Harry frunce ligeramente los labios al escuchar cuchicheos detrás de él pero trata de ignorarlos mientras mantiene su vista fija en las palabras escritas en el pizarrón que poco después desaparecen por segunda vez y son reemplazadas por unas nuevas, citando frases de algunos escritores reconocidos de la edad contemporánea y sus libros más famosos.
Los murmullos acaban en cuanto el maestro gira a verlos y Harry sonríe ligeramente cuando lo único que puede oír son los lápices y plumas hacer un leve ruido al chocar con las delgadas hojas, Harry pide unos minutos de atención para así poder explicar un poco más sobre la clase, empieza dando detalles importantes de aquellos libros y también menciona sus favoritos, poco antes de que la campana suene finaliza la charla invitando a sus alumnos a tomarse un momento del día para leer aquellos textos. Varios apuntan en su cuaderno lo escrito por el maestro mientras otros guardan con rapidez sus pertenencias en sus mochilas. Los sonidos de cuadernos cerrándose y zippers abriéndose se detienen cuando el prefecto habla en voz alta, su voz gruesa y autoritaria llama la atención de sus alumnos.
—No quiero arruinarles su viernes, pero —los jadeos de molestia se hacen escuchar en el lugar y el ceño del hombre se frunce al oírlos, entonces los sonidos que salían de las bocas de los jóvenes desaparecen— recuerden que para el lunes deben entregarme su ensayo de Literatura. En especial tú, Tomlinson.
La mirada del más alto se dirige al muchacho de preciosos zafiros, observa como las mejillas del castaño se tornan de un color carmesí mientras mueve la cabeza de arriba hacia abajo, asintiendo rápidamente y soltando un suspiro cuando nota que al fin los orbes verdes ya no están fijos en él.
—En realidad —Harry lo piensa por un momento y asiente para sí mismo—, quédate. Tengo que hablar seriamente contigo sobre tus calificaciones. Será solo un momento —aclara para aligerar el probable nerviosismo del muchacho—.
Las voces de los jóvenes son un coro de uhh y susurros inentendibles que terminan cuando el alto y guapo profesor pasa rápidamente su mirada por toda la clase.
—Ahora sí pueden retirarse, buen fin de semana.
Un par de alumnas se acercan a su escritorio para despedirse y desearle un buen fin de semana, Harry se despide de ellas con toda la amabilidad que posee mientras el resto de alumnos se retiran, cuando el salón al fin se encuentra en completo silencio, lo vuelve a mirar.
Está sentado sobre uno de los pupitres de la primera fila, su cabello castaño y lacio cae sobre su frente, sus ojos azules observan sus zapatos buscando algo interesante en ellos, sus mejillas están levemente sonrosadas —no es algo nuevo, ha notado al chico sonrojarse cada vez que le habla—, su labio inferior está atrapado entre sus dientes, sus cortos dedos jugando con el borde de su gran chaqueta verde militar y sus piernas se están meciendo en el aire. Sus ojos viajan por su rostro nuevamente y nota como la luz del sol que entra por la gran ventana choca contra su preciosa piel dorada, luce como un ángel.
En realidad, Louis es un ángel.
—Tomlinson —le llama con esa voz profunda que a Louis le encanta. Le encanta cada vez que menciona su nombre y apellido al pasar lista, le encanta cada vez que lo felicita por sus lindos poemas escritos en clases y hasta le encanta como grita su apellido para llamar su atención porque Louis se distrae en sus pensamientos al imaginar tocar y besar el blanquecino rostro de su maestro—. Este mes tus calificaciones han bajado mucho, ¿qué ha pasado?
Louis intenta abrir la boca para responder pero Harry continúa.
—Eres de mis mejores alumnos, Tomlinson. Tú tienes un gran potencial y talento.
ESTÁS LEYENDO
you're perfectly wrong for me ; larry [os]
Fiksi PenggemarLouis es un alumno intentando pasar su último año. Harry es su maestro de Literatura. Y quizás hay algo entre ellos que no es correcto, pero es lo que ambos quieren.