ADN # 1

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Siempre tengo presente esa frase que me hizo entender la gran verdad, "Las cosas no son como las cuentan".

Todos los domingos una historia diferente, no podíamos comer un plato de fideos, como acostumbrabamos, porque las peleas de mis abuelos Carlos y Raquel eran muy típicas. Uno ya no sabía que hacer con ellos, si matarlos o irnos sin volver.

Yo con éste razonamiento inútil de adolescente no entendía nada de la situación, mi abuela lloraba y el otro gritaba sin parar.

Así eran todos los Domingos. Mi papá Ezequiel siempre se metía en estos líos, como una media de nailon, y terminaban discutiendo todos; salvo yo. Le decíamos media de nailon porque se enganchaba en todo. Era muy gracioso porque nosotros con mi madre hablabamos de algo y el se metía como si le fuera a importar; me da gracia que haga eso. Es medio tonto, pero bueno, al fin y al cabo es mi padre.

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