupo ganador de este año es... ¡ONE DIRECTION! -Gritó el presentador de aquel premio, al cual nunca había visto.

One Direction subió por las escaleras que estaban al lado de los señores Finnegan. Zayn se veía tan jodidamente sexy con ese traje... Deja de pensar así Shei, olvídate de él, por tu bien. 

Ellos recogieron el premio, pero algo no estaba saliendo bien... sentía como unos ojos estaban clavados en mí. Esos ojos eran marrones, quizás color miel. Sí, eran los ojos que tantas veces había visto, los ojos que tantas veces me habían hecho sentir viva. Zayn me estaba mirando, con una expresión entre enfadada y ... ¿aliviada? ¿desahogada?... ¿feliz?. Sentí como me ponía pálida y como David se ponía rígido a mi lado. David me miró y yo, yo sostenía la vista en Zayn.

NARRA ZAYN.

¿Qué hace ella aquí? ¿Qué hace con él aquí? ¿Por qué está tan jodidamente guapa desde que no la veo? Demasiadas preguntas y demasiado contradictorias todas. Sentía rabia al recordar todo el infierno que había vivido desde  que me dejó, me sentía enfadado por aquella farsa que vivímos juntos,  sentía celos al verla junto a ese tal... David. También sentía como algo me seguía atrayendo a ella, unas cosas en el estómago que me hacían recordar la noche en la playa, la noche en la piscina... la forma en la que me abrazaba cuando me sentía mal... Algo en mí seguía insistiendo en que ella me había mentido al dejarme, que ella me quería de verdad pero... ¿Y si era verdad y me humilla aún más? Esta vez no. Yo... la sigo queriendo pero no voy a permitirme sufrir más. Aparta tu mirada de ella, me recomendaba mi suconsciente, pero no quería hacerle caso. La odiaba tanto, sentía tanta ira hacia ella... a la vez, necesitaba tantas explicaciones sobre qué pasó aquel día... 

Seguía mirandola y sintiendo sus ojos verdes clavados en los mios. Como echaba de menos esos ojos, sentir sus abrazos, sus consejos... Ahora estaba tan cerca y a la vez tan lejos. Era todo muy frustrante. Condenada Sheila... ¿Por qué me había dejado? Si no lo hubiera hecho quizás ahora estaríamos sentados en la misma mesa, intercambiando sonrisas y miradas, hablando como lo que habíamos sido... ¿Qué habíamos sido? Ahora que lo pienso, en realidad nunca habíamos estado saliendo como tal ¿o sí? Yo la había llamado novia pero no teníamos una fecha y ella ni siquiera me había llamado novio.  Mejor dejo de pensarlo porque me estoy poniendo muy nervioso.

-Zayn, Zayn...- Harry me estaba llamando en voz baja. Era hora de bajar del escenario y volver a nuestra mesa. 

Los chicos y yo nos sentamos en nuestra mesa. Yo miraba de vez en cuando de reojo a la mesa 305. ¿Qué demonios hace aquí? Tengo tantas cosas que decirla, tanta furia dentro que me impide escuchar a la gente. Me doy cuenta de ese detalle cuando veo a Liam agitando la mano en frente de mis ojos.

-Te quedaste fijo en el florero. ¿Te gustan los claveles rojos?-Dijo riéndose mientras sacaba un clavel del centro de la mesa y me lo ofrecía.

-Dejalo Liam, no es eso. Estoy cansado, ojalá se acabaran estos premios ya. - Quería largarme de allí y no volver a cruzarme con ella jamás, aunque otra parte de mí no consentía el marcharse de allí y posiblemente no volver a verla, mi corazón supongo.

Pasaron las actuaciones y daban más y más premios a personas que nunca, en mi vida había visto pero que si estaban allí sería por algún motivo de peso. Sheila estaba tensa delante de mí. Su sonrisa era nerviosa y no paraba de mover los ojos de un lado a otro, era obvio que estaba nerviosa. No me podía sacar de mi cabeza sus ojos fijos en los mios cuando estábamos recogiendo el premio, sus labios rojos, su pelo largo y negro con brillos azules... ese vestido con ese escote... ¡ZAYN DEJA DE PENSAR, SERÁ MEJOR PARA TODOS Y RECUERDA QUE TE VAS A CASAR CON PERRIE! Oh dios, Perrie. Ni siquiera me había acordado de ella hasta ahora, tampoco la había llamado. Soy un novio nefasto, lo reconozco.

-Perrie, ¿estás bien?- Intenté arreglar lo mal que me sentía conmigo mismo por ni acordarme de ella en toda la noche.

-Emmm.. si... Zayn son las 7 am en Londres. ¿Por qué no llamas más tarde?-Me contestó con voz adormedcida.

-Sí, tienes razón. Descansa.

-Bye, te quiero. -Ella colgó. Me sentía ahora peor por no decirla te quiero. Creía que después de estos meses había sentido "amor" hacia ella, sin darme cuenta de que eso es lo que quería aunque no lo conseguí. Sigo queriendo a la chica de los ojos miel que está sentada casi en frente de mí. 

La gala acabó y después salimos rumbo a la after party de aquel evento. Allí perdí de vista a Sheila, aunque creo que fue lo mejor que pudo pasar ya que si bebía podía decirla cosas que no me convienen, bastante he pasado ya. Una copa y otra copa, la noche no estaba resultando tan mala como creía que sería después de nuestro encuentro. 

-Hora de irnos al hotel chicos. -Nos dijo Paul.

-Zayn, ¿estás bien? No dejas de tambalearte, te has pasado bebiendo.- Me dijo Niall muy serio.

-Mira quién me va a enseñar a beber, el irlandés juerguista, cierrabares. -Definitivamente estaba notando que me había pasado, yo así no soy, pero lo dicho dicho está.

Llegamos al hotel y ...

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