Cuando, donde y como el amor quiera (Adaptación Original Caché)

Capítulo 64

Mismo día a la tarde - nueva casa Calle Garzón

La juntada había dejado de ser parrillada para pasar a ser pileteada. La mayoría del grupo se había trasladado a la pileta, y digo mayoría porque Poché, por insistencia de Apple, se había quedado jugando al básquet con ella y Gabriela.

Mientras los hombres jugaban a pasarse un balón de fútbol americano las mujeres estaban acomodadas en las distintas reposeras disfrutando del poco sol que iba quedando, Laura había puesto la suya dentro de la isla de la piscina donde estaba Daniela sentada con Lexi en sus piernas y Emma a su lado. Dentro del agua, Juan y Manuela trataban de enseñar a Timoteo y Andrea a hacer pequeñas braseadas.

- ¿Cuántos campeonatos ganaron ustedes? – desde la colchoneta inflable, Beth indagaba a su madre y a su tía sobre su pasado porrista.

- Tres seguidos – contestó la abogada muy orgullosa – Éramos imparables– aseguró – La entrenadora retiró el uniforme de tu madre y le hizo una especie de santuario - contó.

- ¿Tú eras porrista como Bethi? – le preguntó Lexi a su madre. La pequeña jugaba con las manos de su madre.

- Ajam – contestó la morena que estaba embobada mirando como su pequeña morenita peleaba con sus dedos.

- ¿Y cómo la coach Spencer? – preguntó Emma a su lado. Daniela sintió como Laura y Beth soltaron una risa sarcástica cuando la melliza nombró a la actual entrenadora de porristas del Liberty y de los Nicks de New York.

- No cariño – la corrigió – Yo fui mucho mejor que la coach Spencer – le dijo para de nuevo sentir la risa de su hija y de su amiga – De hecho creo que aun lo soy – se agrandó. Había visto los movimientos de Spencer cuando era la porrista de su esposa y no eran nada perfectos.

- La coach Spencer está mormonal por mami – dijo Lexi apretando la cara de su madre. Beth y Laura no paraban de reír.

Giró los ojos – No digas eso Lex – la semi reto.

- Pero es cierto – la pequeña se movió en busca de su prima - ¿ANDY CIERTO QUE LA COACH SPENCER ESTA MORMONAL POR MAMI? – le gritó a la pequeña Gomez Villa que trataba de nadar. Aun así el patito dejó de hacer lo que estaba haciendo para mirar a su prima y asentir con su cabecita - ¿Viste? – enfrentó a su mamá.

- Lex... - su madre quería frenar al terremotito.

- Siempre la está mirando, y.... y...y – quería decir muchas cosas al mismo tiempo.

- Lexi respira – Beth la destrababa.

La pequeña tomó aire – Y cuando le habla siempre mueve los ojos muy... muy rápido de arriba para abajo... así mira – Lexi trataba de agitar sus pestañas y no pudo evitar reírse ante la cara de su hija - ¡ANDY! ¿COMO MUEVE LOS OJOS LA COACH SPENCER CUANDO LE HABLA A MAMI? – Laura se levantó de su reposera para ver como su hija trataba de pestañear – Así mamá – señaló a su prima - ¿Viste? – el lechucín insistía.

- ¡Lexi! – Emma se había cansado de escuchar calumnias sobre su otra madre – Mami solo es mormonal por mamá – dijo para después levantando apenas su voz, esconderse en su madre.

Daniela abrazó orgullosa a su hija. Si algo la caracterizaba a Emma era las fuertes convicciones que tenía. Admiraba el amor de sus madres y lo defendía a muerte.

- Pero si Nikky también lo dice – giró los ojos. Nikki era capaz de decir cualquier cosa con tal de justificar porque Spencer nunca quiso salir con ella.

Emma salía de su escondite – Mami dice que NIkki dice pavadas – enfrentó a su hermanita y volvió a recostarse sobre su mamá.

- No te enojes Em – la tranquilizó Beth – Cangurín y perezocito eran compatibles.