One-Shot ambientado en época actual en Japón.
. . . . .
Ésa tarde, ésa tarde ocurría todo.
Es lo que se decía con melancolía el chico albino, el cual se encontraba sentado sobre su cama.
No despegaba la vista de aquella foto entre sus manos, en que se encontraba una chica pelirroja sonriendo felíz, traía puesto un vestido blanco y de fondo había una pradera donde había un intenso sol, provocando que pareciera que la niña estuviera rodeada por un resplandor. Parecía un ángel.
Lo último hizo sonreír al chico cómo un bobo enamorado mientras suspiraba.
Sin embargo su sonrisa volvió a desvanecerse al recordarlo.
Por supuesto, se dijo, Emma se va.
Ésas palabras lo apuñalaban cuál cuchillo. Aún podía recordar el momento en que se lo dijo.
Ambos estaban volviendo a casa después de un largo día escolar. Entre ellos había un cómodo silencio, creía que nada podía arruinar ése tarde. Claro, éso pensaba unos minutos antes de que Emma dijera repentinamente:
— Norman, me voy a mudar a Tokio.
Él había parado estrepitosamente de caminar mientras miraba a su mejor amiga sin poder pestañear. A lo cuál, ella solamente le dio una triste sonrisa.
Pasó un mes y medio después de ésa revelación. Ahora, Emma se iría en una semana.
Al pensar en éso, sintió una gran presión en el pecho y se le hizo un nudo en la garganta, apretó los labios mientras sentía las lágrimas acumulandose en sus ojos.
Ya no la vería, nunca más podría verla.
Sus manos empezaron a temblar mientras las lágrimas le resbalaban. Presionó la foto contra su pecho mientras se dejaba caer sobre la almohada sin dejar de llorar.
Últimamente lloraba mucho y no le importaba, lloraba de tristeza, rabia e impotencia, no puede hacer nada, no puede detenerla y éso es lo que principalmente le duele, no hacer más que ver cómo su mejor amiga, su primer amor y su único sueño se iba sin más, a seguir otro camino muy lejos de él.
Cerró lentamente los ojos y al hacerlo, sus recuerdos lo llevaron a un día caluroso, cuándo tenía solamente cuatro años, en ése tiempo no tenía ningún amigo y era golpeado por sus vecinos, por ser un superdotado, un cerebrito.
Eran tiempos oscuros y deprimentes para él, sentía que nadie lo entendía y sentía miedo constantemente al momento de salir a la calle.
Solamente tenía un sueño, un simple sueño, tener un amigo, quien fuera, no le importaba, sólo quería sentir que era especial para alguien que no fuera su familia.
Y lo consiguió. En un momento preciso.
Estaba siendo golpeado como de costumbre en un parque cerca de su casa, fue cuándo, inesperadamente una pequeña pelinaranja salió corriendo de la nada empujando a los tres niños, poniéndose en medio de los bravucones y el pequeño albino.
Comenzó una pequeña pelea entre los cuatro mientras que Norman solamente se quedó mirando en shock la situación.
Y justo cuando la niña parecía estar apunto de perder, llegó un segundo niño junto con las madres de lo abusivos. Estás les empezaron a gritar que no podían pegarle a los demás niños y que se disculparan, a lo cuál éstos con una reverencia ofrecieron sus disculpas a ambos niños.
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The Promesed Neverland One-Shots
RomanceBueno, cómo dice el título, se va a tratar de una serie de One-Shots (O-S), uno sin relación con el otro de los tres queridos protagonistas de The Promised Neverland. Principalmente quiero decir que soy multishipper respecto a éstos tres personajes...