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Por supuesto que Ben está muy consciente de los rumores que le rodean el último tiempo. Se los sabe de memoria y ya ni siquiera le sorprenden. 

Que si sale con esta muchacha o con aquella; que alguien ha dicho por ahí que tiene problemas con el alcohol; que la gente hace suposiciones sobre su salud mental; que en ocasiones ha tenido arranques de diva...

Y son todos falsos. 

Bueno, más o menos, porque tampoco puede negarlos rotundamente.

De que ha salido con varias mujeres en el último tiempo, eso es cierto. Y tampoco han sido tantas, «es que la gente es exagerada» piensa Ben. Que a veces su dieta consiste en whisky de miel y cigarrillos, eso también es un poco cierto, pero siempre ha tenido la responsabilidad de no hacerlo en público. Que está un poco jodido, bueno, ¿quién no está un poco jodido hoy en día? Y lo de diva, eso es un malentendido.

Malentendido que confunden con berrinches de niño caprichoso. Y está bien, puede que a veces el rubio sea un poquito caprichoso, pero no con su trabajo. Lo que pasa es que la gente no logra comprender su punto de vista.

Es que está cansado de interpretar el mismo papel una y otra vez. Papeles basados en su apariencia y nada más. Papeles que se limitan a dos estereotipos: el chico inocentón que peca de tonto en alguna comedia romántica y el infaltable chico malo que usa chaquetas de cuero y parece no tener sentimientos pero termina enamorado de la protagonista. Y sí, hay una que otra variación pero la base es siempre la misma.

Y eso es lo que le molesta, porque siente que esta película es una oportunidad para desarrollar su potencial como actor y no para mostrar sus abdominales en la pantalla.

De ahí ha venido el problema actual, una escena completa donde debe aparecer sin camisa.

Y se siente mal pues no quiere estropear lo que ha llegado a considerar como la oportunidad de su vida. Lleva dos semanas de rodaje y todo ha salido bien. La directora es amable y sus compañeros lo han acogido bien, bueno, los que no le ven como el niñito mimado «a quien han contratado sólo por su cara» como le escuchó decir hace unos días a uno de los asistentes.

Lucy, por ejemplo, con quien ha tenido que compartir algunas actividades para entrar en confianza, pues comparten varias escenas. Lucy tiene su edad, es genuinamente amable y tan simpática que Ben comprende el porqué Rami está enamorado de ella. Además que el talento que desborda como actriz es impresionante y es para él un honor compartir pantalla con ella.

Joe también, pues siempre busca incluirlo en las conversaciones y le ofrece té en lugar de café. Después de Lucy, es con quien más ha conversado y hasta se ha ilusionado con una amistad. Y sí, puede que tenga una leve tendencia a desarrollar apego hacia las personas demasiado pronto, pero ¿qué se le puede hacer? Siempre ha sido sentimentalmente dependiente de los demás y lo sabe bien. Además, Joe es siempre tan agradable y hasta lo ha hecho protagonista de algunas bromas.

Mira la hora en su teléfono y deja escapar un suspiro cansado. Ha pasado una hora escondido en su tráiler, ignorando las llamadas de su manager y de uno de los asistentes, quien anuncia que están por grabar la escena y que no tienen mucho tiempo porque Toni quiere que sea en la hora mágica, y lo siguen los golpes en la puerta. Pero Ben no responde. No hasta que el tono de voz es otro.

—Benjamin, ¿estás vivo?

Es el tono amigable de Joe al otro lado de la puerta. Ben se sorprendepor su presencia y la curiosidad le gana, así que apaga el cigarrillo que ha estado fumando, se levanta del sofá y se dirige a abrir.

Gorgeous || HardzzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora