Cap 1

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Una adolescente se encontraba en su casa un viernes en la noche, cantando a todo pulmón.

🎶Stop there and peer inside of me
You'll find a man once lost at sea
But all the while I would think to myself
It's not the end, it's not the end at all
So sick of nothing going right
Sail on along into the night
Not even death could stand in the way
You never even tried in the first place
Kill the lights, kill the actor, kill the actress
I'm afraid that the spotlight dried you up
Don't even think about it
Don't even think about it, no
We're begging you
To kill the lights, kill the actor, kill the actress
Or kill us all
Or kill us all
Or kill us all🎶

Cuando la canción acabó de reproducirse se recostó en la cama y se quitó los audiculares mientras miraba al techo sonriente.

Para Melanie, quedarse sola en casa era lo mejor del mundo. Pues, como de costumbre iría a la cocina y robaria una que otra golosina, escribiría un poco de sus historia, dejaría la tarea y por último, haría de su casa un concierto.

De pronto el timbre de la casa sonó, obligándola a levantarse. 《¿Quién podrá ser? ¡Uy! Espero que no sea algún vecino que venga a quejarse por el bullón que estoy haciendo》- pensó preocupada. Bien sabía que, si sus padres recibían ese tipo de quejas, la matarían.

Porque sin lugar a dudas, le temía más a un vecino enojado que hiciera que sus padres la regañaran que a un quizá posible asecino o ladrón que tocaba a su puerta a las once pm de la noche.

Tomó la perilla con las manos temblorosas, abrió el cerrojo y lo hizo girar.

Suspiró de alivio, solo era Celeste, la vecina del frente. Una chica de 24 años, madre de dos niños y que además, era su amiga y la más amable y comprensible del vecindario.

-¡Cele! ¿Como esta....¡Q-Qué fue lo que te pasó!?- preguntó la menor sorprendida al ver el rostro de horror de la mujer.

-Mel, necesito que me hagas un favor enorme. Cuida a Jim, está en la casa esperando a que los del hospital psiquiátrico se lo lleven mientras voy volando al hospital-

Jim, su hijo mayor. Un niño de 10 años quién solía parecer un pequeño muy bueno, a pesar de que su padre lo agredía físicamente y los abandono hace unos años atrás.

Sin embargo, la mujer le contó todo lo que había pasado. Jim le había clavado una tijera en el ojo a su hermano pequeño.

Melanie, fue a la casa y cuidó del niño mientras esperaban. Ni el ni ella habían dicho nada en toda una hora. Hasta que Melanie se atrevió a preguntarle: -¿Porque lo hiciste Jim? ¿Porqué le clavaste una tijera en el ojo a tu hermano?-

El niño se mordió el labio temeroso de contarle. Ella le tocó el hombro y le sonrió.

-Vamos, puedes contarme.

El bajó la mirada, y como en un leve susurro dije:

-No fui yo, yo no lo hice...-casi sollozo.

-¿Entonces quién?- preguntó la chica con suavidad.

-Fue... él- señaló a una colorida caja que se encontraba al fondo de la habitación. -Está ahí dentro...- dijo el pequeño.

-Jim...- la chica dio un suspiro. -No tienes que mentir, confieza.

-¡Yo no hice!- se puso firme y levantó la voz. -F-Fue Jack... Laughing Jack.

Laughing Jack ....

Había escuchado ese nombre antes... ¿Pero donde?

La chica no tuvo más remedio que tomar la caja entre sus manos y acercarcela a Jim, con el fin de hacerle entender que ese tal "Laughing Jack" era producto de su imaginación.

-Jim, no hay nada en esta caja. Es imposible que alguien entre ahí.-

-¿Porqué no puedes creerme? ¡Soy inocente, soy inocente!- lloró finalmente.

-¿Dices que está dentro?- el niño asintió -Bien, voy a hacerla girar para que veas que no hay nada ¿Está bien?-

-¡No lo hagas! ¡Desatarás la muerte!- gritó el niño, y a continuación se escucharon unas sirenas.

Melanie llevó al niño de la mano y unos hombres se lo llevaron. Él volvió a advertirle-Por nada del mundo abras esa caja. De seguro te matará en cuanto te vea- gritó mientras intentaba pasar a través de los brazos de aquellos dos hombres.

La joven aún tenía la caja en sus manos mientras intentaba asimilar todo lo que había pasado.

Lo que la ayudó a salir de trance fue que escuchó al auto de sus padres llegar.

-¡Melanie, entra ahora!- la voz de su madre la hizo brincar.

-¡S-Si mamá!-

Quién hubiese pensado que esa caja cambiaría su vida para siempre.

CulpabilityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora