Edgar se encontraba alimentando y preparando a su dragón Dovah, pues el viaje que iban a hacer sería algo largo. Sasha lo observaba desde lejos con mala cara, porque a pesar de que ella no estaba de acuerdo seguían con el plan de pedir ayuda a los desterrados de su pueblo.
—¿Ahora te gusta él? —preguntó de pronto Marcus.
Sasha pareció sobresaltarse.
—Ni me gusta él, ni me gustas tú —dijo con seriedad y de mala gana.
—Venga ya, yo no solo te gusto, te encanto.
Sasha soltó un suspiro desesperante y se dio la vuelta dandole la espalda, entonces mostró una sonrisa.
Marcus la cogió por el brazo obligándola a mirarlo.
—Sabes que si te preocupa algo puedes contarmelo.
—¿Para qué? Me opuse a ello —dijo mientras señalaba a Edgar y a su dragón —.— y tu no sacaste la cara por mi. No necesito descargar mis problemas con nadie y menos contigo.
Dio media vuelta y se marchó hacia el bosque, donde se sentía a gusto y libre de preocupaciones.
—¿Ocurre algo? —preguntó Edgar.
—¿Es necesario pedir ayuda a los desterrados de Asgard?
El chico asintió. Marcus soltó un bufido.
—No te preocupes terminará por entenderlo.
☼
Sara, David, Rojan y Axel decidieron pasar por el castillo de Kalarra, donde guardaban bastantes recuerdos allí.
Pero al llegar allí no se podían creer lo que estaban viendo, el castillo estaba totalmente destrozado, aquél castillo que antes era imponente ahora era una desolada ruina.
—¿Que ha pasado aquí? —preguntó Sara con la voz rota.
—Valeska y los liches —dijo de pronto un hombre que pasaba por allí.
Los cuatro lo escuchaban con atención.
—Vinieron aquí hace una semana, destrozaron aldeas y las sombras despedazaban a todos los que encontraban a su paso. Luego se trasladaron aquí e hicieron de esto bueno... ya lo estáis viendo.
Sara volvió a mirar las ruinas, dirigió la mirada donde podría estar la habitación de Fiarra, su habitación.
—Hay rumores de que Valeska a hecho todo esto para mandarle un mensaje a la Dama de la Luz.
—¿Y cuál es ese mensanje? —preguntó Axel con la voz llena de rabia.
—No lo sé, supongo que el mensaje es que ella lo destruirá todo y a todos quienes se atrevan a intentar pararla.
—Sea cual sea el mensaje, puede darse como recibido —dijo Sara mientras los dejaba atrás.
David fue tras ella y se interpuso delante de ella para pararla, sabía lo que iba a hacer y no tenía intención de perderla.
—¿Dónde crees que vas?
—Aparta David, te lo digo en serio. Estoy muy enfadada y no quiero hacerte daño.
—Ven —este la arrastró hacia él para estrecharla entre sus brazos con fuerza.
—Quizás esto no ayude, pero por el momento es lo único que puedo hacer.
ESTÁS LEYENDO
AYSIRIAL, LA DAMA DE LA LUZ ©
FantasíaTRIGOLOGÍA AYSIRIAL. SEGUNDO LIBRO. Todo un año entero sin haber vuelto a Aysirial, sin saber absolutamente nada de aquel mundo fantástico, lleno de criaturas fascinantes. Sara intenta seguir con su vida. Pero su último año de estudio en el i...