Capítulo 3

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- Bueno mis padres van a preguntar cosas, demasiadas seguramente así que tu limítate a sonreir que yo contesto todo, ¿Si? - Hacia más de media hora que le venia repitiendo eso, Karol tenia miedo que se contradijeran al responder preguntas

– Ma, pa, él es Harry – Los padres de Karol se quedaron perplejos ante aquel extraño de pelo alborotado.

–Encantado de conocerte- dijo el señor Macias y le extendió la mano.

– Se queda a comer y a dormir, tuvo un inconveniente con su departamento– dijo Karol lo mas rápido que pudo y sin trabarse.

– ¿A dormir? - repitió Jenny, su madre, perpleja levantando una ceja.

- Señora Macias, disculpe las molestias, pero tuve un incoveniente con la pension en la que me quedaba y su hija muy amablemente se ofreció a darme posada esta noche, no quiero ser molestia de todas formas, si les parece imprudente que acepte su oferta me ire enseguida- Karol lo miró sorprendida y enojada. Le había ordenado que mantuviera la boca cerrada.

-Oh- dijo Jenny sorprendida ante la caballerosidad del muchacho.

-No tengas cuidado, la casa es amplia y si eres un amigo de mi hija eres bienvenido en nuestro hogar, ¿De dónde se conocen?- pronunció el padre. Karol iba hablar pero Harry tomo la delantera.

-Compañeros de facultad-

-¿Otro psicologo más?-

-Oh no, leyes, pero el bar nos junta a todos, eso es lo bueno ¿No?, siempre te cruzas con buena gente-

Karol estaba roja como un tomate sin saber qué hacer, se sentía perdida ante esa situación embarazosa, Harry tratando de explicar quién era mentía muy bien, se le daba perfectamente eso. ‘¡Qué sepa mentir no es buena señal!’- gritaron en su interior desconcentrándola aun más, ya se había perdido parte de la conversación vagando en sus pensamientos.

-Bueno volvemos a ser cinco entonces- dice Jenny.

-¿Cómo?- carraspeó Karol de pronto.

 -Cariño tu hermano, René, se quedó en lo de un amigo-

-¿Cómo la rana?- susurra Harry en su oído. Karol le da un golpe en el estómago con el codo aunque no evita reirse.

-Karol ayuda a tu madre con la cena, tu, Harry, puedes quedarte aqui charlando conmigo- Karol asustada le da una mirada de advertencia a su extraño amigo y acompaña a su madre a la cocina.

-Dormirás aquí, no toques nada, no rompas nada, no desordenes nada porque sino mi hermano se enojará-

-Entendido- responde Harry, con una mueca militar.

-Puedes ponerte esa remera que mamá dejo para ti-

-Gracias- susurra. Karol se da vuelta recogiendo algunas de las cosas que su hermano había dejado tiradas para darle mas espacio al nuevo inquilino, cuando voltea se le corta la respiración.

-Es malo espiar a los demas señorita- Harry se habia quitado el buzo y su remera, estaba con el torzo desnudo y dejaba al descubierto todos sus tatuajes.

-¿Por qué tantos tatuajes?- pregunta sin poder volver a pegar los labios.

-Me gusta la sensación de la aguja en mi piel- Karol lo mira incredula pero no puede dejar de mirar la mariposa en el centro de su pecho y las golondrinas cerca de su cuello.

-¿Quieres volar?-

-¿Qué?-

Karol toma valor y se aproxima.

 -Esto- y desliza un dedo sobre una de las alas de la mariposa. Siente como el pecho de Harry sube y baja rapidamente y se queda quieta al instante.

-Sigue- ordena suavemente. Karol despacio traza el contorno del animal. Una vez. Dos veces.  Tres veces, esta marvillada. Harry toma su muñeca suavemente deteniendo el placentero movimiento.

-Nunca dejé hacer eso a nadie-

-No contestaste a mi pregunta- evade su afirmación y vuelve arremeter con su pregunta. Él medita un segundo.

-Sí, quiero volar y ser libre, no quiero atarme a nadie ni a nada, necesito estar solo-

-No te creo-

 -¿No?-

-No hubieras venido a buscarme- dice sin pensar

Se quedaron quietos y las palabras de ellas quedaron resonando por la habitación. Harry sostenía la mano de Karol entre las suyas y ella no podía sacar sus ojos de los de él. Se miraron como nunca antes. Estudiando el alma de cada uno. Ella sentía el latido del corazón de él muy cerca de su mano y se moría de ganas de poder volver a tocarle el pecho. Él sentía como un demonio se desataba en su interior, en las pocas veces que había estado con esa chica nunca había podido admirar lo cálidos que eran sus ojos. Vio  en ese marrón intenso que no era una presa facil, y se encontró pensando que no quería que fuese facil. 'Demonios Harry'- pensó sacudiendo la cabeza a ambos lados y terminando con aquel momento único para Karol.

-¿Qué sucede?-

-¿Por qué piensas que te vine a buscar?, solo necesitaba hogar por esta noche- necesitaba herirla y que ella lo odie, no podía permitirse sentir algo por ella, mañana a primera hora se iría  nunca más la vería.

-Eres muy poco agradecido- chilló ofendida y se soltó del agarre de él.

-¿Karol estás aquí?- Jenny habló del otro lado de la puerta. Los dos palidecieron al instante. Harry desnudo no iba a ser una buena imagen. Karol reaccionó a tiempo: lo empujó, obligándolo a tumbarse detrás de la cama.

 -Aquí estas, cariño ¿Por qué no contestabas?-

-No te escuche- mintió. ‘Ni 24 horas junto a él y ya le mientes a tu madre’ Su voz interior había estado bastante alterada ese día.

-¿Dónde está?-

-En el baño- se apresuró a decir. ‘Aquí vas de nuevo, dos mentiras’

-Me extraña que nunca me hayas hablando de él, parece un buen chico, educado y muy amable-

 -Nunca hubo nada que contarte mamá- susurró. ’Sería buen momento para que le cuentes la todo’

-Cuéntame la verdad hija-

-¿Verdad? - escupió alterada ignorando sus pensamientos.

-¿Están juntos? O ¿te gusta?-

 -¿Qué? No- ‘Tercer mentira, eres la gran mentirosa de la historia’

Harry divertido desde el suelo le apretó el tobillo y recibió una patada en la cabeza como recompensa, Karol estaba completamente alterada y no controlaba sus reacciones impulsivas.

-No mamá no estamos juntos, solo amigos, ve a dormir, le indicaré que no toqué nada y me voy a la cama- Su madre dijo algo por lo bajo pero abandonó la habitación.

-Tu madre quiere que sea su yerno-

-Cállate, casi me metes en un problema-

-¿No te permiten estar en una habitación sola con un muchacho casi desnudo?-

 -Cierra el pico o dormiras en la calle- lo ayudó a ponerse de pie -Me voy a dormir, descansa- chilló Karol y corrió fuera de esa habitación aunque en su interior ardía por volver a tocar sus tatuajes. 

Take my Hand ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora