- ¿Ya están despiertas mis dos princesas? ¿Estaban esperando a que mamá llegara? – Poché recién llegaba de su trote matutino – Se que se los digo todos los días pero... las quiero mucho... ¿Qué digo las quiero? ¡LAS AMO! Y las voy a cuidar y mimar siempre, porque ustedes se lo merecen. Porque desde el día que las tuve en mis manos quedé completamente hipnotizadas con ustedes dos – les hablaba con verdadera dulzura – NUNCA, pero nunca me dejen, por favor – Les pidió.
- Poch ¿Qué te he dicho de hablarle a mis pechos? – Daniela se despertaba en su enorme cama de la casa de verano en que se hospedaban para su Luna de miel en el Caribe, con su esposa encima de ella hablándole a sus pechos desnudos.
- ¡Shhhhh! – la calló - No interrumpas. Estoy hablando con mis bebes. Tu – Señaló el pecho derecho – Eres mi Squishi – le dio un pequeño apretón rememorando una de las grandes escenas de "Buscando a Nemo" – No le digas nada a tu hermana pero en cierta forma eres mi preferida...
- ¡POCHÉ! No puedes tener preferidas – la retó - ¿Cómo crees que se siente Spongi cuando te escucha decir qué prefieres a Squishi? – De hecho la elección de los nombres había sido una eterna discusión que finalizó con la peli azul eligiendo como llamar a los pechos de Daniela, mientras que ella eligió un nombre para cada cuadradito del estómago de la deportista. Bueno en realidad solo para tres porque un el otro nombre se lo puso Manuela.
- ¿Me puedes dejar terminar por favor? – Le pidió logrando que girara los ojos y que le hiciera un gesto con su mano para que continuara - Gracias – Se aclaró la garganta – Eh... ¿Qué estaba diciendo? – le preguntó a su esposa.
- Le estabas por explicar a Squishi porque es tu preferida – la ayudo.
- Cierto – dijo y volvió a enfocarse en el pecho derecho – Como te decía querida Squishi, tu eres mi preferida porque cuando beso a tu otra mamá eres la primera en reaccionar – Mientras hablaba jugaba a recorrerla con su dedo índice – en cambio esta picarona – Apretó fuerte el pecho izquierdo – necesita un poco más de tiempo – Los pezones de Daniela respondían como debía ser – Pero...- Miró a su rubia que ahora tenía los brazos debajo de su cabeza. No era la primera vez que le dedicaba tiempo a hablarle a sus pechos – Pero... Spongi tiene algo a favor – esto era algo que la fotógrafa no había escuchado.
Se apoyó en sus codos para poder mirar a su chica - ¿Qué se supone que Spongi tiene a favor? – preguntó curiosa. A esta altura de más está decir que la morena tiene su propia empresa de asesina profesional de gatos. Es una especie de Hitman de los gatos, algo así como Hitcat.
- Primero interrumpes y ahora te metes en la conversación – se hizo la ofendida – Déjeme decirle Señora Calle Garzón que sus modales dejan mucho que desear – apuntó.
- Es culpa de mi esposa – se defendió – Desde que la conocí no ha hecho otra cosa que enseñarme malos modales – agregó.
- Estoy segura de que esos modales ya los tenías antes de conocer a tu dulce, inocente y hermosa esposa – seguía el juego.
- Acepto lo de dulce y hermosa, pero inocente es una palabra que nunca pero nunca va a definirte cariño – Y antes de que hablara, agregó – Además ¿Acaso no estabas en medio de una conversación? – Cambió de tema rápidamente – Quiero escuchar lo que tienes para decir sobre Spongi – afirmó.
- Tú no tienes porque saberlo. Esto es un secreto entre mis bebes y yo – Mientras le contestaba se iba agachando hacía el pecho izquierdo - ¿Sabes lo que me encanta de ti Spongi? – Preguntó casi en un susurro – El pequeño lunar que tienes aquí justo debajo del pezón – con un dedo rozó la pequeña marca y notó automáticamente la reacción que esto provocó en Daniela - ¿Y sabes porque me gusta? – volvió a preguntar.
ESTÁS LEYENDO
Cuando, donde y como el amor quiera (Adaptación Original Caché)
RomanceMaría José Garzón es una aclamada jugadora de básquet en Londres hasta que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su fama de mujeriega irrumpe en New York sin saber que un choque con una morena, mandona, idiota le va a cambiar la vi...