INCREIBLE (Johnlock)

Awesome

Asombroso. Sherlock estaba atento a la carta entre sus manos cuando oyó a John,no pudo responder. Ahora su atención estaba en Watson quien se encontraba muy cerca mirando su trabajo,sentía su respiración en el cuello y el rose de su hombro contra la espalda. Intentó no lucir obvio y volvió la mirada al sobre,carraspeó ligeramente. John lo miró y se apartó,entendió que invadía el espacio de trabajo del detective, caminó hacia el otro lado de la mesa y se sentó frente a su computadora. Miró a su compañero por sobre la pantalla,notó el rojo de sus mejillas resaltar en su blanca piel

-¿Te sientes bien?

El mas alto asintió y siguió con lo suyo,Watson se puso de pie

-Te haré un té,quizas estes por coger un resfriado. Lo ultimo que necesito es tenerte quejandote de eso también

Cuando John cruzó la entrada de la cocina,Sherlock partió hacia su habitación y cerró la puerta dejando desconcertado a su compañero. Holmes lo sabía, no era para nada tonto,era algo obvio,pero lo ignoraba y lo negaba. Recorrió toda su habitación con zancadas,agitó su cabello,se sentó en la cama e intentó calmarse,ir a su palacio mental lo ayudaría a entender. Pero a diferencia de otras veces, no pudo concentrarse completamente y salió de su trance por los golpes en su puerta. Watson ingresó con expresión molesta

-Si no querías té lo hubieras dicho,no era necesario escapar

-No me hubieras escuchado,eres un doctor muy persistente

John sonrió de lado y se cruzó de brazos

-Esta en la sala,bebe antes de que se enfríe

Luego de esas palabras se retiró, Sherlock esperó a que desapareciera por la puerta antes de levantarse y salir también. En la mesa,donde antes estaba la carta ahora había una taza de té humeante junto a un plato de galletas

-No tengo hambre,John

-No es para ti

Watson tomó asiento y apartó su portátil para apoyar otra taza de té y tomar una galleta. Sherlock grababa cada uno de sus movimientos con la mente,a pesar de que solía hacer todo de manera brusca cuando estaba cansado,seguía siendo un misterio el porque le llamaba la atención todo lo que hacía el doctor. Se sentó y dejó salir un suspiro que alertó a John

-¿Frustrado? ¿Aburrido tal vez?

-Es un caso en particular el que me mantiene ocupado. Le doy muchas vueltas pero no logró encontrarle el sentido,el por qué

-¿Cuál es?

-No lo entenderías,es incluso confuso para mi

-Ya te dije que no todas las personas son idiotas,Sherlock

-No te estoy llamando idiota,solo digo que no podrías entenderlo porque es en extremo confuso

John asintió con clara molestia y se llevó otra galleta a la boca,la fuerte mordida que le dio provocó un escalofrío en la espalda de Sherlock. Pasó saliva y dio el primer sorbo al té preparado por su compañero.

Este caso tan complicado estaba bajo el nombre de John Watson, ¿por qué le atraía tanto? ¿Qué provocaba que quisiera mirarlo todo el tiempo? ¿Por qué ese simple hombre con un constante mal genio lo hacía perder la concentración con sus pequeños cumplidos? ¿Y por qué se estremecía ante su tacto? Como se dijo antes,era obvio, pero Sherlock no quería aceptarlo. La respuesta estaba frente a sus ojos pero no quería verla. Tampoco se quería poner a pensar en ello claramente,el solo escuchar la razón de su comportamiento lo hacía enloquecer.

-Sherlock,un pingüino podría darse un baño en esa taza. Por favor bebe

-John,los pingüinos no..-

-Por el amor de Dios

Tomó una galleta y la puso frente a su rostro

-Al menos come

Por un segundo Sherlock pensó en tomar la galleta con la boca, una ridícula muestra de afecto entre parejas,pero solo la agarró y se la llevó a la boca por su cuenta. John suspiró satisfecho y se levantó

-Eres increible

Sherlock se tensó,lo miró,esta vez no había una sonrisa en su rostro al decirlo.

-Mira que hacer berrinche por la comida,pareces un niño

Sherlock soltó el aire que estaba reteniendo,esta vez no fue un cumplido. John tomó su taza y la dejó en el fregadero de la cocina

-¿Necesitas que haga algo?

-¿Podrías dejarme analizar tus heri..-

-Buenas noches

Se escuchó el sonido de la puerta cerrarse,Sherlock se golpeó mentalmente. A John no le gustaba que mencionara sus heridas como si fueran un juguete de investigación pero fue lo primero que se le vino a la mente,la imagen de su torso desnudo lleno de cicatrices que jamas vio resaltando contra su bronceada piel. Se acercó a la ventana y comenzó a tocar una pacifica melodía en su violín para John,para que pueda descansar sin pesadillas. El sonido de la leve llovizna nocturna en Londres logró dar el ambiente de tranquilidad que el detective buscaba y continuó con su melodía una y otra vez hasta que salieron los rayos del sol.