𝐅𝐑𝐀𝐓𝐄𝐑𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃 ±KooKMin±

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— Jisoo ese brasier no es para esta ocasión. Mejor pruébate el blanco.

La delgada chica asintió recibiéndolo, y sin importarle que a su lado hubiese un hombre mirándola, se lo desabrochó y quitó, dejando expuestos sus voluminosos senos.

Pero el intruso que la ayudaba está noche a elegir que prenda usar no se trataba de cualquier chico. Sino más bien se trataba de Park Jimin, el líder de la fraternidad.

Un chico gay de tan sólo veinte años que también convivía en la gran casa de paredes multicolores.

Él, particularmente era el encargado de pagar y llevar al día las cuentas de su hogar, poner orden si sucedía alguna pelea interna entre miembros, e implementar reglas y normas si era necesario para mantener el bienestar de su familia.

Jimin era el creador de la segunda fraternidad más grande de toda Seúl a nivel universitario. Acompañado en el duro trascurso de formación y elección por su inseparable mano derecha y mejor amigo Kim Taehyung.

La Fraternidad Camalú.

Sin duda alguna, singular a las demás.

Sus miembros no cargaban sobre sus cuerpos con chaquetas o insignias para lograr identificarse ante la sociedad universitaria.

Los integrantes Camalús tenían el reconocimiento dibujado y tatuado sobre la piel de su cuello. En forma de ala blanca con tres plumas de mayor a menor tamaño.

Una cicatriz de tinta que los definiría por el resto de sus vidas.

Reconocidos por ser los alumnos más caliente, comprensibles e inteligentes de todo el establecimiento. Ellos provenían de una familia que sabía afrontar y solucionar los problemas a través de sus ingenuidades e intelecto, sin la necesidad de recurrir a grados mayores como la violencia.

Pero tampoco eran de subestimar, ellos también podían cargar con facetas crueles.

"Somos una familia, debes respetar y querer a cada hermano sin importar sus diferencias. Llevas sobre tu piel tres plumas, que te identifican como Valiente, Fiel y Honesto, tu obligación hacerlas valer.

Eres un Camalú, formas parte de nosotros como nosotros de tí. Eres libres de expresarte y de amar, aquí no hay barreras ni nada y nadie que te prohíba no hacer lo que deseas.

Pero sí, sólo hay una regla que debes cumplir al pie de la letra. Y es la más primordial de todas.

Ya los conoces, sabes cómo se manejan y como son, entonces no permitas que un JEKA te toque o intente sobrepasarse contigo.

Si lo permites y confías... estas muerto"

Aquellas palabras eran el Lema de Park cuando un nuevo integrante capacitado se integraba a ellos.

Los alas blancas estaban habilitados a ser de la forma que ellos deseaban ser, sin recibir discriminación ni repudio entre hermanos, respaldados y respetados ante la sociedad. Muchas veces nombrados por personas ajenas cómo los integrantes de la mejor familia, de la que todos alguna vez deseaban poder llegar a formar parte.

Hasta ahora la familia estaba conformada por trece persona. Sólo once universitarios de diversas carreras habían sido los afortunados de poder ingresar.

                         ... 🚬 ...

—Joder, definitivamente es ese. Mira como se te ven, redonditos y grandotes. Pero...creo que debería acomodártelos un poco más así..— jimin con la mayor confianza tocó los pechos de su amiga ubicando los pezones por detrás de las dos rosas rojas que adornaban el brasier.