Capítulo 4

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        -Día 180

    Abrí los ojos sintiendo la molesta luz del sol entrando por la ventana. Como verán, no soy una persona mañanera.

    Es raro, pero adoro tener la ventana abierta por la noche y dejar entrar la luz de la luna y odio que pase eso en la mañana cuando la luz solar ingresa por esta.

    Con toda mi fuerza de voluntad, me pongo de pie para cerrarla y volver a mi preciada cama. Pero, todo cambia cuando al asomarme por la ventana veo perfectamente a mi guapo vecino europeo con el cabello todo alborotado y, al parecer, discutiendo con alguien por el teléfono.

    Sus manos se movían frenéticamente mientras gritaba en un perfecto francés, que aunque sea en un tono enojado suena tremendamente hermoso. Se le marcaban las venas de la frente y el cuello mientras caminaba de una punta a otra dentro de su habitación. No voy a negar que es muy atractivo, pero no es mi tipo.

    Decidí no parecer una acosadora y cerré las cortinas para volver a tirarme en mi cama sintiendo una gran felicidad.

    Felicidad que duró poco dado a que el sonido de la puerta siendo abierta bruscamente me despabiló de inmediato. Suspiré frustrada al haber oído como algo caía al suelo. Estaba segura de que había sido el cuadro que estaba detrás de mi puerta, el cual seguro esta hecho pedazos.

    -¡Oops!-se escuchó la voz de mi hermana-Que no despierte, que no despierte, que no....-susurró, pero la interrumpí.

    -Desperté-dije con la voz ronca- pagarás por uno nuevo-agregué refiriéndome al cuadro que rompió.

    -No sé de qué estás hablando- se hizo la desentendida mientras escondía los vidrios rotos con su pie-solo vine a decirte que te levantes, tienes escuela en media hora, considerando lo que tardas en arreglarte, que mamá ya se fue al trabajo y que vivimos a diez kilómetros de la escuela-fue enumerando- yo diría que te levantes ahora.

    Cuando terminé de ordenar todas las palabras que mi hermana soltó en un mínimo de diez segundos, me paré rápidamente de la cama para entrar al baño.

    -¿Por qué no me despertaste antes? Bicho feo-grite a mi hermana desde el baño-Ahora ambas llegaremos tarde.

    -Corrección, llegarás tarde. La primera hora de clase se suspendió porque el profesor de historia ingirió por alguna razón unos gusanos que no le asentaron nada bien-cuando terminó de decir eso, oí sus pasos bajando la escalera.

    Genial, llegaría tarde de nuevo. Solo espero que esta vez me dejen entrar al salón. Aun recuerdo la primera vez que llegué tarde a clase, fue una total vergüenza. En ese entonces yo no le agradaba al profesor de biología, así que me retó en frente de toda la clase.

    Como odié a ese hombre. Suerte que se jubiló.

    -¡Te quedan cinco minutos!-cuando oí el grito de Ale, me apresuré a salir del baño ya cambiada, tomé mi mochila para luego correr escaleras abajo.

    -Le diré a Sara que nos pase a buscar antes de que llegue-sí, mi mejor amiga nunca llegaba temprano, así que estaba muy segura de que aún no abandonaba su casa.

    -No hace falta-dijo mostrándome una carita de ángel y un pequeño puchero.

    Oh no, eso nunca es bueno.

    -¿Qué hiciste ahora Aleyda?-pregunté mientras me masajeaba la frente de lo frustrada que estaba con esta preadolescente.

    -En mi defensa, fue mamá la de la idea-dijo alzando ambas manos- yo solo la llevé a cabo.

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⏰ Última actualización: Apr 03, 2019 ⏰

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