Me había sentado aquí con el claro propósito de escribir algo bonito. Así que ahora debería de estar escribiendo eso, algo bonito porque, como no, a todo el mundo le gustan las cosas bonitas. Pero hay demasiado ruido, y nunca encuentro palabras precisas, los temas se agotan, y mis letras comienzan a empañarse de caos y desastre. Hoy me había propuesto escribir algo bonito, realmente bonito. Algo tan bonito, tan bonito, que ni siquiera fuera cierto. Algo tan bonito, algo tan bonito, que no fuera mío. Algo tan bonito que... Me había sentado aquí para escribir algo bonito, pero la verdad es que me he dado cuenta de que las cosas bonitas me aburren. Porque ya no me apetece escribir algo bonito, porque así es como olvido el por qué un día muy distinto a este cogí un boligrafo y una hoja de papel para crear palabras. Porque para máscaras, ya tengo todo un puesto de caretas. Porque para contarte algo tan falso, tan falso, tan falso que sea bonito, no necesito escribir. Porque si escribo es para contarme todas las verdades que me faltó valor para confesarme a mí, a mí y solo a mí. Porque si escribo no es para que admires lo que he escrito, es porque necesito escribir. Igual que cuando lloras, igual que cuando bailas, igual que cuando ríes. Porque un bailarín no improvisa un baile del mismo modo cuando no hay música. Sus pies se mueven, pero su alma continúa ahí. Y si escribo algo, por favor, quiero que se escuche la voz de mi alma. Quiero que recuerdes esa canción que un día yo misma olvidé. Quiero que la tierra tiemble por unos segundos, quiero provocar una tormenta, un terremoto. Me he sentado aquí con el claro propósito de escribir algo bonito, pero ahora sé que no voy a escribir nada, nada en absoluto. Porque si tengo ganas de escribir, escribiré, no algo bonito, pero si algo que narre, al menos, un pedazo de mí.

ESTÁS LEYENDO
Palabras al abismo
PoezjaEstamos al filo del abismo y no conseguimos saltar, no sabemos que nos espera abajo. Y al final salto, de tu mano, y siento la fuerza de la gravedad, que me entapona los oídos y me corta la respiración. Seguimos cayendo, cayendo, cayendo. Y pasamos...