Prólogo

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La rutina es algo que pocos pueden evitar en sus vidas y Karol no era una de ellas. Vivia con sus padres y hermanos, trabajaba de dia, iba a la universidad por las noches. Tenia todo planeado, obtener su titulo de Psicologa, viajar unos años, enamorarse, casarse, tener hijos y vivir una vida tranquila y sin problemas. Tenia mas amigas que amigos y odiaba salir a discotecas, asi que se resguardaba en sus libros las noches en las que sus amigas salian a bailar. La vida era linda con ella, tenia todo lo que queria, no se metia en problemas y respetaba a sus padres. Pero la vida da vueltas y siempre nos coloca frente a personas que destartala nuestros sueños y metas, nos coloca frente a extraños que de un dia a otro se convierten en lo mas importante del mundo, frente a personas que nos arruinan la vida. Karol se cruzo con alguien de la ultima categoria.

*Tres meses antes*

Una noche estrellada Karol volvia a casa, esperaba su metrovia, distraida jugaba con su celular, cuando un chico con pantalones ajustados, zapatos grandes y cabello lleno de unos despeinados rulos se le acerco por detras.

- Hola- susurraró.Karol levantó la vista del celular y se quedó paralizada al ver al chico, quien tenia la camisa a medio abotonar. -¿Sabes si esta metrovia me deja aqui? - y le mostró un mapa. Ella movió afirmativamente la cabeza sin dejar de mirar los ojos verdes de aquel extraño hombre. -Harry- se presento.

- Ka...rol - tartamudeo ella.

- Que lindo nombre - susurró Harry. Karol iba a preguntar de donde era pero el metro llego de pronto. Ella subio deprisa y se sentó en el primer lugar que vio.

Harry la siguio y se dejo caer a su lado.

- ¿De donde eres? - pregunto él

- De aqui, soy guayaca - sonrio timida.

- Yo soy Londinense - ambos rieron.

- Debe ser increible vivir alla -

- Amaria vivir aca -

- ¿ En serio ? - pregunto asombrada.

- Culturas diferentes, mundos diferentes, mundos totalmente distintos, me atrae conocer cosas nuevas -

- Tienes muchas cosas para conocer aqui -

- En este momento tengo mucha intriga por conocerte - Karol olvidó como se respiraba por unos segundos.

-No soy muy interesante- dijo entre dientes.

-Eres totalmente distintas a las de mi país-

-De eso no hay dudas-

-Creo que esta es mi parada- dijo depronto poniendose serio.-Realmente un gusto, nos vemos pronto- y bajó practicamente corriendo del metro.

Karol se quedó confundida y completamente deorientada. Estaba eclipsada por los ojos del muchacho y no podía dejar de pensar lo hermoso que era, lejos estaba de imaginar todo lo que sucedería despues por causa de ese casual y sopresivo encuentro.  

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