ALGO RARO PASA EN PARÍS

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Nicolás termina de cerrar el cierre de un bolso y lo mete en la maletera de su camioneta. Bianca mete unas botellas de agua en su mochila con un parche de género que dice:"Metallica" y se mete al auto.

—que lastima que nos vayamos—dice Nico con una expresión triste

—si—responde ella lamentándose—pero es hora igual de que volvamos, hemos pasado un mes de vacaciones, que igual es harto.

—han sido las mejores de mi vida sin duda alguna.

—mías igual.

—entonces....—dice Nico con un gesto de pregunta en su cara.

—tenemos que ir al hotel. Ahí dormiremos y mañana compramos los pasajes a Santiago de Chile.

—excelente—dice y arranca el motor de la camioneta. Bianca conecta su celular a la radio del vehículo y pone a Iron maiden y sonríe—ahora si viajemos.

Luego de largas horas de viaje desde los Alpes franceses hasta la capital, Vieron por fin edificios a lo lejos. Mejor dicho vió, porque Nico estaba durmiendo.

Bianca se acercó y vió que había una enorme congestión en la aduana.

Nicolás se despertó con unas voces. Hablaban en inglés. Algo de que no podían entrar. Puso oído y reconoció la voz de Bianca que le preguntaba que estaba pasando. Nico se levantó, se restregó los ojos y observó.

—hay algo raro en el centro, así que necesito que tomen la otra ruta para entrar—dice el hombre que los detiene.

—¡Pero esa queda al otro lado de la ciudad!

—lo lamento señorita, pero eso me ordenaron. ¡Circule!

Bianca echó a andar el auto y dio media vuelta. Miró a Nico y él observó su cara de cansancio.

—queda poca gasolina Nico, ¿Podrías ir a buscar? El bidón está en el maletero.

—esta bien, no te preocupes.

Nicolás bajo de la camioneta y abrió el maletero. Sacó los bidones y tomó el mapa de Paris. Con cara de molestia vió que la gasolinera más cercana estaba a más o menos 6 cuadras de ahí.

Nico camino en dirección a esa gasolinera. Extrañado vió todo lo que estaba sucediendo. Mucha gente empezaba a hablar cosas que el no entendía, tenían caras de temor, muchos autos salían de Paris. Eso le provocó un poco de miedo. Tenía que apurarse.

Aceleró el paso empezando a sentir temor. Pasó por un negocio que estaban cerrando en plena tarde. Rápidamente compró un diario y se lo guardó. Lo tenía que leer en el auto. Así que a paso más que rápido se dirigió a dicha gasolinera. Se topó con un policía para preguntarle qué pasaba.

—En el centro, salga rápido de este lugar—fue lo único que le dijo este.

Nico sintió ya más que temor. Empezó a correr hacia la gasolinera temiendo que está estuviera cerrada. Para su suerte, estaba operando. Pero estaban echando gente. Estaba al tope de autos. Nico corrió y pidió que le llenarán los bidones. El hombre de servicio que debía tener unos treinta años lo atendió. Le agradeció que fueran bidones y no un auto.

Una vez ya listo Nico emprendió una carrera hacia el auto donde se encontraba Bianca. Reconoció el sector y algo no le cuadraba.

Con terror descubrió que la camioneta no estaba.

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Bianca empezó a preocuparse al ver gente corriendo. Miró por la ventanilla al escuchar una ambulancia. Esta venía acelerando. Entraron tanques y dos camiones con militares. La cosa estabas grave. Rápidamente tomo su celular y buscó lo que estaba pasando en París. Lo he encontró le dio pavor. Leyó:"Raros sucesos en París. El ministerio de salud anunció que una extraña enfermedad no conocida demasiado contagiosa y mortal. Habían casos en Marsella y Lyon. Pero en París, un hombre contagiado huyó del centro médico donde se encontraba y empezó a contagiar gente. La milicia francesa solicitó la evacuación del centro de Paris, Marsella y Lyon".

Bianca decidió salir de ahí. Había mucho tránsito militar. Retrocedió unos metros para poder dar la vuelta. Empezó a alterarse, demasiadas bocinas, Nico se empezaba a demorar.

Una sirena la sobresalto. Una alarma de evacuación en francés y luego en inglés.

—"Evacuar la ciudad. Repito, evacuar la ciudad. Riesgo biológico".

Bianca se dirigió por donde Nico se había ido con la esperanza de hallarlo. Lo que no sabía era que el tomó otro camino.

Bianca no lo encontró. Por más que lo busco no lo halló.  Pensó en llamarlo pero no tenía saldo. Pero él si. Solo necesitaba una llamada de él.

Bianca dio la vuelta y se dirigió al "punto de encuentro". En el camino se encontró con su teléfono vibrando. Era Nico. Rápidamente contestó.

—¡¿NICO DONDE ESTÁS?!

—eso te iba a preguntar yo. Estoy pero no te veo. Necesito que llegues aquí.

—me dirigió para a....—Bianca fue interrumpida por unos balazos que provenían del celular de Nico. Este pegó en grito y el teléfono sonó como si se hubiera caído. Luego silencio total.

—¿Nico?, ¿Estás ahí? ¿HOLA?

Él no respondió.

270T. La Última Trompeta Del ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora