Esos ojos, oscuros y aterradores penetraron en su alma por unos instantes. Aquella criatura era la misma que había creido ver en aquel aterrador sueño. Aunque lo había visto solo de espaldas, pudo reconocer a la perfección su vestimenta y su cabello negro que le daba hasta por los hombros.
La criatura se llevó una de sus manos a la nuca.
-Que extraño, parecer ser una niña, pero a la vez una adulta. ¿Donde rayos está Jim?-
Ella no podía hablar, se había quedado completamente pasmada al verlo. Sus manos temblaban y su expresión era una de terror.
-T-Tú.... ¿Qué cosa eres?¿Quién eres?-preguntó con un hilo de voz.
-Me presento, soy Laughing Jack. ¿Y tu eres...?-
-M-Melanie....-
-¡Vaya! Melanie, es un gusto conocerte. Bueno, ahora que eres mi dueña jugaremos un juego- dijo mostrando una sonrisa siniestra.
-¿Q-Qué... clase de ju-juego?- preguntó ella asustada.
-Oh, pues a las atrapadas. ¿Qué dices? Si llego a atraparte, ¡tendré que matarte! ¿No es divertido?- soltó una malévola risa. Obligando a Melanie a retroceder.
-Pero te daré un poco de ventaja. Ahora- hizo una pausa. -Corre.- mostró por último una aterradora sonrisa que hizo que el cuerpo de Melanie reaccionara y saliera corriendo.
Bajó las escaleras, entró a la primera habitación que pudo y cerró la puerta con seguro. No había ruido alguno mientras que su mirada se concentraba en la manija de la puerta.
Suspiró al ver que esta no se movía. Trataba de calmarse mientras pensaba en como escapar. Pensó en quizás romper la ventana con algo, pero le seria imposible pasar por la puerta eléctrica de su casa.
Su cerebro en ese momento se quedó sin ideas mientras el sonido de unos pasos sonaban fuera. No sabía que hacer, estaba aterrada.
De pronto pudo ver como la manija de la puerta era forzada para que se abriera y sintió como su cuerpo temblaba.
Esta se abrió con brusquedad, y la criatura llamada Laughing Jack sonrió de forma macábra trás verla.
-Vaya, con que aquí te escondías. -dijo él. De pronto, fue golpeado por una lámpara en la cara. Melanie se había armado de valor para al menos intentar dejarlo en desventaja, lo cual en ese momento lo indignó por completo.
Luego de aquel golpe, en un movimiento rápido acorraló a la muchacha contra la pared. Acerca una mano a su cara y con sus garras rasguña su mejilla, provocando que un líquido rojo brotara de su piel.
El payaso se acerca más a su rostro y saca su lengua.
-¿Q-Qué haces?- preguntó ella asustada. Era demasiado obvio.
-¿No te lo dije? Vamos a jugar...-dijo él pasando sus labios por el cuello de la chica.
Sin duda, ese "juego" que el decía no era nada más ni nada ni nada menos que violarla y luego quizá matarla, ¡o peor! Dejarla viva con ese horrible recuerdo.
Melanie sollosaba mientras sentía como el sujeto la mordía levemente y empezaba a despojarla de su chaqueta.
-¡Para, porfavor!- rogó desesperada. Él solo sonrió.
El solo continuaba con aquellos besos bruscos y la miraba con una malvada sonrisa en el rostro. Le encantaba la expresión de horror que sus ojos expresaban.
De pronto, se escuchó el sonido de unas llaves. Era su hermano, que probablemente regresaba de alguna borrachera. -¡Hermano, por favor ayuda!- el payaso tapó bruscamente su boca con una mano para evitar que siguiera gritando. -Nadie podrá salvarte. Ni siquiera tu hermano. ¿Y sabes por qué? Porque los muertos no cambian el destino- dicho esto, abentó a la chica al suelo y fue hacía la puerta de entrada principal. Pese al dolor de sus golpes, Melanie se levantó y tomó un cuchillo de la cocina. Esperó en silencio mientras la puerta se abría. Pudo ver al payaso de espaldas y aprovechó para abalanzarse a él y clavarle el cuchillo. Sin embargo la figura se desvaneció y cuando se dio cuenta, había apuñalado a su propio hermano.
-No... ¡No, no, no! Hermano...- sacó el cuchillo con la sangre de su hermano y se arrodilló para abrazarlo -Perdóname, perdóname...-de sus ojos empezaban a caer lágrimas.
Escuchó aquella macabra risa otra vez y se levantó mirando hacia todas partes con cuchillo en mano, dispuesta a matar a aquella criatura.
-¿Donde demonios estás? ¡Muéstrate cobarde!-
Camino hasta cerca de las escaleras hasta que el payaso la empujó haciendo que cayera y su espalda doliera. Temblando levantó el cuchillo hasta este y lo apuñaló.
-Ugh... mierda- dijo él al ver como su de su costado se empezaba a derramar un líquido rojo.
-N-No te tengo miedo ¿Entiendes?- dijo ella armada de valentía.
-Pero que niña más estúpida. Esto solo aumenta mis ganas de matarte.- se incó hasta llegar a la altura de ella para luego sentir su puño en su cara.
-¡No te me acerques!- gritó ella.
-Vaya, si que dolió. Pero fue como si me hubieses echo cosquillas a comparación de lo que yo voy a hacerte querida-
Melanie retrocedió sorprendida al ver como la herida de Laughing se cerraba. Intentó correr algunas escaleras hacia arriba, pero no logró su objetivo. El payaso la tomó del pantalón por el tobillo provocando que este se despedasara y su marca de nacimiento quede a la vista. De pronto, sintió que el mounstruo había retrocedido y cuando alzó la vista ya no había nadie.
Escuchó el como alguien más abría la puerta, seguido de un grito de terror.
Era su madre.
No supo que hacer, no quería ser acusada del asesinato de su hermano incluso antes de su muerte. Así que en cuanto vio la figura de su madre parada en frente de ella, actuó por instinto y le clavó el cuchillo en el pecho. Luego de esto, cayó rendida en el suelo y todo se volvió negro.
Si tan solo no hubiese abierto esa caja- fue lo último que alcanzó a decir.
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Culpability
FanfictionDetrás de aquel rostro que le mostraba frialdad y de aquella tan malévola personalidad Jack poseía un secreto, un sentimiento de culpabilidad. No quería retroceder el tiempo y regresar a su pasado. Pero con la llegada de Melanie todo cambiará. Pd:...