EL ALMA DEL PRÍNCIPE

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Sasha corría con un pequeño papel en la mano, se dirigía hacia el castillo de Asgard, donde la esperaban las valquirias de la corte junto con Marcus.

-   Rojan se dirigirá hacia la montaña de Daifin con el ejército de los enanos.

Marcus gritó de alegría. Las valquirias corearon sus gritos.

-   ¡Preparad nuestro ejército! ¡Entraremos en guerra!-gritó una de las valquirias.

Sasha se dirigió hacia Marcus con una sonrisa.

-   ¿Sabemos algo de Kalarra?-preguntó el joven preocupado.

-  Nada, seguramente Rojan haya mandado el mismo mensaje al castillo de Kalarra. Sara y Axel deben de estar ya enterados.

-   Nosotros iremos directamente a la montaña, ¿verdad?.

La valquiria asintió.

-   Entonces vamos a prepararnos.-dijo con una sonrisa de complicidad.

Sasha sonrió a su vez.

                                                                        ☼

-    El ejército de los enanos viene hacia aquí, Rojan llegará con ellos.-dijo Axel mientras leía el mensaje.

El soldado asintió.

-   No saben nada acerca de la situación de la Dama De La Luz, ¿verdad?

-   No nada, David lo quiso así. Una vez nos reunamos todos los cazadores les informaré de la situación.

                                                                        ☼

David había podido aterrizar cerca de un lago, algo cerca de la torre, pero lo suficientemente lejos de ella para que nadie le hubiera visto aterrizar.

Corrío hasta llegar al límite del bosque que rodeaba la torre. Aparentemente no había ningún liche cerca de allí, así que el chico pudo seguir adelante hasta llegar a la torre.

Ningún guardia custodiaba la puerta de entrada de la torre.

-   Me están dejando entrar. Sydai quiere enfrentarse a mí.

El chico estaba dispuesto a enfrentarse a él con todas sus fuerzas, quería vengarse por todas las cosas que había tenido que pasar por su culpa. Lo pagaría muy caro.

Entró a la torre con los ojos bien abiertos, atento a cualquier trampa que le estubiera esperando. Sabaía lo sucio que jugaba Sydai, pues todos sus métodos de asesino los había aprendido de él. Lo conocía lo suficiente como para saber que jugaría con trampas.

Con tal solo haber puesto sus pies en aquella tores, puso sentir la energía de Sara, pero no era como normalmente la sentía, era una energía sucia, estaba siendo corrumpida por alguna clase de magia, sabía que Alkán estaba intentando robarle el alma, y no lo iba a permitir. No permitiría que le hicieran lo mismo a la chica que amaba.

Antes de subir por la escalera en busca de Sara, les cortó las cabezas a un par de liches que la custodiaban. Subió rápidamente hacia la planta donde prevenía aquella sucia energía.

Pero allí, en aquella misma planta lo esperaba Sydai, con su impacable mirada puesta en él. No mostró ninguna emoción, ni sorpresa al verlo.

-   Te esperaba, Isyan. Hijo mío.

-   Aquí me tienes.

El drow se acercó a él velozmente, casi no lo vio venir. Ambos sacaron sus espadas, lucharon con todas sus fuerzas.

AYSIRIAL, LA DAMA DE LA LUZ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora