El té carece de la arrogancia del vino, del individualismo consciente del café y de la inocencia sonriente del cacao.
Eijiro Kirishima a sus veinticinco años trabajaba en una cafetería que había puesto con sus tres mejores amigos. Sus padres tal vez estarían decepcionados con el por el camino que había elegido pero el estaba satisfecho, era su jefe de cierta manera.
Limpiaba la mesa número tres con el trapo rojo que se entrelazaba en sus dedos que hacía el trabajo perfecto, apenas darían las tres de la tarde y cerrarían por al menos media hora.
No había mucha gente a decir verdad, era viernes. Demasiado obvio, cómo era inicio de fin de semana muchas personas ya ni se tomaban la molestia de ir por un café pero a algunos les encantaba ese día.Llevó el trapo a la cocina para que fuera al menos lavado por el mismo, miró a Sero que parecía preparar la comida, le dijo unas cuentas palabras para después poner el trapo limpio en su lugar, se seco las manos muy bien para salir de la cocina.
—Kirishima, la mesa cinco te llama— le habló su amiga.
El asintió con una sonrisa a su mejor amiga, Mina llevaba un vestido de flores color blanco y encima llevaba el mantil negro que los caracterizaba combinando con unos zapatos blancos.
Camino a paso lento con su libreta donde había anotado todo lo que habían pedido. Le pidieron la cuenta y el se las dio. Llevó el dinero a la caja donde Denki le había hecho ya el tiquet.
Los comensales abandonaron el lugar, no sin antes agradecer por el buen servicio. Limpio la mesa rápidamente para ir a lavar los trastes, era un trabajo un poco agotador pero bastante divertido en su modo, cuando finalizó fue a la barra mirando como Mina colocaba el letrero de Cerrado.
Los cuatro soltaron un suspiro al mismo tiempo, Sero acomodó la comida en una mesa mientras Mina junto con Kirishima llegaban con lo que faltaba, Denki apagaba la computadora que había estado en función por al menos siete horas continúas.
—¿Necesitas ayuda?— preguntó Sero dirigiéndose al chico pero su amigo Denki negaba con la cabeza.
—Estoy bien, muchas gracias— respondió el rubio con el mechón en forma de rayo—. En verdad chicos, deben parar con su cuidado extremó.
Se levantó de la silla dejando a la vista su figura, vestía una playera blanca de manga larga y encima una negra de manga corta que resaltaba su lindo estómago combinadas con unos jeans holgados color negro, con unos tenis negros y el mismo mantil que sus compañeros.
—No es extremo Denki, tienes siete meses de embarazo y debes cuidarte— respondió Mina ayudándolo a sentarse.
—Por eso mismo, cuando tenga nueve entonces debemos actuar así, por ahora está bien que haga las cosas por mi mismo— comentó con tranquilidad viendo como Sero le servía primero a el—. Es lindo todas las atenciones pero están exagerando un poco.
Sero le puso un plato en frente. El hombre que se encargaba de hacer los postres, las bebidas y la comida para ellos, vestía lo mismo que Eijiro. Un pantalón negro con unos tenis del mismo color, una camisa blanca y el mantil.
—Sacamos nuestro lado amoroso y te pones pesado, te pasas, Denki, te pasas— le regaño Mina sentándose a su lado.
Denki rio por lo que había dicho su amiga.
—Y el que está embarazado soy yo— se defendió para comenzar a comer.
Kirishima vio como su amigo se encogía de hombros para comenzar a caminar.
—Jirou me pregunta si ya estoy comiendo, si mujer lo estoy haciendo tranquila— dijo el rubio para después reír.
Sero le miraba divertido mientras Mina negaba y Eijiro le envidiaba de una manera buena.
—Ok, ok. Más te vale estar pronto— volvió a hablar —. Te amo, nos hablamos más tarde.
Cerró los ojos llevando su mano a su estómago un poco grande.
—Si yo les mando tus saludos— se despidió para abrirlos y mirar a sus amigos—. Jirou les manda saludos.
—¿Estaba preocupada?— menciono Mina sirviendo el café.
—No tanto así, más bien quiere estar al tanto de lo que sucede. Ya sabes cómo son los Alfas, sin ofender Sero— se disculpó con el chico que le restaba importancia.
—Bueno está lejos de su Omega que está embarazado, es normal que lo haga— recalcó Mina mientras Eijiro escuchaba.
—Bueno eso es cierto, además que por el lazo y la soulmark estamos demasiado conectados. Incluso ayer en mi brazo apareció las letras de lo que parecía una canción— se descubrió el brazo izquierdo dejando ver su marca—, pero pues por suerte se borró rápidamente y ya no hay nada.
Eijiro soltó un suspiro de decepción lo cual hizo que tres pares de ojos lo voltearan a mirar.
—Otra vez hable sin pensar, disculpame Kirishima— se disculpó Denki rápidamente—. No fue mi intención.
—Tranquilo Bro, no pasa nada— le dedicó una sonrisa triste.
Tomó su taza de café caliente y respiro el magnífico olor que desprendía.
—La vida es como una taza de café. Todo está en cómo la preparas, pero sobre todo en cómo la tomas— pensó al momento de dar el primer sorbo—, aunque a veces ni eso suele funcionar cuando el destino está en tu contra.
—Solo es cuestión de tiempo, ya lo verás. No debes perder la fé— trataba de animarle Mina con una sonrisa motivacional.
¿Cuánto tiempo más tenía que esperar?, Era más que claro que Eijiro pertenecía a ese 10% que no poseía un Soulmate. En esos casos debía buscar a alguien como el y seguir con su vida, encontrar un Alfa o un Beta. Siendo el Omega era lo más correcto.
Cuando cumplió sus ocho años jamás escuchó la voz de su Soulmate ni tampoco le pareció su Soulmark como a sus amigos. Mina y Sero tuvieron la bendita suerte de ser Soulmate destinados, pues a ambos les había aparecido su Soulmark al mismo tiempo y estás habían brillado cuando ambos tocaron sus manos.
El hijo rojo con el que estaban destinados, no hubo problema alguno, después de todo Mina era una Beta y Sero un Alfa. Denki en cambio había resultado ser Omega y tenía una mujer como Alfa, ambos charlaban por horas sin ser consientes del tiempo; su Alfa había resultado ser la famosa estrella de Rock Jirou Kyoka que pertenecía a la banda NameLess y bueno se habían casado hace tres años y ahora su amigo tenía siete meses de embarazo.—¿Y si no?— preguntó triste.
Estaba cansado de todo eso.
—Aquí estaremos nosotros para buscarte una pareja para ti— le guiño el ojo Mina.
—Muchas gracias chicos— por alguna razón comenzó a llorar.
No sé rendiría, no lo haría. Esperaría a su Soulmate aún cuando esté posiblemente no existiera.
Escribiría cada mes la carta que se prometió escribirle. Reiría y lloraría por todo lo que viviría, lo haría, lo haría en verdad.Nota: Pensaba cancelar el fic y pues lo puse en borrador pero pues alguien le comento a mi prim@ que lo había puesto en borrador y me hizo nuevamente publicarlo.
Agradezco infinitamente a quienes aún lo leen, comenten que les pareció y pues nos leemos en otra actualización.
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Amore Macchiato [BakuShima]
Fiksi Penggemar[¿Puedo amarte aún cuando tú ya tienes a quien amar?] Kirishima es hermoso, un Omega bastante hermoso pero para desgracia de el, es como un Caffè macchiato en el amor y más cuando su alma gemela no lo ama.