Capítulo 36

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- ¿Estás segura de que es aquí? – Laura sólo veía una larga pared de altos arbustos que se separaba por un gigantesco portón negro.

- Estoy tratando de comunicarme con el número que me dio Poché – contestó la morena desde su asiento.

Desde que Poché le ofreció la "pequeña casa de campo" de sus padres a la abogada para que organizara su fiesta había pasado una semana, una semana en la que Daniela se replanteo varias y seguidas veces empezar a buscar nuevos amigos. ¿Porqué? Preguntarán ustedes... Bueno por empezar apenas Laura se encargó de esparcir la noticia entres sus amigos, a Manuela no se le ocurrió mejor idea que alargar la estadía fuera de la ciudad por un par de días más, a lo que su prometida como siempre no se pudo resistir alegando que les haría bien un tiempo lejos del ajetreo de los preparativos de la boda y más aun lejos de sus respectivos padres que las estaban volviendo loca. Y por si esto fuera poco, sin que la morena pudiera hacer algo al respecto, las otras dos parejas ya se habían sumado al entusiasmo de las mini vacaciones y tanto las futuras esposas como los Chang, Sebas y Antonia ya habían planeado todo un itinerario de viaje. Para cuando pudo frenar a sus amigos y mirar a su novia buscando algún tipo de autorización la peli azul lo único que dijo fue "Salgo un rato en la moto" para dejarlos a todos callados porque todos en el grupo sabían lo que eso se significaba, el salgo un rato en la moto era el equivalente a "Algo me esta jodiendo la vida, necesito estar sola". Para seguir agregando razones a favor del cambio de amigos, antes de que Poché volviera, a Mike se le escapó lo del viaje frente a Beth haciendo que ya no fueran seis adultos entusiasmados, sino que también se le agregaba una niña que estuvo una hora o más arrodillada rogándole a su madre para que llamara a su padre y atrasará su viaje a Los Ángeles para después de que volvieran de sus cuatro días de vacaciones en la que la niña llamaba "la casa de sus abuelos". Y la frutilla del postre fue que la deportista entrara a la sala un minuto después justo cuando Laura y Sebas sacaban las valijas de Daniela y empezaban a discutir sobre quien se quedaba con la más grande. Si, definitivamente tenía que encontrar nuevos amigos. No tenían que ser adinerados, ni graciosos, ni lindos, ni nada en especial, simplemente tenían que saber cerrar sus bocotas, eso era lo único que la fotógrafa pedía.

Todo terminó en dos coches viajando a las afueras de New York, en uno de los cuales iba Daniela con el futuro matrimonio, su hija durmiendo y un perro muy pero muy inquieto. Estaba preocupada porque el vuelo de su chica desde Minnesota se había demorado y la peli azul decidió que lo mejor iba a ser que se encontraran en el destino vacacional y ahora mismo estaban enfrente de un gran y lujoso portón preguntándose donde carajo habían llegado con las miles de indicaciones que Poché les tuvo que dar.

- ¿Señora Wilson? – Daniela escuchó la voz de una mujer del otro lado de la línea y supuso que era la señora que le había indicado su novia – Soy Daniela Calle... si, si la novia de María José... Eh creo que nos hemos perdido porque... ¿Qué nos está viendo por la cámara? – empezó a inspeccionar la puerta hasta que dio con el aparato que supuso ella debía ser la cámara porque tenía una luz roja titilando – Bueno, lo esperamos – Miró a sus amigos – Ya nos habían visto por la cámara, su esposo está viniendo hacia acá – les informó.

- ¿Creen que podremos ver el lago? – preguntó Mercedes que ya en el camino había podido ver un lago rodeando el lugar a lo lejos.

- Yo lo único que espero es que no tengamos que compartir habitaciones porque tengo que aprovechar los últimos días de sexo que me quedan antes de que mis padres y mis suegros invadan mi casa – sólo dos semanas faltaban para su casamiento y Santana sabía que se le venía una prueba de fuego. Si aguantar a sus padres ya era toda una odisea, aguantar a sus padres Y a sus suegros era casi una misión imposible.

- Así tengamos que dormir en carpa, quiero estar lo más lejos de Laura y su deseo sexual – pedía Tina.

- Yo también, todavía no puedo superar lo de las últimas vacaciones – agregaba Antonia.

Cuando, donde y como el amor quiera (Adaptación Original Caché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora