Viva en un pico en el extraño barrio de él, algo irregular si lo queremos ver en el sentido de que no era recto, más bien, su zona era como caminos que empezaban en cuadras y terminaban en casas. Pero si comenzaba una nueva vida tendría que guardar algunas cosas. Tomo sus fotos y las guardo en el sótano, en ese que el solo sabía como llegar, reviso sus Cds y dejo solo los que eran algo más "actuales". Fue a su computadora e hizo un backup de las cosas para que no alla rastro de quien era. Su perro estaba en desacuerdo y se reía a lo que hacía. Había jurado no hacerlo nuevamente, el no sentir lo que sentía, pero lo sentía y esta vez no dejaría que todo se arruinara como las otras veces.
Subió una bolsa de golpear y la coloco, una cama paraguaya cerca del hogar y miro.
- Algunos posters vendrían bien, mañana saldré por ellos- Chasqueo los dedos, tenía posters de viejas bandas punks, pondría algunos.
Ya estaba casi terminada la decoración y le llevo hasta entrada la noche, entonces salió afuera con la ligera nevada vestido de forma muy ligera con cuerdas miro a los costados y de un salto salió disparado por los cielos. Se dirigía algo lejos, a un bosque a la salida de la ciudad a buscar leña ya que si tenía visitas necesitaría más que la que usaba para calentar a su amigo.
Busco las ramas caídas primero y luego algunos árboles jóvenes que el mismo plantara hace mucho, contantemente cortaba ese predio y lo sembraba, lo que pocos sabían que era de él como tantas otras partes. Se puso en frente de un árbol, le pidió disculpas por lo que iba hacer, rezo por su alma y le dio un único golpe. Las hojas, todas se cayeron y varias líneas de color blanco comenzaron a cubrir el árbol, luego este se desarmo como cortado por un experto leñador. Ato todo lo que pudo en sus cuerdas y las llevo a su casa, así lo hizo tres veces.
Mientras volva con su salto miraba abajo, la ciudad casi abandonada por la nevada y recordó cuando ese lugar era un caserío o anterior, cuando siquiera estaba la ciudad y aquel castillo que había en esas montañas no más que la única construcción, pero eso fue hace mucho, demasiado tiempo.
Tiempo de señores, tiempo de nobleza, tiempo de dragones y dioses, pero eso ya era viejo, ahora había llegado la civilización y todo cambio.
Los viejos dioses dieron cabida a los nuevos, todos habitaron la gran montaña.
Aterrizo en un techo y salto de nuevo.
Ahora no había tiempo para esos pensamientos, ahora estaba Alex y su cabaña, ya no más castillos ni bosques, ni lobos ni señores, ni dragones ni dioses.
Había llegado la era de Kan y Alex.
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Una historia, nada mas I #Wattys2019
RomantikKan, un ser inmoral pierde a su familia y por casualidad de los hados encuentra a un joven que le vuelve inspirar sentimientos, deja atras toda su vida, su edad aparente y todo lo que en esencia era para ajustarse a su nuevo amor.