Capítulo 1

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Fuera de rutina.

Después de aquel día, Zeldris y tu comenzaron a tener una relación un tanto peculiar, ya que siguieron tratándose, pero no como pareja, si no como amigos.

Habías comenzado a tener una gran influencia en él, pues lo habías convencido de que no podía jugar con los sentimientos de los demás, por lo que había establecido una regla: no se acostaría con la misma mujer mas de una vez o se estaría comprometiendo en una relación seria.
Por otro lado, Zeldris te lograba convencer de ser más social y amigable con las personas, además de salir más seguido de casa para pasar momentos divertidos.

Sin duda se habían convertido en los mejores amigos.

Seis años después.

El sol entraba por la ventana, dando directamente a los ojos de cierto moreno que ya asía en la cama dormido cómodamente.
Con pesar abrió los ojos, y se enderezó.

A un lado de él, en la cama, había una chica completamente dormida, y en el suelo, junto a la cama estaba el rastro de la noche anterior.

Con pesar, comenzó a levantarse de la cama, hasta que vio el reloj, eran las 8:30 de la mañana y había quedado contigo a las 9:00. Por lo que comenzó a vestirse con mayor rapidez, ya que no le gustaba quedar mal contigo.

A Zeldris le era bastante irónico ver que no le gustaba el compromiso, pero solamente contigo se comprometía a hacer alguno, por muy leve que sea.

Al terminar de vestirse tomo las llaves de su auto y salió del departamento de la chica. Subió a su auto y comenzó a conducir hacia el lugar que había acordado contigo.

Mientras tanto, tu ya estabas en el lugar acordado, y faltaban 10 minutos para las 9 en punto, y una sonrisa de ironía se apareció en tu rostro.

—¿con que saldrá por haber llegado tarde?— te preguntaste divertida.
—¡Terry!— gritó Zeldris a unos metros de ti. Esperaste a que llegará a tu lado para que pudiera hablar — aun no son las 9, por lo que llegue a tiempo.
— por suerte — respondiste divertida.

Lo abrazaste por el brazo y los dos se fueron a su restaurante favorito de comida china.

Al llegar, se sentaron en la misma mesa de siempre y comenzaron a ver los menús.
Sin duda la comida frita estaba siendo una gran tentación para ti, ya que era de tu comida favorita, pero estabas en una dieta muy estricta de nada frito, por lo que tenias pensado pedir otra cosa, pero aun así...

— yo ordenare arroz con pollo agridulce, con refresco de dieta y  la señorita pedirá vegetales al vapor con pedazos de pescado y una ensalada verde, con un té verde — pidió el moreno, tanto por él como por ti y cuando la camarera se fue hablaste.
—¡recordaste mi dieta!— dijiste en forma de reproche — gracias por cuidarme — agradeciste divertida.
— si la rompes te arrepentirás después y no quiero verte decaída — respondió con una sonrisa y encogiéndose de hombros.

Después del desayuno se dirigieron a la cafetería que tanto amabas y mientras esperaban ser atendidos intentaste adivinar lo que Zeldris ordenaría, que resulto ser una rebanada de pastel de chocolate, mientras que tu ordenarias una rebanada de pastel de queso.

Y para terminar el día se dirigieron a un bazar cerca del lugar, mientras que Zeldris no dejaba de presionar.

— Terry, te lo pido como un favor — suplicó.
— Zeldris, no voy a volver a ir a otra boda de tu padre como tu acompañante — respondiste negando con la cabeza, tomaste un bolso y miraste al vendedor —¿es piel de verdad?— le preguntaste.
— así es señorita — respondió alegre pensando que haría una venta.
— debería darle vergüenza — respondiste.

Zeldris sonrió por tu respuesta, le daba gracia ver como defendías los derechos de los animales ante ese tipo de cosas.

— esta sera la ultima vez que te lo pida — comentó el moreno, retomando el tema de la boda.
—¿no puedes llevar a una de tus amantes?— preguntaste cansada por su insistencia.
— esto es personal y no mezcló mi pasatiempo con lo personal — respondió.
—¿es otra de tus reglas?— preguntaste sarcástica.
— muy graciosa — comentó — sera la ultima vez que te lo pida, lo prometo.

Lo miraste resignada.

                         *****
Zeldris estaba en la entrada del edificio donde se firmaría el acta de matrimonio, esperando a su padre, quien llego a los pocos minutos en esmoquin.

Estaba hablando por teléfono y parecía ser de algo importante.

— ella quiere quedarse con el departamento y el auto — dijo un hombre, que al parecer era abogado.
—¿aun están decidiendo el acuerdo prenupcial?— preguntó Zeldris.
— escucha hijo, se que no te gusta que me case con alguien tan joven como ella, pero estoy seguro de que la séptima es la vencida — respondió su padre.
— lo que me desagrada es que te cases con una mujer que se acosto con tu hijo — murmuró.
— estoy seguro de que sera una buena madrastra — dijo el hombre ignorando lo ultimo dicho por el moreno.

La boda se llevo a cabo y no se pudo negar que había momentos incómodos entre la recién pareja y Zeldris, quien aun dudaba del matrimonio.

En la fiesta, las cosas se incomodaron más al ver como la nueva madrastra, en un estado de ebriedad, intento darle consuelo a Zeldris, pero solo resultaron ser insinuaciones e indirectas.
Pero te dio más risa al ver que se había aparecido una acosadora del moreno, quien para evadirla, te llevo a la pista de baile.

— deberías darle una oportunidad — comentaste mientras bailaban.
— prefiero no hacerlo, esta obsesionada conmigo — respondió mientras te usaba como escondite — incluso creo una pagina web en mi honor.
— pareces un niño miedoso — te burlaste.
—¡Zeldris!— dijo la chica a unos pasos de con ustedes — finalmente te encuentro.
— hola, melascula — respondió resignado, pero sin soltarte.
—¿quien es esta?— preguntó sorprendida.
— ella es mi linda novia, empezamos una relación hace poco — respondió el moreno abrazandote con fuerza.
— no creas que es bueno ser su novia, tiene muchos fetiches que intento sobrellevar — respondiste con una sonrisa, siguiéndole la corriente.
— creo que tengo que hacerle algunos cambios a mi sitio web — respondió desilusionada.

Siguieron bailando por unos momentos más y cuando te hizo girar quedaste más cerca de él.
Podías sentir tu corazón latiendo con rapidez por su cercanía y unas ganas de besarlo inundaron tu ser.
Se fueron acercando poco a poco, hasta que Zeldris se aparto bruscamente.

— ya se fue, eres buena actriz — dijo alegré, sin notar el ambiente que había roto — te traeré algo para tomar.

Zeldris se fue al puesto de bebidas y tu te quedaste en el centro de la pista sintiéndose como una idiota.

Una estúpida que se había enamorado de su mejor amigo, quien no le correspondía, ni se daba cuenta de los sentimientos que tenias.

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Hasta el próximo capítulo.

Sayonara.

Quiero robarme a la novia, (Zeldrisxlectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora