¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ningún viento será bueno para quien no sabe a qué puerto se encamina.
Séneca
Lugar: Alrededor del mundo, principalmente Europa
El holandés errante (también conocido como el holandés volador) trata sobre la leyenda de un barco fantasma que no pudo volver a puerto, quedando condenado así a vagar durante la eternidad por los siete océanos. De ser encontrado por otro barco, la leyenda cuenta que los pasajeros del holandés errante tratarán de hacer llegar sus mensajes a tierra, a personas que ya llevan siglos fallecidas.
La leyenda
Cerca de Buena Esperanza, un barco se ve atacado por una brava tormenta que los llevará a una condena eterna. El capitán, quien se siente indestructible, orgulloso y osado, decide negarse al pedido de su tripulación que aterrorizada ruega por volver a puerto. Atándose al timón de su barco, comenzó a entonar cánticos sacrílegos. La tripulación quiso revelarse mas el capitán ya estaba rayando la cordura y era demasiado tarde para volver atrás. Tanto fue así que cogió al líder de los rebeldes y lo tiró por la borda.
Las nubes se abrieron y de entre ellas surgió una luz divina de la que descendió una figura. Este ser (que a veces se lo asocia con Dios o el Espíritu Santo) le condena a vagar eternamente por los mares, entre tormentas y tempestades, sin poder jamás volver a ningún puerto.
Algunos marineros creían que, de encontrarse con el barco, la tripulación se le acercaría para dejar mensajes a sus seres queridos. Si el capitán del barco que no estaba embrujado leía alguno de esos mensajes, se volvería loco al instante, maldiciendo también a esa nueva tripulación y perderían el rumbo por completo.
Leyenda original y detalles
Debido a su popularidad a través del mundo, las versiones sobre esta leyenda son innumerables. Se dice que la versión original comenzó entre 1641 y 1680 con el capitán de un barco holandés llamado Willem van der Decken, quien hizo un pacto con el Diablo para poder surcar los mares siempre sin importar los retos naturales que le impusiera Dios en su travesía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En la imagen: Willem van der Decken
A pesar de su pacto, Dios se enteró de lo sucedido puesto que es omnisciente, y como castigo lo condenó a navegar por el resto de la eternidad sin rumbo y sin la posibilidad de tocar tierra. De ahí el nombre "el holandés errante".
Según se dice, Bernard Fokke (capitán holandés del siglo XVII) sirvió como fuente de inspiración para la leyenda. Se cuenta que fue célebre por la extraña velocidad que su crucero alcanzaba en las travesías entre Holanda y Java. Debido a esto es que se sospechaba que había hecho un trato con el demonio. En algunas versiones del mito, el capitán recibe el nombre de Falkenburg.
En la versión de Marryat, se le da el nombre de van der Decken que significa "en cubierta", mientras que en la versión de Washington Irving recibe el nombre de Ramhout van Dam. Entre distintas versiones, no se ponen de acuerdo si llamar holandés errante al barco o al capitán.
Asimismo, se dice que el capitán juró, haciéndole cara a la tormenta, que no descansaría hasta doblar el cabo de Buena Esperanza, incluso si le tomase hasta el día del Juicio Final hacerlo. También se habla de un horrendo crimen cometido dentro del barco, incluso de una terrible epidemia que infectó a la tripulación por completo; de esta forma se le da explicación a que no podían desembarcar en ningún puerto, nadie se lo permitía debido a la enfermedad que portaban.
Registros de la leyenda
Hay muchos sucesos registrados acerca del avistamiento de este buque fantasma, pero quizás el más conocido es el del Bacchante, en 1881. Estas son las reseñas que se encontraron en el diario de un buque inglés:
A las cuatro de la mañana el Holandés Errante se cruzó por delante de nuestra proa. Una extraña luz roja, como de barco fantasma, brillaba por todas partes, y en medio de ella resaltaban claramente los mástiles y velas de un bergantín a unas doscientas yardas de distancia. El vigía del castillo de proa lo divisó por el lado de babor y el oficial de guardia también lo vio claramente desde el puente, así como el guardiamarina, que fue enviado al castillo de proa. Para cuando llegó no podía verse vestigio ni señal alguna de ningún barco ni cerca ni lejos en el horizonte; la noche estaba clara y el mar en calma. En total lo vieron treinta personas. Pero no se pudo averiguar si se trataba de Van Diemen o El Holandés Errante, o quién. El Tourmaline y el Cleopatra, que navegaban a estribor nuestro, nos hicieron señales preguntándonos si habíamos visto esa extraña luz roja (citado por Bassett en Wanderships).
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En la cultura
La leyenda es retomada en la obra de teatro The Flying Dutchman (1826), del dramaturgo inglés Edward Fitzball, y en la novela The Phantom Ship (El buque fantasma, 1837) de Frederick Marryat, más tarde adaptada al holandés como Het Vliegend Schip (El buque volador) por el clérigo de esa nacionalidad A.H.C. Römer. Otras versiones aluden a la ópera El holandés errante, de Richard Wagner (1841) y a The Flying Dutchman on Tappan Sea de Washington Irving (1855).
En la obra de Fitzball, al capitán se le permitía bajar a tierra una vez cada varios cientos de años para tratar de hallar una mujer con la que compartir su maldición. En la ópera de Wagner, cada siete años.
En la película Pirates of the Caribbean: Dead Man's Chest, y en Piratas del Caribe: en el fin del mundo, el Holandés Errante es un barco capitaneado por Davy Jones quien se encarga de recoger a personas a punto de morir y los convierte en esclavos.
