Cap 143

117 16 3
                                    

siento que mi vida es ese fondo, oscuro sin luz, y que tu eres como los cerezos... tu belleza es la de los cerezos, brillante, colorida, enceguece el alma y afecta los sentidos... y tu risa... tu risa es como esos farolitos que se van encendiendo a medida que tu te ríes, cada vez más fuerte y cada vez más feliz y me llevan indefectiblemente a tu lado. Espero que esa felicidad se deba a que estas conmigo... Te amo... Hubiera deseado mil veces estar contigo que hacer lo que estoy haciendo, pero tu me entiendes.. esto es lo último que nos separa... esto será lo último príncipe, y nunca más estaré alejado de ti... Te lo prometo.Como te dije antes, estarás algo confundido por la pobre decoración de la pérgola... yo no estaría seguro... si tu vieras lo que yo veo. Cuando tu entraste a este recinto, el interior se volvió igual que el exterior... colorido, con brillo y extremadamente bello... como tu. Feliz día de San Valentín... Si quieres, puedes deleitarte con una suntuosa cena que Dong Hae preparó para ti. Si no lo deseas así, la cena de San Valentín quedará pendiente para cuando estemos juntos. Espero que mi regalo te haya gustado..."

Te amo
JungKook

Jimin se sintió la persona mas feliz del planeta tierra. Aferró la carta a su pecho y cerró los ojos tratando de imaginar los brazos de JungKook abrazándolo. Cuando abrió los ojos, encima de la mesa, había un paquete de aproximadamente cincuenta centímetros de alto y algo deforme a los costados. Sorprendido, solo atinó a rasgar con ganas el papel, para encontrarse con un oso de peluche de color negro azabache y ojos verdes... ah, . Bajó la mirada para ver que en la panza el oso tenía un botón, también rojo con forma de corazón, con un pequeño letrero que decía. "Apriétame y te diré un secreto." Cuando miró los ojos del osito, este le guiñó un ojo y le sonrió. Él sin esperar, lo apretó contra su cuerpo, de repente DongHae  puso una hermosa melodia con piano


"No podía dejarte pasar
No podía mirarte y tratar de pensar
Un segundo en el mundo
Mi querido príncipe
Pasa el tiempo y sigo enamorándome
Cada día un poco más
Es que no te das cuenta
Que me das ganas de seguir adelante
Lado a lado...

Apretó al osito más fuerte todavía a su pecho y unas lágrimas comenzaron a salir... ¿Dios, esa era la felicidad? Se preguntó mientras veía caer del techo de la pérgola, una lluvia blanca... Rosas... miles de pétalos de Rosas caían alrededor, como una suave caricia en su cara y cuerpo. Jimin  reía, y lloraba, pensando en lo idiota que podría verse así...

"Nunca voy a dejar que te pase nada
Pero sí voy a dejar
Que te pase de todo aquí conmigo.
Nunca voy a dejar que te pase nada
Pero sí voy a dejar
Que te pase de todo aquí conmigo"

Miró al osito que sonreía como él. Se creyó desquiciado al pensar que era JungKook quien  lo veía a través de esos ojos y le sonreía. Los pétalos de Rosas seguían cayendo, y si pensó que no podía sorprenderse más, unas pequeñas esferas de cristal, que parecían estar rellenas de rayos de sol, aparecieron danzando a su alrededor, invitándolo a unirse a ellas. Jimin se puso de pie, aún con el oso entre sus brazos y se quedó quieto un segundo, hipnotizado por el movimiento de las esferas. Las velas se habían apagado por completo dejando la pérgola iluminada por sólo estas pequeñas esferitas, que daban la impresión que fueran pequeñas luciérnagas, que iluminaban un paisaje nevado por Rosas.

"Tu figura es como un cristal
eternamente brillando
mucho más que el centro del sol
Sabes siempre que hay loco enamorado
Cuidando tus pasos, tus pasos..."

Jimin - sintió que sus pies se movían solos, y sin darse cuenta comenzó a dar vueltas, a bailar y a reír a carcajadas. Con una mano aferraba el oso a su cuerpo y con la otra, acariciaba la lluvia perfumada que su novio le había regalado. No podía encontrarse más feliz. JungKook había superado con creces todo lo que él podría esperar de un chico romántico. Se sintió pleno, miles de mariposas revoloteando por su cuerpo, se sintió vivo... vivo y amado por el chico de sus sueños... el chico que hoy era su realidad. Y rió, y bailó... se agachó para juntar los pétalos y lanzarlos al aire para bailar otra vez y reír... nada podía opacar esa felicidad. El corazón de JungKook  reposaba cálido en su pecho. El estaba bien... todo estaba bien... eso era lo que importaba.

Aprendiendo a ser romántico(Kookmin) (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora