Pasado.—¿Quién…quién es esa que te causa tantas tristezas? Has visto tu rostro, pareces un hombre despechado.
Un balaceo placentero provocaba que amabas entrepiernas se rozaran entre sí, miembro erecto con miembro erecto.
Eran espasmos placenteros los que cegaban la visión del jeka haciendo que abriese inconscientemente su boca y mirase con fervor a quién lo complacía tan bien desde arriba.
Y es que a decir verdad...
Para él mayor, era poco creíble que ese chico que irradiaba tanta inocencia reposara las manos en su marcado abdomen de piel bronceada, con el único propósito de alejar su cuerpo menudo para después caer en seco sobre el suyo más trabajado dando pequeños saltitos.
“¿De dónde saliste? ¿Quién te enseñó a ser tan impuro en el sexo?”
Se preguntaba en ese entonces el jugador de fútbol americano mientras mira a los ojos a quién lo cabalgaba.
Mientras los sexos desnudos se apretaban y rozaban, sus ojos y miradas conectaron. Fue una conexión invisible, pero profunda y recargada de placer, que delataba el deseo que ambos se tenían. Y que además, también demostraba como el más chico entre los dos gozaba aún más de lo indebido.
—Eres consciente de que no podemos hacer esto y de que está mal— el Jeka acarica con la palma de su mano el muslo de su amante.
—Nadie lo sabrá. So-solo nosotros dos. Por favor deja de frustrante y tócame, lo necesito.
Entonces esa noche traicionó a su familia.
El Jeka fue el peor de todo los miembros al elevarse del colchón y rodear con sus musculosos brazos la cintura del contrario para acercarlo y apegarlo más a él.
Antes de besarse los brazos más delgados rodean su cuello y unas manos más pequeñas a las suyas se entromen hundiéndose en su cabellera oscura.
Y como si fuesen estrellas, hicieron eso que tanto se veía en el porno. Se besaron tan necesitadamente que parecían devorarse.
En ese entonces el ya sublider fue quién tomó el control y prosiguió con el sexo al mover las caderas de su chico impuro, queriendo más, mucho más. El roce era solo una cuarta parte de lo que él y su cuerpo realmente querían llegar a sentir esa noche.
—Chupa—ordena el jugador alejándose de los labios de su amante.
Entonces el sumiso obedece a su dominante al meterse el dedo índice y medio a su boca. El gemíe complacido mirándolo, regalándole muecas pronunciadas como si con ellas tratase de expresarle y decirle al contrario lo mucho que disfrutaba que lo mirase sólo y únicamente a él.
Esa era su verdad naturaleza.
Si fuese otro hombre, quizás el menor en su vida sería capaz de demostrar toda esa excitación con la que podía llegar a cargar en una noche. Pero ahora mismo, como veía que se trataba de hacer el amor con su platónico Jeka entonces el enamorado perdía el control totalmente.
Y es que quería tanto a ese universitario, que por él sería capaz de hacer cualquier cosa.
—¿ Está bien? ¿O quieres más?—el menor sonrojado deja de lamerlos.
Pero nunca recibió una respuesta de palabras. Sino más bien recibe todo lo contrario, una respuesta reflejando el “está bien” en un demandante beso casi asfixiante.
El jeka sin perder más tiempo lleva sus dedos salivados entre medio de las nalgas de su amante. Y antes de llegar a su entrada logra sentir de camino lo resbaladizo y aceitoso que se encontraba aquella zona placentera. Entonces sorprendido se aparta del cuello ajeno,mira su chico y sin ni siquiera llegar a preguntarle, el contrario desembucha la….
—Sorpresa. Yo hice todo, solo debes meterla— susurra exitado —por favor métela, te necesito ahora más que nunca.
—¿Quién te crees que eres para pedirme eso?—el mayor juega con la necesidad de su amante mientras comienza a bombear su pene ya goteante.
—Bien…si no quieres hacerlo por ti cuenta. Entonces lo haré por la mía.
Y así fue.
En un rápido movimiento toma el miembro duro y erecto de su Jeka y lo alineó metiendo la cabeza en el orificio trabajado con lubricante.
—¡Oh…Jo-Joder!
—Voy a follarte tan mal.
El mayor desliza y clavan sin una pizca de delicadeza sus dedos en la espalda y piel suave del más débil entre los dos.
—¡AHHH!..Sí..—gime placentero viendo sus caderas, subir y bajar con mayor intensidad. —Be-besame.
Pide el más enamorado de los dos.
Y se besaron lento y pasional como lo hacían los novios en pleno acto sexual. Entre gemidos, estocadas certeras y marcas rojas, olvidan toda las reglas habidas y por haber.
Aquella noche solo eran dos personas sin sus distintivos y sin la palabra indebido torturando sus mentes.
Sea amor.
Sea deseo carnal.
Ellos cometieron el delito igual.
—¡Ahhh! ¡quie- ¡Mmm! ¡Ju-justo ahí…—grita Taehyung satisfecho boca abajo reposando su pecho transpirando sobre las sábana negras.
—Te quiero para mí—lo desea Jung hundiéndose cada vez más dentro de su chico impuro.
—Vo-voy a correrme. ¡Sí…sí…Oh...dios!—su culo pronunciado por segundos se aleja y por segundo se apega a la piel bronceada de la zona
baja del abdomen y piernas de su jugador—Mmm..yo…—Tú—lo interrumpe Hoseok sintiendo las paredes de su amante contraerse y apretar aún más su miembro estando a estocadas de liberar su semen— Tú…me perteneces.
Después de aquella declaración sucedió lo que tanto el estudiante Kim Taehyung venía buscando aquella noche. Se corrió a cantidad manchando las sábana oscuras de la cama y su propio abdomen, sintiéndose cansado y el vez el universitario más afortunado de todo Yátol.
Esa noche había sido más que significante, para el aún, todavía no Camalú.
Quien lo diría, que a medida que el tiempo transcurriese las cosas empeorarían cada vez más entre ellos dos.
“La verdad, quién lo diría”
.🚬.
Presente.
Llamada desconocida.
—¡Escúchame una sola cosa! No me interesa si depuras. Solo te doy un puto mes para que organices y llevas a cabo todo el maldito plan. Y espero que lo hagas bien, porque si fallas estás muerto idiota.
"No me odies”
Tano especial.
Es mi el primer lemon completo que escribo :')
*Depurar: Hace referencia a purgar.
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𝐅𝐑𝐀𝐓𝐄𝐑𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃 ±KooKMin±
Hayran Kurgu"Ya los conoces. Sabes cómo se manejan y como son, entonces no permitas que un JEKA te toque" ‹Dos fraternidades rivales y enemigas a morir. Pero a la vez, unidas por un mismo establecimiento. La Universidad de Yátol› [Una historia repleta de exceso...