"REGRESO"

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"Eres el lugar al que siempre quiero volver" 


La lluvia no paraba de caer, las calles con grandes charcos y cubiertas por la gran niebla que cubría la ciudad, ese día parecía que la ciudad de Konoha había decidido permanecer callada, o quizás solo era la imaginación de muchos quienes estaban con el corazón destrozado sobre todo de una pelirroja que miraba el ataúd en donde el cuerpo de su esposo permanecería eternamente, golpeándose mentalmente queriendo despertar como si de una gran pesadilla se tratase, quiera despertar en su acogedora habitación, en su gran y cómoda cama girarse a la derecha y encontrarlo ahí a su guapo y perfecto esposo rubio y despertarlo con muchos besos como estaban acostumbrados, pero no, él ya no despertaría de su largo sueño en esa caja, lo cual no le permitía salir del shock en la que Kushina está sumergida , ella no escuchaba nada, no miraba nada solo una gran caja en medio de la funeraria, hasta que un terremoto la obligó a dejar de ver su durmiente esposo y dirigir su mirada hacia una azabache que derramaba grandes gotas de lágrimas por su rostro.

-Kushina...Kushina por favor reacciona- Mikoto Uchicha su mejor amiga no pudo evitar sacudir a su amiga para despertarle del trance en el que estaba.-Kushina...lo siento tanto.- la azabache le dio un fuerte abrazo como si en el quisiera que reflejara todo el consuelo que podía ofrecerle a su amiga que cavaba de perder a su esposo.

-Kushina-san estamos con usted por favor sea fuerte- se escuchó una u dulce voz que venía alado de su amiga por lo cual Kushina solo pudo dirigir su mirada a esa persona – Kushina-san por favor reaccione- el suplicaba la misma dulce chica de cabello corto y marrón, intentando hacer que la esposa del que en vida fue su maestro volviera a hablar o al menos llorar, porque desde la noticia del accidente la pelirroja no había vuelto a llorar solo se quedó quieta en un lugar como si fuera una muñeca, y Rin Nohara no para de preocuparse por su ella.

-Tranquila Rin, Kushina-san solo necesita tiempo- aquel chico con una sonrisa triste puso su mano en el hombro de la dulce chica.

-pero Obito, Kushina-san parece como si no tuviera alma.

-tome esto Kushina-san- un peli plateado apareció ofreciéndole un vaso de agua a aquella hermosa muñeca pelirroja que no hacía más que observar los hechos como si no hubiera sonido.

- Kakashi que podemos hacer, no quiero ver a Kushina-san así, no podría perderla a ella después de perder a Minato-sensei – Rin no pudo evitar llorar el ver a así a la pelirroja después de conocer lo alegre que era ahora no había ni rastros de aquella alegría todos temían lo peor.

-no pasara eso Rin nosotros estaremos aquí para ella, vamos a ayudarla a superar esto, Minato sensei era como un padre para nosotros así que ahora nos toca proteger lo que él más quería en el mundo - dijo peli plateado mirando a sus dos amigos de la infancia los cuales movieron su cabeza en afirmación con lágrimas en los ojos .

-Kushina puedes contar conmigo también, Fukaku y yo te ayudaremos en lo que necesites, estaremos contigo así que por favor amiga háblame- el rogaba su mejor amiga Mikoto pero parecía que todo era inútil, la conciencia de Kushina aún estaba perdida en algún lugar oscuro de su mente, hasta que un sonido la saco de ahí o más bien un llanto, el cálido llanto de su hijo quien la llamaba con desesperación.

-Na..naruto- fueron las primeras palabras que Kushina dijo para después proseguir a ponerse de pie y dirigirse a paso lentos a su pequeño hijo quien solo estaba de metros de distancia pero parecía dos kilómetros en la mente de Kushina, al llegar a su hijo lo tomo en brazos y el niño se calló como si supiera que eso debía a ser para sacar a su madre de esa oscuridad- Naruto- volvió a repetir Kushina para después caer al suelo de rodillas con su hijo en brazos y llorar, llorar mirando a su retoño, y gritándose internamente pues si bien ya no tenía al hombre que ella amaba aun lo tenía a él a partir de ahora Naruto sería su razón de vida, la fuente de su alegría, el aire que necesitaba a vivir y mantenerse en este mundo.

Aunque tú no me veasWhere stories live. Discover now