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instastories

ateneagiordano

laraweschler ha reaccionado a tu historia 😏

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laraweschler ha reaccionado a tu historia 😏

hoy tenes la entrevista con Paulito?
   

sip

bueno, enamoralo con tu sensualidad 7u7

jskahajajaja
tarada

🙄😏
👀visto

leomessi ha respondido a tu historia

la primera vez que te levantas antes de las diez 😂😂😂 

hsjajaja estúpido

suerte en la entrevista con Paulito

qué? pq todos saben de esa entrevista? me estuvieron jodiendo toda la semana 🙄

Anto me lo dijo

que raro 🙄

sólo no hagas quedar mal a los messi por favor

ja ja ja gracioso 😑

😂😂
👀visto

😂😂👀visto

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Llegué como 20 minutos antes de lo pactado al bar, le pedí al gerente del lugar si podría haber un espacio más privado y le expliqué sobre la entrevista

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Llegué como 20 minutos antes de lo pactado al bar, le pedí al gerente del lugar si podría haber un espacio más privado y le expliqué sobre la entrevista. Éste me prometió discreción a pesar que se le notaba emocionado por conocer al futbolista.

Me guió hasta la segunda planta, donde me dijo que aquí eran donde se efectuaban varias reuniones, que nadie molestaría y sería el lugar perfecto para la ocasión. Le agradecí y le pedí que me traiga un capuccino con algo para comer, mientras tomaba asiento cerca del gran ventanal.

Signorina, ti farò sapere quando arriva il signor Dybala—me dijo el mozo en italiano. Agradecía desde lo más profundo de mi corazón haber empezado las clases de italiano un par de meses antes. Si bien no me manejaba excelentemente, me defendía bastante.

—Okey, grazie mille. —agradecí en el mismo idioma. Mi habla no era perfecta, pero por lo menos lo entendían.

Exactamente a las seis en punto vi a Paulo entrar por la puerta del restobar. Wow, que puntual.  Automáticamente me acomodé el pelo y chequee mi maquillaje al natural. Mis nervios aumentaron al 100 por ciento. Intenté tranquilizarme. Dios, era Paulo Dybala. Quizás una de las entrevistas más importantes de toda mi carrera.
Él apareció de repente. Wow, qué bueno que está. Dios, Atenea, calmate estúpida. Me sonrió y se acercó.

—Hola Atenea. ¿Cómo estás? —me saludó con un beso en la mejilla. Estaba en las nubes.

—Hola, Paulo. Bien ¿vos? —tomamos asiento mientras un emocionado mozo se acercaba a tomar el pedido.

—Bien, gracias.

—Gracias por aceptar la entrevista. —le agradecí sinceramente, volvió a sonreír.

—No hay de qué. Hacía tiempo que no tenía una. —comentó.

Ciao, signore. Cosa ti piacerebbe per uno spuntino?  —le preguntó el mozo a Paulo.

Ciao, vorrei un caffè con latte e qualche masitas con le noci—le respondió el ojiverde en un perfecto tono italiano

Adesso, signore. Con permesso—dijo el mozo retirándose.

—¿Masitas con nuez? —consulté interesada ante su pedido.

—¿Nunca las probaste?—negué con la cabeza—es la especialidad del bar. Son riquísimas.

—No tuve la oportunidad. Hace cuatro días llegué y aunque no lo parezca, ando con mucho trabajo. —me expliqué.

—Entonces vas a necesitar un guía turístico. —comentó.

—Creo que sí. —reí. —¿Te parece si comenzamos con la entrevista?

•••
Al finalizar la entrevista me quedé con Paulo hablando unos minutos. Habíamos pegado onda. Me había caído muy bien. Hablamos de todo un poco. Yo le conté sobre las amistades que entablé con varios futbolistas y artistas que entrevisté y el me habló sobre la Juve, la selección, su familia. Quién iba a pensar que en menos de 3 horas íbamos a pegar confianza. Nos sacamos un par de fotos para la revista. Yo tenía que publicar algunas, ya que la misma editorial me lo exigía.

—Así que...no sabía que Leo tenía una prima. —comentó. Estábamos saliendo del bar y yo me acerqué a la calle para conseguir un taxi.

—Casi nadie del medio lo sabe. Ahora que me estoy haciendo más conocida se comenzó a viralizar que soy su prima. —reí distraída.

—¿Por parte de madre? —preguntó.

—Sí, de madres. Nuestras mamás son hermanas. —expliqué todavía buscando un taxi.

—Ah, ¿veniste en taxi?

—Sí, estoy tratando de conseguir uno. —dije media resignada. Casi eran las nueve de la noche.

—Deja, yo te llevo. —me dijo de repente. Lo miré.

—¿Qué? No Paulo, no te molestes. —me negué.

—Pero si no es molestia. Además, no aparece ningún taxi y hace frío. Es lo mínimo que puedo hacer. —insistió. Lo miré indecisa, no lo quería molestar. Pero realmente hacía mucho frío y estaba muy oscuro para volverme caminando las 15 cuadras que me separaban de mi departamento.

—Está bien. —acepté finalmente y nos encaminamos a su auto.

Los pocos minutos del viaje no fueron incómodos. Paulo encendió la radio y mientras una canción de Laura Pausini sonaba, hablamos sobre lo que él extrañaba de Argentina.
—Muchas gracias por traerme. —agradecí al llegar a mi casa. 

—No fue nada. Ey, Atenea. —me llamó, volví mi mirada a él esperando a que hable. —Mañana por la noche hay una cena en mi casa. Van a ir el Pipita, Masche, el Tucu, Lautaro e invité a Leo y Anto también. Estás invitada. Espero que vayas —me sonrió.

—Oh, gracias. Espero poder ir. —digo aún sorprendida por la invitación.

—Dale, te espero. Te mando la jora y dirección por whatsapp. Ciao—se despidió en italiano.

—¡Chau! Nos vemos. —respondí ingresando a mi departamento. Qué día.

Sucker - Paulo Dybala (Instagram) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora