𝑇𝑜𝑥𝑖𝑐 - 𝑁𝑎𝑟𝑢𝑆𝑎𝑠𝑢𝑆𝑎𝑘𝑢

¿Novio?

- ¿Naruto... nos estás escuchando?

Hinata se había dado cuenta de que el rubio tenía la mirada pérdida y no decía nada desde hace varios minutos.

Eso era extraño viniendo de Naruto, ya que él siempre parecía alegre y rara vez permanecía en silencio.

- Dobe, ¿qué pasa? -Sasuke chasqueo sus dedos frente a la cara del rubio.

No hubo respuesta alguna.

- Sa-sa-saku-ra -Tartamudeo el ojiazul al ver a la niña de cabello rosa acercarse.

En ese momento se sintió la persona más torpe del mundo, sin poder articular alguna otra palabra y sintiendo sus mejillas teñirse de color rosado.

Sakura sonrió al verlo de tal forma.

Aunque ella no estaba enterada de los sentimientos de su compañero, siempre le había parecido tierno el hecho de que el pequeño se sonrojara cuando estaban cerca.

- Buenos días, Naruto-kun -La pelirrosa lo saludó y él se quedó inmerso en sus pensamientos.

No sabía que contestar o que hacer, su corazón latía demasiado rápido.

- ¡Sasuke! ¿podemos comer juntos mañana?

El Uchiha la miró de manera extraña.

A pesar de que la mayoría del tiempo era admirado y acosado por niñas, Sasuke no era muy bueno para entablar una conversación o ser muy expresivo.

- Uhm.

Asintió vagamente y la pelirrosa se alejó por donde vino sintiendo sus mejillas arder.

- Mendokusē ¿por qué hay tanto ruido?

Un soñoliento Shikamaru se reincorporaba en su asiento.

Al parecer aquel niño había estado durmiendo durante todo ese rato.

- No pasa nada, Dattebayo

Por primera vez, Naruto volvía a ser el mismo y trataba de restarle importancia a todo lo que había ocurrido anteriormente.

- Shikamaru ¿me prestas dinero? -Preguntó Chouji mostrando una bolsa de frituras vacía.

- Deberías de dejar de comer eso, Chouji, por eso estas gordo.

- ¡No soy gordo! ¡Solo tengo los huesos grandes! -Chouji lo miro de mala manera y ambos comenzaron a pelear.

- ¡Ya basta!

Iruka sensei apareció en el umbral de la puerta y utilizando un jutsu de Clonacion, logró separar a los dos niños que estaban a punto de golpearse.

- ¡Nara, Akimichi vayan con el director!

- Mendokusē.

Shikamaru fue el primero en salir y Chouji siguió sus pasos.

Pronto ambos niños desaparecieron por el pasillo.

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Al día siguiente, Sasuke se encontraba charlando animadamente con Gaara y Naruto.

Hinata aún no llegaba y la pequeña Sakura corría de manera apresurada hacia ellos.

- ¡Sasuke!

El Uchiha la volvió a mirar de manera extraña, al parecer había olvidado completamente que hoy comería con la pelirosa.

- ¡Sakura-chan! -Naruto la saludó al ver que ninguno de sus amigos se inmutaba ante su presencia.

- Buenos días, Naruto-Kun -Sakura le devolvió el gesto.

- Hey, Teme ¿acaso te quedaste mudo? - Naruto preguntó de manera burlona.

- ¡Cállate, Dobe!

Sasuke finalmente se digno a hablar.

- Sasuke-kun ¿lo olvidaste, cierto?

La pelirrosa lo miró decepcionada, no era la primera vez que el morocho la ignoraba.

- Lo lamento...

Se encogió de hombros, restándole importancia.

- Está bien... ¿lo dejamos para después?

En ese momento Sasuke se sintió mal y tomó de la mano a Sakura, arrastandola hacia afuera.

A pesar de ser demasiado inexpresivo, esta vez estaba dispuesto a cumplir su promesa.

Ambos niños poco a poco se alejaron y Naruto sintió su alma doler al ver como aquella niña que tanto le gustaba, prefería a su amigo antes que a él.

- Esos dos, son raros...

- Lo sé... - Naruto respondió desganado e inmediatamente Gaara supo que algo pasaba con su amigo.

- ¿Vamos por ramen? -Preguntó tratando de hacer sentir mejor al rubio.

Naruto aceptó.

- ¡Hey! ¿acaso se olvidaron de mí? -Hinata llegó corriendo a su lado.

La pequeña Hyūga había estado siguiéndolos desde que salieron de la Academia, sin embargo ninguno de sus amigos se había percatado de ello.

- Lo siento, Hinata... -Se disculpó Naruto un poco avergonzado.

- ¿Quieres ir a Ichiraku con nosotros? -Pregunto Gaara.

Aquello tomó totalmente desprevenida a Hinata.

A pesar de que eran amigos, Gaara no era la clase de niño que solía invitarla a ningún lado, asi que dudo unos segundos y finalmente aceptó.

Al llegar a Ichiraku, los tres se sentaron en una mesa alejada del resto y cada uno pidió un plato grande de ramen.

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- Sakura, ¿qué es esto? -Sasuke preguntó desconcertado al ver todo lo que había hecho.

Al parecer la pelirrosa se había esforzado mucho por hacer un picnic perfecto para el Uchiha.

- ¿Esto? ¡Ah! es solo un picnic casual -Respondió con algo de nerviosismo.

Sus mejillas no tardaron en ruborizarse.

- Deberías comer... traje omusubi, dumplings, anbitsu y algunos tomates, se que te gustan.

Sakura sirvió un poco de todo en un pequeño tazón y se lo extendió al morocho, el cual ahora también se encontraba con las mejillas rosadas.

- Gracias... -Respondió tímidamente.

En ese momento Sasuke sintió algo extraño en el pecho, su corazón latía demasiado rápido y tenía miedo que fuera por aquella niña.

Ambos comieron y charlaron durante un largo rato. Sasuke aún no sabía que era lo que sentía pero por alguna extraña razón, se sentía cómodo con Sakura.

- ¿Ya viste esa nube? -Preguntó la pelirrosa mientras señalaba el cielo azulado.

Sasuke miró el cielo y vio una nube que parecía un algodón de azúcar.

- ¿Ya viste aquella? -El morocho señaló otra nube que tenía forma de kunai.

Sakura rió.

- Sasuke-Kun, yo quería decirte algo...

- ¿Qué pasa, Sakura?

- Yo sé que es algo apresurado pero, en realidad me gustas, Sasuke.

Aquello tomó por sorpresa al Uchiha.

A pesar de haber escuchado rumores acerca de los sentimientos de Sakura hacia él, jamás se imagino que algún día ella finalmente se lo diría de frente.

- Yo...

Fue interrumpido.

- Sasuke-kun...

- ¿Umh..?

- Se mi novio.