Una vida no tan mala

6. La carta

Pasaron 10 minutos de regreso a casa, estando en el portal, Sara se percata de un pequeño sobre entre el suelo y filo de la puerta.

- ¿Qué es esto? - recoge la carta mirándola fijamente - parece un mensaje enviado desde muy lejos -

Lyan se quedo callado, pero observando fijamente la carta. Sara miro las etiquetas de la parte posterior, "España: Nicolás Bru", con eso basto para apretarla entre sus manos.

- Mami, ¿por qué lo hiciste? - con una expresión triste y confusa al mismo tiempo - ¿tiene algo de malo esa carta? -

Sara lo agarro de la mano, abrió la puerta dando pasa a la parte inferior de su casa tirando de un lado la carta arrugada.

- No es nada cielo, son cuentas pendientes de mamá - mientras caminaba a la cocina temblorosa por un vaso de agua.

- No te preocupes por las deudas mami, yo te ayudare cuando tenga la oportunidad de trabajar - dando un abrazo fuerte y su cabeza muy apegada de leve sonrisa.

Comenzaba a rodar lagrimas de mejilla a boca, de boca a la barbilla, y por ultimo al suelo, lloraba al ver las buenas intenciones de Lyan, tan perfectamente como ella lo deseaba.

- Gracias mi príncipe - se acuclillo a la altura de Lyan y lo abrazo fuerte con la cara aun empapada - te quiero mucho mi niño -

- No tienes nada de que agradecerme mami- con sus pequeñas manos le secaba las lagrimas hasta sonreír.

13 de mayo del 2007, después de aquel encuentro emocional de madre a hijo, la llegada de otra carta en la puerta se presento, esta vez Sara decidió leerla mientras Lyan dormía.

"Hola, Sara. Sé que no es una buena idea lo que hago, esto causa un poco de dolor y malos recuerdos, te escribí esta carta desde España, donde resido desde 5 años. Quería preguntarte como esta mi hijo, Lyan, espero que no haya notado lo que cause.

Att: Nicolás"

El silencio ayudaba a la situación, 23:47 PM, Sara sentía un escalofrió y nerviosismo, una leve confusión.

Al día siguiente, fue a dejar a Lyan a la escuela, Sara no trabajo por ese día, iba a buscar la manera de comunicarse con Nicolás.

- ¿Cómo es que está en España? - la duda que llenaba la cabeza de Sara.

Se dirigía a casa de los abuelos o como se le dice "Suegros". Quedaba a una hora de la escuela donde se encontraba Lyan.