Capítulo 21.

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Narra Sheila.

Fuck! No quería encontrarme con él. No era agradable encontrarse con Zayn cuando lo que intentas con todas tus fuerzas es olvidarle. 7 meses intentando dejar atrás el pasado, dejar de depender de él, dejar de pensar en sus ojos, su sonrisa... la forma en la que me acariciaba... No podía olvidarlo pero seguía intentádolo. Él  ya me dijo que era capaz de dejar la banda por mí y no, no quiero que arruine su futuro por una persona como yo, que solo trae dolor y más dolor allá donde va. Mi lugar no está con una persona tan perfecta como Zayn, él está destinado a algo mejor, a alguien mejor, quizás como Perrie. Ella es guapa, famosa, encantadora; cae bien a todos y tiene una voz que hace que se te ponga la piel de gallina, en el buen sentido de la expresión. No quería que Zayn estuviera conmigo, alguien que solo le conduciría al dolor, al fracaso. Sea como sea quiero pasar página, olvidar esta noche, olvidar como me miraba desde el escenario. David y yo ya estábamos llegando al hotel, gracias a dios, no soportaba más el pensar en esta noche. 

-Bueno, mañana nos vemos. Descansa, ha sido un día... raro. - Me dijo David mientras besaba mi mejilla y se dirigía hacia su habitación.

-Tienes razón, lo mejor será que descanse. Buenas noches.-Le contesté esbozando una sonrisa y adentrándome en mi suite.

Pasaron varias horas y no conseguía conciliar el sueño. Perfecto. Daba una y más vueltas sobre mi cama, paseaba por mi suite y hasta hice abdominales para ver si conseguía cansarme y así conciliar el sueño, pero no había manera. Me iba a volver loca si seguía encerrada entre esas cuatro paredes asique decidí ir a dar un paseo por el hotel, quizás salir al jardín o subir a la azotea, lo pensaría cuando saliera de la habitación. Me quité mi pijama y  me puse unos jeans, una camiseta de manga corta marrón y mis botas marrones. Me recogí el pelo en una coleta, ya que mi peinado se había deshecho desde la entraga de premios. Salí dirección al ascensor y pulsé el botón de áticos,  en la que también estaba la azotea.

Cuando llegué, abrí la puerta y se me pusieron los pelos de punta al sentir el aire frío en mi piel. Creía que en LA siempre hacía calor, pero las noches estaba comprobado que eran frías. Fui al borde del edificio y miré hacia el horizonte, donde se extendía la gran ciudad. Se sentía bien respirar aire fresco, el silencio, el aire en el cuello... 

Un sonido me sacó de mi trance. Era la puerta de la azotea. Miré y alguien lograba salir através de ella. Digo lograba porque quien quiera que fuera el que entraba o salía por esa puerta le costaba bastante andar, se tambaleaba y seguramente fuera porque estaría borracho. ¿Le ayudo a salir aquí antes de que se caiga de culo y no logre levantarse?  Lo miro por unos segundos y veo que ya está mas erguido, aunque aún se tambalea un poco.

-Me cago en la puta... Mi chaqueta nueva.- Exclamó. Se había enganchado con la manilla de la puerta y había dejado la chaqueta hecha girones.

-Te ayudo a...- Empecé a decir. 

-¿Sheila?. - ¿Cómo sabe mi...? Oh no, es...

-¿Zayn?. - Me acerqué a él corriendo. - ¿Estás bien? Vamos abajo, ¡estás muy borracho!

-Dejame, joder.- Gritó soltandose de mi brazo, haciendo ahora que la que se tambaleara fuera yo. Me caí hacia atrás del empujón y una lágrima bajó por mi mejilla. No porque me doliera el culo, sino por como me había tratado. No dije nada, me limité a quedarme en el suelo mientras él me miraba con ojos de "¿qué he hecho?" - Shei... por favor, perdóname yo... no sé que me ha...

-Zayn dejalo. Más bien te tendría que pedir perdón yo a tí. - ¿Seré estúpida? Él se alejó un poco de mí y apartándo la meno que me había tendido para ayudarme a levantarme del suelo.

-Pues mira sí, quizás lleves razón. Deberías pedirme perdón por todo lo que me has hecho pasar, por cada día que he llorado por tí, por cada minuto malgastado pensando en dónde estarías y con quién, por pasarme noches en vela pensando  en las noches que pasamos juntos, por sentirme cupable cuando beso a Perrie... -él empezaba a levantar la voz y, con razón.

-¡YA BASTA! -Ahora era yo la que gritaba- ¿QUÉ PIENSAS? ¿QUÉ PARA MÍ FUERON FÁCILES ESTOS MESES? ¿QUE NO HE LLORADO DESDE QUE NOS SEPARAMOS? ¿PIENSAS QUÉ HE DEJADO DE PENSAR EN TÍ? ¿QUE HE DEJADO DE PENSAR EN COMO ME BESABAS, EN COMO ME HACÍAS SENTIR? ¿CREES QUE TE HE DEJADO DE QUERER?- Eso último me lo podía haber ahorrado. Ahora Zayn me miraba perplejo, como si la borrachera se le hubiera ido de una bofetada. No decíamos nada. Yo me levanté del suelo y coloqué mis jeans y él apartó su mirada de mí y fue hacia el borde de la azotea. ¿Qué?

-Fuimos imbéciles. ¿Por qué todo esto Sheila?- Decía mientras se asomaba por la barandilla.

-Aléjate de ahí si no quieres que alguien te encuentre muerto en la entrada del hotel. Te vas a caer...

-Contéstame.- Era frío, distante, estaba dolido.

-Porque yo solo te hubiera llevado al fracaso. Te hubiera hundido sin querer. Yo no te hubiera traido nada bueno, solo desgracia, dolor y lo mejor fue alejarme de tí, dejar que hicieras tu vida, que siguieras triunfando.-  Ya lo había dicho y, la verdad, me había desahogado.

- ¿No crees que sobre mi vida solo puedo decidir yo? Tú no eres nadie para decidir sobre mí.- Se estaba pasando... Y vale, quizás lo hice mal, pero lo hice por él y por su bien.

-Puede que no sea nadie, pero yo solo lo hice por tí, porque te quería, porque te quiero. -Salí por la puerta sin escuchar contestación, aunque tampoco la esperaba. 

Llegué a mi habitación y la débil Sheila empezó a llorar en su cama, como hacía el 95% de ellas desde que se alejó de lo más parecido a la felicidad que había tenido nunca.

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