Amazing!

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Increible. Eso fue lo que salió de la boca del ex-doctor militar luego de presenciar una deducción de Sherlock Holmes, esas palabras sorprendieron al detective que estaba acostumbrado a recibir constantes insultos y miradas de desprecio por su arrogancia, pero su rostro mantuvo una expresión seria y no dijo nada al respecto mas que un simple

-Lo se,pero gracias por apreciarlo

Una vez estuvieron de vuelta en el departamento, John se sentó a descansar las piernas en su sillón asignado y Sherlock se excusó yendo a su habitación.

El ex-medico militar,John H. Watson terminó viviendo con un famoso detective de Londres, Sherlock Holmes, del cuál no sabía nada al respecto por su ausencia en el país. Ambos comparten un departamento en el 221B de Baker Street,sus días normales son resolviendo crímenes sobre los cuales Watson escribe en un blog. A diferencia de John, a Sherlock no le molestaba compartir apartamento con él, habían acordado horarios y se sabían las rutinas del otro por lo que su convivencia era pacifica. Sin embargo, al principio John no estaba seguro de que lograran llevarse bien, eran muy diferentes, sin contar que Sherlock era muy peculiar, pero con el paso del tiempo se volvieron grandes amigos.

John se estiró en el sillón,se levantó e hizo crujir su espalda. Se adentró en la cocina decidido a hacer la cena, por milagro había comida y no partes de algún cuerpo en el refrigerador. Mientras cortaba unas verduras dejó a su mente vagar en algunos recuerdos.

Cuando llevaba ya unas semanas viviendo con el detective se dio cuenta de varias cosas.
-A pesar de su inteligencia y aportes en los crímenes no muchos aprecian a Sherlock o soportan tenerlo cerca.
-Nunca ha mostrado otra actitud que no sea la de arrogante.
-Las únicas visitas que reciben son clientes o vagabundos,ninguno de los dos tiene demasiado contacto con amigos o familiares.
Estos datos hicieron que viera a Sherlock como alguien solitario pero también como un igual. Cuando volvió del servicio militar era malhumorado, sarcástico y no quería a nadie cerca, en el caso de Sherlock nadie lo quería cerca, logró sentir empatía hacia su compañero. Varios meses después fue creciendo una amistad entre ambos y lo ultimo que se hizo presente fue un sentimiento de admiración hacia el detective consultor.

-Ay!

Estaba sangrando,se había echo un corte al distraerse. Puso su dedo bajo el chorro de agua y miró como la sangre que brotaba resbalaba junto con el agua hacia el desagüe. El recuerdo de cuando golpeó a Sherlock se hizo presente y dejó salir una pequeña risita. El sonido de unos pasos lo sacó de sus pensamientos, Sherlock se apareció en la cocina aun con la camisa blanca y pantalón de vestir. Se sentó en la mesa que poco se usaba y entrelazó sus dedos mirando fijo hacia el frente. John lo ignoró y siguió cortando las verduras que faltaban una vez el sangrado se había detenido.

-Gracias

La cocina estuvo en silencio unos segundos, el corte del cuchillo contra la verdura se había detenido. John miró a Sherlock, seguía con la vista al frente, asintió confundido y siguió con su trabajo. Volvió a detenerse al sentir la mirada de su compañero sobre él

-¿Necesitas algo?

-Esperaba una respuesta involuntaria de tu cuerpo pero no hay nada, lo que significa que no entiendes mi agradecimiento

-No dices 'gracias' muy seguido asi que supuse que estabas pensando en la acción de dar gracia,reírte de algo. Ya sabes, gracias hacen los monos

-Muy astuto de tu parte, pero me refiero al halago de esta tarde

John torció la boca en un intento de recordar cuando había dicho algo agradable sobre Sherlock. El pelinegro seguía mirandolo fijamente, esperando una respuesta o quizas un movimiento

-¿Te refieres a tu deducción? Solo me sorprendió lo fácil que haces todo, ademas fueron muchos detalles los que adivinaste de aquella mujer

-No adivino,deduzco. Es muy diferente

-Lo se,lo se. Bueno,de nada

John siguió con la comida como si esa conversación no hubiera sido nada, sin embargo le pareció extraño que Sherlock se quedara en la mesa. Esperaba que fuera a tirarse al sofa o a su sillón

-Entiendo que me veas como una figura superior ya que eras ignorante a mi conocimiento cuado volviste de la guerra, pero fascinarse por algo como eso solo demuestra tu-

-Sherlock,solo toma el maldito halago

-....Creo que eres un excelente doctor y que podrías decirme la causa de una muerte a partir de la herida en el cuerpo

John estaba tentado a preguntar si lo decía en serio, pero siguió su propio consejo y solo agradeció el halago con una sonrisa que Sherlock no vio por que estaba de espaldas. Finalmente se levantó de la silla y se acercó a John por detras mientras este ponía una olla al fuego, mantuvo la distancia pero se quedó observandolo. Cuando John se dio la vuelta se sobresaltó al verlo y apoyó su mano involuntariamente sobre la cocina caliente

-¡John!

-¡Maldición,Sherlock! ¡¿Por qué te apareces de la nada detras de mi?!

El detective ignoró las palabras del doctor y tomó su mano para ponerla debajo del grifo. El agua fría calmó el ardor por unos segundos pero era sabido que cuando su mano se alejara del agua volvería a arder. Sherlock no se movió, estaba detras de él sosteniendo su mano y mirándola fijo con una expresión seria,John notó su genuina preocupación y le sonrió con tranquilidad

-He tenido heridas peores. Busca el hielo,por favor

Dudó antes de separarse del doctor, buscó una bolsa de hielo para que John la ponga sobre su mano. Ambos fueron a la sala y se sentaron en el sofá, John dejó salir un suspiro y miró de reojo a Sherlock.

-Hoy estas mas callado de lo usual, incluso disperso. No es que me queje, pero normalmente estarías con tu teléfono o hablando y soltando quejas sobre los policias incompetentes que ayudaron en el caso. Apenas llegamos te encerraste,¿te sientes bien?

-Solo estoy cansado,hoy fue un día muy agotador

-Tus ojos no tienen brillo,tienes ojeras, miras a la nada, sigues con tu ropa formal en vez de la bata y te alteraste mucho cuando mi mano se quemó

Sherlock se quedó en silencio y dio vuelta su rostro

-¿Sherlock?

-Buena observación John,estas aprendiendo....Increible

John soltó aire por la nariz y sonrió. Desde su posición notaba las orejas rojas de Sherlock, estaba avergonzado de haber sido descubierto. Se acomodó en el sofa y dejó su mano sobre su regazo con la bolsa de hielo encima. Le divertía cuando lograba molestar al detective.

INCREIBLE (Johnlock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora