Capítulo 4

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El atardecer le daba la bienvenida cuando detuvieron sus pasos frente a la tumba. No era una como tal, más bien, era un pequeño montículo que se encontraba en la parte trasera de la casa Im. Alrededor permanecía el silencio.

En su interior, Jackson era un remolino de emociones.

Iban tomados de la mano, apoyándose mutuamente, observando la tierra.

La reconciliación fue buena.

Quedar como amigos parecía lo más conveniente para los dos. Los acontecimientos del pasado enseñaron que lo mejor era ir paso a paso. Sabían que los demás no pensarían de la misma forma. No estarían de acuerdo con esa relación de amistad con futuro a noviazgo. Intentar mediar la situación no era tarea fácil, sobre todo, cuando Jackson se enfrentara cara a cara con los señores Im y con JaeBum.

—Aquí está enterrado mi pasado. Lo que hice mal se refleja cuando vengo a este montículo. —Empieza SunHee, mirando hacia la tierra—. Es inevitable, enterrar a tu hijo frente a tu ventana para obligarte a ti misma a reflexionar sobre el pasado. Es algo que viene y va, pero me mantiene despierta, preguntándome qué es lo que realmente quiero para no volver a cometer el mismo error.

—Eso ha sido muy drástico, pero respeto tu decisión.

Ella se encoge de hombros.

—Lo sé. Papá aún no acepta la idea de tener un cadáver en su casa.

Se quedaron en silencio. SunHee suspiró, resignada.

—Tenía tres semanas de vida. El bebé.

—Un renacuajo—.Suelta él sin pensarlo.

Tras un momento en el que los dos quedan en incómodo silencio, SunHee empieza a reírse. Jackson voltea a verla.

—¿De qué te ríes? –Ella sacude la cabeza.

—Nada, es que... Olvídalo. —Sacude la cabeza.

—SunHee...

—No, es que... tú... no pierdes tu sentido del humor.

—Ah —Jackson mira hacia delante—. No lo decía de broma.

—Lo sé, lo sé y discúlpame, esto se está saliendo de contexto.

Silencio otra vez. Sus manos seguían entrelazadas. Aún con la mirada al frente.

—Puedes venir cuando quieras. —Soltó ella de pronto.

—Sí claro, tu hermano me recibirá con los brazos abiertos.

Ella notó la ironía. Sonrió de lado.

—Tal vez no, pero papá sí. —Ambos se miraron. Jackson son los ojos agrandados de sorpresa.

—¿En serio?

—También era ironía.

—Ah—. Él no lo había captado.

Se queda en silencio, Jackson vuelve su atención hacia el montón de tierra que tiene delante.

—Te echa de menos...JaeBum—.Susurró ella.

—Y yo a él.

—Aunque a veces lance maldiciones sobre tu cabeza.

—Es lógico. No lo culpo.

A lo lejos se escuchó el graznido de un pájaro sobrevolando los cielos.

—Todo saldrá bien—. Ella le apretó la mano.

Jackson llenó sus pulmones de aire. Miró al cielo y, con la sonrisa de un hombre que empieza a vivir de nuevo susurra:

—Todo saldrá bien.







Fin

WE; Wang [a.u]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora