Capitulo tres

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«hechizo problematico»

Carlos y Dany se encontraban en la habitación del primero, gracias al rechazo tan cordial de Jane buscaban una forma para hacer que el hijo de Cruella De Vil saliera de la "zona del amigo".
Se inclinaban por artículos que llevaran el título anterior, apuntaban a la pantalla de la laptop cuando se les ocurría alguna idea— ambos se encontraban sentados en la cama de Carlos—.

— Mira — señaló la chica — "debes declarar tus sentimientos" — recitó — eso es fácil —.

— Si, no lo creo — negó.

La puerta de la habitación de Carlos se abrió dejando ver a Mal quien entró con rapidez a la habitación, seguramente eran los reporteros nuevamente, ya que no era la primera vez que sucedía algo así.
Comenzó a caminar de un lado al otro con nerviosismo, mientras los demás la miraban con duda.
Una vez que se detuvo sus ojos se tornaron color verde esmeralda.

— Wow, tranquila — habló Carlos con tono de preocupación.

— Tu no sabes lo que es estar rodeado de cámaras que te tomen fotos cuando apenas abres la boca, no me dejarían terminar de decir "bu", porque, bueno ni siquiera lo hubiera empezado a decir — se quejó.

— Si, tienes razón — aceptó él.

— ¿No les gustaría regresar a la isla y gritarle a los demás haciendo que corran del susto? — preguntó

— Mi madre era la que hacía eso, normalmente yo era el que se llevaba los regaños — respondió con una mueca.

Mal se giró hacia Dany, la chica evitó su mirada girandose hacia la laptop.

— Por cierto ¿Tienes lo que te pedí? — preguntó Carlos levantándose de la cama.

Se disponía a entregárselo cuando nuevamente se abrió la puerta, esta vez era Chad, que más que ir para hablar con ellos parecía que entraba a hurtadillas.
El rubio se giró topandose con la mirada de los chicos.

— Hola — saludó nervioso

— ¿Tienes una llave de esta habitación? — preguntó Dany

— No — respondió escondiendo sus manos detrás de él — lo que sucede es que Carlos tiene una mejor impresora que la mía y con esas mejoras que le puso — admitió.

— Fuera — dijo Carlos en tono autoritario.

— Está bien — se disponía a marcharse, pero el chico De Vil lo detuvo.

— Chad deja la llave —

El chico refunfuñó dejando la llave de la habitación en la mesa de ésta marchandose al final.

— Como decía, Mal la poción — pidió nuevamente el peliblanco.

Mal se la extendió parando en seco.

— ¿Estás seguro que quieres tomarla?, porque si me la dieran a mí diría que quiero regresar a la isla y creo que es la verdad —.

— Tranquila, se lo que significa — la calmó.

La chica bajo su mano con la poción y sin previo aviso Chico se lanzó hacia ella comiendo la de un solo bocado — la poción estaba en forma de una gomita —.

— Chico malo — reprendió Mal.

El cachorro se sacudió un poco y comenzó a hablar.

— Esa cosa sabía mal, tú — le habló a Carlos — tienes que ser más valiente y rascame el trasero — se quejó el amigo de cuatro patas.

— Ya oíste al perro, rascale el trasero — opinó Dany saliendo de la habitación, siendo seguida por Mal.

— ¿Tengo que quedarme con él? — preguntó asustado.

Las chicas no respondieron dejándolos a solas.

Caminaban hasta sus habitaciones cuando Mal jaló de la mano a su amiga provocando que se detuviera.

— ¿Qué sucede? — preguntó a Mal.

— eh hecho dos veces la misma pregunta, pero tú nunca respondes — Dany arqueó una ceja — ¿No quieres regresar a la isla? —.

— No se si lo notas, pero aunque quisiera regresar las cosas ya no serían como antes —

— Podemos intentar que lo sean —

— Mal — soltó un suspiro — no creo que mi padre quiera verme otra vez — continuó con su camino.

— ¿Qué hay de Harry? — nuevamente se detuvo.

— ¿Qué hay con él? — preguntó girandose hacia ella

— El y tú tenían algo, no puedes negarmelo — se cruzó de brazos.

— Si, al igual que Evie tenía algo con uno de los hijos de Gastón — objetó.

— Lo suyo era diferente, ¿Aún usas el collar que te regaló? —

La chica tomó una cadena de su cuello mostrando el obsequio.

— Yo sé que aún le importas — aseguró.

— ¿Haz visto nuestros cabellos? — preguntó — Ni siquiera eso es igual Mal — habló con una sonrisa triste.

— Podemos pintarlos, como en los viejos tiempos — la tomó de la mano — Solo tenemos que volver a la isla —.

— Quiero volver, pero aún no, no estoy lista Mal — apretó con fuerza su mano dejándola ir par así continuar su camino.

             

Descendientes 2 (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora