Nicholas entró con lentitud a la casa fijándose en cada detalle y ruido, todo debería estar como lo dejó su abuela pero la puerta no daba la impresión de que fuera así. Caminó dando pequeños pasos, observó cada una de las habitaciones pero no había señal de que alguien haya entrado, pero ¿Por que la puerta se encontraba entreabierta?.
Llegó a la habitación donde dormía su abuela y un montón de momentos se vinieron a su mente. Se sentó en la cama y tomó una foto de su abuela que se encontraba en la mesa de luz. Sus ojos se cristalizaron, era muy difícil para el estar sin su abuela, era alguien muy unido a el.
De repente escuchó unos pasos que venían de la habitación de al lado. Estuvo a punto de preguntar si había alguien pero sería inútil ya que era seguro de que nadie le iba a contestar, tal vez no sabían que el se encontraba en la casa y al hablarles les informaría que estaba, tal vez con eso intentarían huir por estar en un lugar que no les pertenece. El solo se levantó y caminó guiándose por el ruido de los pasos. Llegó al cuarto de huéspedes pero todo estaba oscuro, sus ojos pudieron captar unas sombras enfrente de el, había alguien en la habitación pero ¿Quien era?. La sombra se abalanzo contra el y rodeó su cuello con sus manos — ¿Quien eres? — Apenas pudo pronunciar las palabras, las manos del chico estaban quitándole el aire, su rostro se tornaba de color rojizo a medida que se quedaba sin aire
— ¿Quien te crees para entrar a mi casa? — El chico contestó con una pregunta en tono agresivo y quitó las manos del cuello de Nicholas. Lo tomó de las manos para que no se moviera y lo miró fijamente mientras esperaba su respuesta. El sabía que esa no era su casa pero era el lugar que tenía para vivir, si no estuviera la casa el tendría que vivir en la calle y se negaba a hacer eso
— ¿Tu casa? — Nicholas dejó escapar una carcajada, sabía perfectamente que este chico intentaría quitarle la casa pero el no dejaría que eso pasara, era un lugar de el, un lugar en donde podría librarse de todo lo que le hiciera mal y estar tranquilo, solo. Forsejeó con el chico hasta lograr quedar sobre el — ¿Quien eres? — Volvió a preguntar, esta vez su tono era agresivo. Sostuvó las manos del chico con fuerza para que no se vaya
El chico intentó salir de abajo de Nichola pero por más que lo intentara no podía. Las piernas de Nicholas apretaban los costados de el y sostuvó sus manos. Se quedó callado unos segundos pero luego se decidió a contestar — Soy Isaac Moon —
— ¿Que haces en mi casa? — Nicholas hizo otra pregunta, esta vez lo dijo en un tono lento y dejo de apretar las manos y los costados de su cuerpo. El no tenía idea de por que este chico se encontraba en su casa pero no parecía ser malo. Un pequeño rayo de luz se coló por la cortina y dejó que pudiera ver al menos unos segundos el rostro de aquel chico que decía llamarse Isaac Moon
— No tengo otro lugar para vivir — Isaac cerró sus ojos por el rayo de sol que le daba en sus ojos.— Lo siento por estar en tu casa, solo quería un hogar — Dijo en un susurró, se sentía triste por el hecho de que presentía que iba a tener que vivir en la calle y hacerlo era algo horrible, ya había pasado por eso y no quería volver a pasarlo
Nicholas se quitó de arriba de Isaac y le ayudo a pararse tomándolo de la mano. El no era un chico tan malo como parecía, le ponía mal ver asi al chico. No sabía como se sentía vivir en la calle pero suponía que era algo terrible.— Mira...—Apoyó su mano en el hombro de Isaac y lo miró fijamente a los ojos. Esperó unos segundos y continuo hablando — Puedes quedarte conmigo hasta que logres conseguir un hogar —
Isaac quedó sorprendido al escuchar lo que Nicholas decía, esbozó una amplia sonrisa y rápidamente abrazo a Nicholas apretándolo con fuerza — Gracias — Se quedó sin palabras, estaba muy agradecido por lo que lo ayudaba. No siempre se encuentran personas así
Nicholas correspondió el abrazo de igual manera y palmeó la espalda de Isaac. Tenía el presentimiento de que Isaac y el terminarían siendo buenos amigos aunque podía pasar cualquier cosa y volverse su enemigo.
