Dormir era uno de los pasatiempos favoritos de Nicholas, justo eso se encontraba haciendo antés de que su madre decidiera despertarlo. Unos susurros cerca de su oído fue lo que escuchó el mientras dormía, un cosquilleo en su oreja por el aire que su madre largaba de su boca cuando hablaba. ''Nicholas'' repitió su madre hasta que por fin logró abrir sus bonitos ojos azules los cuales no pudo mantener abiertos más de 10 segundos ''vamos, despierta'' Su madre seguía susurrando intentando que se levantara
— Ya voy — Dijo Nicholas en tono un poco agresivo, odiaba que lo despertaran aunque a veces si no lo hacían el se dormía y perdía las clases a las cual debía asistir sin falta. Tomó el reloj de su mesa de luz y revisó la hora para ver a que hora a la madre se le había ocurrido levantarlo —Agg —Susurró al ver la hora, dejó el reloj sobre la mesa de luz y escondió su cabeza en su almohada — Mamá, es sábado y son las nueve de la mañana, no jodas —
— No importa, debes levantarte temprano para aprovechar del día — Dijo su madre, típico de las madres, levantarte temprano para que ''disfrutes el día''.Se cruzó de brazos y miró a su hijo esperando que este se levantara — Levántate —
Pasarón más de diez minutos y la madre de Nicholas seguía parada al lado de la cama esperando a que el se levantara pero el ya había caído en un profundo sueño nuevamente
— ¡NICHOLAS! —Gritó su madre al ver que este no se levantaba por más que se lo repitiera, había empezado en un tono suave para levantarlo pero su paciencia se agotaba lo que hacia que se pusiera cada vez más molesta — Te espero abajo — Volteó y caminó hacia fuera de la habitación aun con sus brazos cruzados
Nicholas suspiró, se quitó las sabanas de encima y se sentó en la cama. El se encontraba con el torso desnudo y un pantalón gris que lo utilizaba para dormir la mayoría de las noches. Se levantó y caminó arrastrando sus pies descalzos por el suelo. Lo ultimo que quería hacer era levantarse un sábado a las nueve de la mañana pero si no le hacia caso a su madre podría pasar cualquier cosa, cuando su madre se enojaba cambiaba completamente su forma de ser, se ponía realmente dura con quien se le pasara por al lado. Bajó las escaleras y se dejó caer sobre un sofá que se encontraba en la habitación de abajo. — Ya me levante ¿Contenta? — Le dijo a su madre y tomó el control remoto de la televisión para poder encenderla
La madre lo miró mal y subió las escaleras para librarse de su hijo el cual no se encontraba muy contento por lo que se veía
— Oh claro y ahora te vas como si fueras la inocente — Nicholas le arrojó el control a su madre mientras ella subía las escaleras y unos segundos después de arrojarle el control se imaginó el castigo que le vendría por hacer eso. Sin pensarlo se levantó del sofá y salió de la casa con rápidez sin importarle que iba solo con un pantalón puesto. El castigo era la excusa perfecta para poder irse unos días de su casa y estar sin su familia que bastantes problemas le provocaban.
El caminó por las calles sintiendo las pequeñas piedras clavarse en sus pies descalzos, había sido mala idea salir sin algo en los pies, pronto estos estarán bastante lastimados. Se dirigió hacia la casa que antés era de su abuela pero ahora era de el ya que su abuela antés de morir dijo que la casa quedaría para su único nieto, Nicholas.
Cuando llegó a la casa notó que la puerta estaba entreabierta, se suponía que la casa debería estar cerrada ya que nadie había entrado a ella luego de que su abuela muriera, ¿Por qué la puerta estaba entreabierta? ¿Habra algo dentro? se preguntaba con curiosidad mientras decidía entrar a la casa
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Esta es la primera historia que hago, espero que les guste
