Espuma del capuchino. Amargor cremoso y dulce. Vetas blancas y cafés.
El Omega rubio miraba constantemente hacia la puerta esperando pacientemente que su pareja entrará por la puerta. Le extrañaba demasiado y mucho más en el estado en el que se encontraba le era necesario sentir su calidez.
-Venga Denki deja de mirar tanto la puerta- mencionó Mina posándose en la barra.
El hombre la volteó a mirar con una pequeña sonrisa traviesa haciendo que la Beta le revolviera el cabello.
-Lo siento pero no puedo evitarlo- contestó-. Jirou dijo que estaría pronto aquí, además últimamente siento la necesidad de tenerla a mi lado.
-Comprendo pero pon un poco de atención al trabajo, tú mismo dijiste que ya no te consintieramos ¿Lo recuerdas?.
Denki arqueo la ceja susurrando un: Cuando les conviene.
Kirishima le sonrió dándole a entender que todo está bien, que el aún lo seguiría consintiendo después de todo ya estaba en su octavo mes de embarazo.
-Vale, vale- dijo Denki para soltar después un suspiro-. SERO, ¿ME PUEDES REGALAR UNA REBANA DE PASTEL DE FRESAS?.
-YA SALE- respondió el Alfa.
Denki sonrió con arrogancia hacia Mina mientras estaba soltaba un suspiro.
-El poder de estar embarazado- sonrió Denki tomando el plato con el postre.
Eijiro soltó una carcajada, en esos momentos mientras Sero trataba de controlar a Mina.
-Puede que mi Alfa no esté pero la comida me hace sentir bien- tomo el tenedor para darle ya una probada a su pastel.
-Eso es bueno Denki- se unió a la charla una chica de cabellos rubios y ojos azules que vestía un pantalón de mezclilla azul a juego con unas botas negras y una camisa blanca.
-Nada mejor que una rebanada de pastel para olvidar las penas- comentó una chica castaña de ojos azules.
-Muy cierto chicas- Denki sonrió acariciando su vientre.
Pero su sonrisa no duró mucho, desapareció en cortos instantes. Por suerte nadie más lo veía, sus amigos habían vuelto a su trabajo mientras el se encontraba sentado en su lugar detrás de la computadora, dejaría la cafetería para cuidar de su embarazo y su cachorro.
Deseaba con todo su corazón a ese pequeño ser, pero también se le partía el corazón dejar su trabajo, un maravilloso trabajo que demostró que el podía hacer cualquier cosa aunque fuera un completo inútil ante palabras de algunas personas. Seguiría siendo socio y podría visitarlo pero no sería lo mismo, ya no vería a Mina limpiar las mesas, no vería a Kirishima atender con habilidad a los clientes, no vería a Sero preparar los postres y las bebidas, no vería a Toru sonreír mientras bromeaban en el trabajo ni tampoco vería las bromas que le harían a Minera a futuro.
Sí, eso lo ponía triste y un poco nostálgico pero debía aceptar lo. Debía de madurar y cuidar de su pequeño.
Miró la hora en la computadora, faltaba media hora para que cerraran un rato. No había gente, probablemente podrían cerrar un poco antes. Aunque lamentablemente aún Kyoka no llegaba, necesitaba sentir su aroma para alejar esos malos pensamientos de su mente, que por cierto su alfa no escucharía.
No quería preocuparla ni molestar. Ella tenía muchos más problemas y preocupaciones, después de todo era una artista famosa y el solo era un administrador de una cafetería.
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Amore Macchiato [BakuShima]
Fanfiction[¿Puedo amarte aún cuando tú ya tienes a quien amar?] Kirishima es hermoso, un Omega bastante hermoso pero para desgracia de el, es como un Caffè macchiato en el amor y más cuando su alma gemela no lo ama.