XXX. El Ánima Sola

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Lugar: América Latina, España e Italia.


Otros nombres: Alma Desamparada


Apariencia

Las imágenes populares la pintan como una mujer de largos cabellos y rostro atractivo, que está entre las llamas eternas del Purgatorio. Se quema sin consumirse y mantiene la mirada hacia el Cielo, en busca de salvación. De sus manos cuelgan cadenas rotas, como indicio de que a pesar de estar condenada, es libre de entrar y salir del Purgatorio.

Se dice que puede mostrarse ante sus víctimas bajo esta imagen, como un furioso perro negro o como alguien fallecido. En esta última forma, el espíritu busca acercarse lo más posible al perseguido, para generar daño.

A veces puede ser oída en la medianoche o en las madrugadas como un murmullo de personas en procesión. Este murmullo puede ser acompañado de luces que son las ánimas andando.


Origen

La historia detrás del Ánima Sola es tan antigua que se remonta a los tiempos de Jesucristo, con la israelita Celestina Abdégano, una joven piadosa que tenía por oficio asistir a los condenados a muerte por los Romanos y las autoridades judías. El viernes santo fue el origen de su desgracia, al no ayudar a Jesús por temor a represalias de los judíos. Se cuentan dos versiones:

Se le asignó subir al Calvario con un cántaro de agua refrescante y darles de beber a los mártires del patíbulo. Asistió a Dimas y Gestas, los dos ladrones que acompañaron a Jesús en la crucifixión, pero a él no le dio por temor. Por este hecho fue condenada a sufrir la sed y el calor constante de las llamas del Purgatorio.

Otra variante de la historia cuenta que durante el Viacrucis, una de las veces en las que Cristo no pudo seguir cargando la cruz, cayó de rodillas frente a la casa de Celestina. Agotado y malherido le pidió agua, pero la mujer, temerosa de lo que los judíos pudieran hacerle, decidió darle de beber vinagre, causando las risas y burlas de todos los presentes.

Desde entonces, las jarras de agua se secaban con solo tocar sus manos. Fue condenada a padecer sed en la tierra y una vez muerta, sufriría el mismo tormento en el Purgatorio, donde otras almas condenadas temerían acercarse a ella, de la misma forma que ella temió a los centuriones.

Ahora vaga por la Tierra con las manos atadas con cadenas, en busca del perdón de Dios por medio de favores a los hombres. Para ello se vale de cualquier ofrenda de luz que pueda orientar su camino a la salvación, y así ser prosperada en el día del juicio final.

El Ánima Sola no es un demonio, pero dependiendo de la manera en la que se le invoque, puede ser uno de los espíritus más espeluznantes de los que se tenga conocimiento, o uno benevolente que concede favores.

Otra versión mucho menos conocida, que se ha convertido en una leyenda popular de Andalucía (España), narra que el Ánima Sola fue hija de un noble. En esta versión se mantiene su deber como joven voluntaria que ayuda a los desfavorecidos; sin embargo se diferencia por el tétrico desenlace: su padre, no gustoso de la idea de que su hija se dedicara ese oficio, la sentenció al peor de los castigos, una penitencia mortal de la que nunca más volvería a contradecirlo. La joven fue quemada en la hoguera.


La tradición católica

Como representación de las almas del Purgatorio, existe una creencia arraigada en el catolicismo, en especial en comunidades campesinas, a rezar por las ánimas —aquellos espíritus errantes que han quedado atrapados en la Tierra y no han podido trascender—, para que encuentren su camino al descanso eterno y brille sobre ellos la luz del Cielo, a cambio de favores.

Aunque la Iglesia no la reconoce como una santa consagrada, los fieles interceden por ella para obtener beneficios. Siempre que se le prenda una vela roja, con su imagen en ella, actuará conforme a las peticiones de los hombres.

¿Lo malo? Rezar por las ánimas, en especial por la peligrosa Ánima Sola, es un arma de doble filo, una sentencia perpetua de la que no existe escapatoria. Si pides por ella, y te cumple el favor, estarás obligado a encender velas por el resto de tu vida; de lo contrario, atacará sin piedad, con daños psíquicos y manipulación de terceros.

De los casos conocidos, se dice que se aparece a la medianoche en casa de los devotos que la olvidan. En ocasiones, toca a la puerta bajo la apariencia de una amistad conocida a la que no se ha visto en mucho tiempo. Al invitarla a pasar, se desfigura en una sombra tenebrosa e infernal que se extiende por toda la casa, alcanza a sus víctimas y las llena de golpes y moretones hasta casi provocarles la muerte. En otras, ni siquiera se le ve, ataca directo a la garganta hasta dejar a sus víctimas sin respiración.

La única salvación durante su ataque es arrastrarse hacia el altar y encenderle una vela mientras se le pide perdón por el olvido. Solo así la sombra desaparece.


La invocación maldita

Debido a esta forma atroz de agredir a quienes invalidan su pacto, sectas satánicas y personas consumidas por sentimientos oscuros suelen invocarla para fines perversos. La mayoría de las veces se le usa para hacer amarres, cambiar la voluntad de otros o sufrir un daño físico.

Según teólogos, videntes y espiritista, esta conducta puede ser razón suficiente para ganarse un lugar en el purgatorio.


¿Qué opinas al respecto? ¿Te atreverías a rezar por ella?

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