Capítulo 7: ¿Tú?

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Otra mañana sin tener las cosas claras, en la mente de Ochako, el domingo era el día más aburrido de toda la semana, debido a tres razones. La primera no poder salir de la casa, porque ir sin nadie era bastante aburrido, la segunda que no podía ver a sus amigos y por último, sus padres nunca estaban en casa y siempre llegaban entre dos y tres de la mañana del lunes.

Ya había pasado algo de tiempo desde que Izuku se "declaró" sin embargo, éste sólo actuó como si no hubiera pasado nada. Por otro lado Shoto ya estaba yendo con normalidad a clases y eso le hacía feliz en cierto modo.

De pronto unas vibraciones se sintieron bajo la almohada de plumas de Ochako, revisó y al parecer tenía un mensaje.

"Buenos días Ochako, te estoy esperando afuera de tu casa"

Cuando la chica vio el autor del mensaje salió disparada de la cama, ella aún seguía en pijama, se dirigió a la ventana del cuarto de sus padres para ver si en verdad era él, recorrió la cortina y abrió la ventana totalmente.

Se impresionó, honestamente ella no esperaba que fuera cierto.

-¡Shoto! Buenos días.-.

-Hola, te iba a invitar a salir, pero por lo que veo la perezosa sigue en pijama.-. Soltó una risita.

-Dame cinco minutos, vaya que me leíste la mente que estaba aburrida.-.

-Claro. Aquí te espero.-.

Ochako corrió de nuevo a su cuarto, abrió el closet y de ahí sacó una falda color negro y una blusa blanca de manga larga.

Un problema muy grande era su cabello, siempre despertaba con el típico cabello rebelde y para colmo las puntas hacia arriba.

Prendió la plancha sólo para arreglar esas puntas, y el resto fue pan comido.

Se lavó los dientes a una velocidad indescriptible, y en justamente cinco minutos corrió con las llaves en la mano a la puerta.

Ochako no se había fijado bien cómo iba vestido Shoto, sin embargo cuando lo vio ya de frente se enamoró del conjunto que traía, le hacía ver como "el típico chico popular de prepatoria".

-Vaya, que puntual.-.

-Siempre.-.Rió.

-Y bien, ¿a dónde vamos?.-.

-Vamos al parque, de ahí nos pasamos a la plaza ¿te parece?.-.

-Perfecto.-.

Tomaron el metro para llegar a la estación cercana al metro. Pero, algo que olvidaron ambos jóvenes era el día de "Hanami" o cuando los cerezos florecen.

-Oye Shoto, ahora que lo pienso. ¿Cómo supiste mi dirección?.-.

La chica notó un pequeño color rosa en el rostro del chico. "¿Quizá por el calor"-pensó ella.

-Izuku me lo dijo. Le dije que quería visitarte, espero que no te haya molestado.-.

-Para nada, en fin, ya llegamos.-.

Al salir de la estación, una escena bastante colorida les aguardaba a su llegada. Globos, puestos de comida, y carrozas. Anuncios, parejas, familias; pero sobre todo un hermoso y gran cartel "Feliz Hanami".

-Se me había olvidado por completo el Hanami.-.

-Igual a mí. Pero Ochako, así es mejor ¿no?. Me refiero, ver los cerezos florecer es algo inolvidable.-.

-Sí, vamos al carnaval, quiero algo de comer que no he ni desayunado.-. Mencionó, tomó la mano de Shoto y ambos se fueron corriendo.

-Más despacio Ochako.-. Al escuchar esto, la chica tuvo un rubor en sus mejillas, había estado tocando su mano todo este tiempo. "Por qué me estoy poniendo así, si Shoto es solo mi amigo". Aquel pensamiento estaba en la mente de Ochako.

-¿Pasa algo Ochako? ¿Te cansaste?.-.

-¿Eh? No... Para nada.-.

...

El tiempo había pasado demasiado rápido, Shoto había invitado a Ochako a cenar, aunque ésta en un principio se había negado, finalmente accedió tras haberla llevado a un restaurante de cortes.

La carne era su debilidad.

Casi era hora de los fuegos artificiales y que en un barco pasara un gran árbol de cerezo. Claro, eso sería hasta la media noche.

Ochako revisó su teléfono, y vio:
10:00.

-Aún faltan dos horas Shoto.-.

No hubo ninguna respuesta del chico.

-¿Me escuchaste?.-. Volvió a cuestionar.

-Sí Ochako, pero...-.

-¿Pero?.-.

-Quiero que me perdones.-.

-¿Ah? No haz hecho nada malo.-.

-Perdóname por hacer que te preocupes por mi, los días que falté al colegio. El once de enero fue mi cumpleaños... Pero no lo tomo como una fecha especial como para cerebrar.-.

Ochako no respondió, así que Shoto tomó una de sus manos.

-Ochako Uraraka, quiero que sepas que yo siempre, he sido un insensible, pero tú me cambiaste, tú me hiciste ver el lado positivo en todas las cosas, hiciste que me divirtiera, vaya... Hasta hiciste que estuviera loco por ti.-.

-Shoto...- Interrumpió.

-Lo que te quiero decir, es que tú eres mi persona especial, en clases no puedo dejar de verte por lo hermosa que eres, tu sonrisa me hipnotiza y tu forma de ser, simplemente es indescriptible. Por esto Ochako, me gustas. Me gustas mucho; yo fui la persona que dejó aquella carta en tu casillero, pero Izuku se dió cuenta...-.

-Yo, yo...-.

-Lo sé, sé que Izuku se me adelantó y tal vez ya hasta ustedes dos...-.

-¡No!. Yo rechazé a Izuku, porque en verdad, quién me gusta eres tú.-.

-Ochako...-.

Shoto se acercó más a Ochako, pasó un brazo sobre su hombro haciendo que ésta quedará muy cerca de su pecho, se inclinó un poco y besó su frente.

-Gracias.-.






Fin.












Habrá un epílogo, no se espanten pequeñas cositas hermosas. ❤️ Agradezco mucho a todos los lectores y las posiciones que hemos tenido el 1° y 4° lugar en Todochako. En verdad muchísimas gracias.

Todo lo hice por ti. [Todochako] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora