Mil Besos Tuyos

Ese Día

¿Alguna vez pensaron que el amor a primera vista existe? Siempre pensé que eso solo pasaba en las películas, pero me pasó y ahora puedo decir que el amor a primera vista si existe y no es ficción.

Siempre fui de la idea de que las personas no estaban destinadas, conocías a las persona por suerte nada más, ella se volvió mi destino, la persona a la que quería ver todos los días, con quien quería compartir hasta lo más insignificante de mi día, solo había un pequeño detalle, yo no sabía amarme, no sabía quererme, como se suponía que iba a querer a alguien como ella.
Enamorarse no viene con un manual y eso lo aprendí cuando la conocí, aquel día iba caminando por la calle, como todos los días lo hacía al regresar del trabajo, venía escuchando una canción que la verdad no le prestaba atención, tenía los audífonos puestos, cuando por despistada, como siempre, choqué con alguien, podrían pensar, que cliché es eso, pero para mi era un simple choque, que no tenía nada de importancia, hasta que nuestros ojos se miraron, parpadee unos segundos y seguí mi camino, intentando pensar en lo que recién había pasado. Claro como toda despistada no le di mucha importancia, me disculpé y estaba por seguir mi camino, cuando me tomó de la muñeca y me dijo:
— es-espera, yo... — se veía nerviosa y no entendía muy bien el por que.
— lo siento, no fue mi intención lastimarte, ¿estás bien?— le regale una sonrisa y pude ver como se sonrojo, era la primera vez que me pasaba algo así. Ella solo asintió, me di media vuelta y empecé a caminar, solo avance 5 pasos cuando se me paró enfrente.
—podrías darme tu número de teléfono — tenia el de ella en sus manos y me miraba apenada.
—¿me vas a demandar por el choque?— obviamente era broma lo que estaba diciendo.
—N-no yo solo... Bueno, es que... Solo me gustaría poder hablar contigo más tarde— se veía muy tierna, esperen que es lo que acabo de pensar.
— era una broma, solo te advierto, que suelo no contestar enseguida y aveces me desaparezco— en eso sacaba mi teléfono, le sonreí y le entregué mi teléfono para que guardara el suyo y ella me dio el suyo para guardar mi número.
—aquí tienes— le entregué su teléfono y vi que solo se quedó mirando la pantalla.
—Abby— dijo casi en un susurro, vi como se formó una sonrisa en su rostro
—para servirte...Emma— me sonrió y me di la vuelta para irme.
Ese día había sido algo extraño, pero agradable al final, no soy de las personas que entregan su número de teléfono de la nada, pero ella me transmitió mucha confianza, así que por eso decidí dárselo.

Un poco corto el primer capítulo, pero espero sea de su agrado.
Es una historia original, bueno el título creo que ya existe, pero la historia en sí es original.