Prólogo

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Y es entonces, sólo en ese momento logre asimilar mi realidad. Todo este tiempo sólo estuve evitando pensar como había cambiado mi vida en un abrir y cerrar de ojos, había estado obligando a mi mente a hacer un lado el remolino de pensamientos que sabía que una vez que los dejara abrirse paso, se quedarían presentes formando parte de mi y no estaba segura hasta cuando lograría hacerlos desaparecer.

Yo sabía que no habría momento indicado para permitir que todos ellos salieran a la luz, pero ya no podía más, llevaba tiempo intentando esconderlos en el rincón más lejano y solitario de mi mente, pero ya eran demasiados como para seguir ignorándolos sentía como ellos tomarían la iniciativa de hacerse notar de cualquier manera, si no los dejaba salir. Entonces sin más preámbulo aparecieron como una tormenta en medio del desierto.

Mi vida había cambiado radicalmente, ya nada sería igual . Todo lo que estaba pasando no era simplemente una pesadilla de la cual podría despertar y saber que todo estaría bien, que sólo era un sueño y nada había cambiado. No, este no era el caso, todo lo que había estado pasando últimamente era real, tan estúpidamente real . No me sentía preparada para todo lo que estaba ocurriendo a mi alrededor, me sentía tan sola y tan fuera de mi que no tenía la energía para lidiar con ello, estaba tan pérdida en mi realidad que simplemente la veía pasar , no me sentía parte de ella, me sentía como un espectador de mi propia vida, sin poder tomar el control de ella, perdiéndome en el mar de emociones y sensaciones que no dejaban de llegar y no sabía hasta cuando dejarían de hacerlo . Me sentía tan sola, triste, frustrada y enojada. ¿Cómo era posible que toda cambiara tan rápido y radicalmente? ¿Cómo es que mi felicidad ahora era tan sólo un fugaz recuerdo? ¿Porque la vida se empeñaba en jugar conmigo tan cruelmente? ¿Cómo es que se habían llevado tan fácilmente una parte de mi?¿Cómo había llegado a pasar tanto en mi vida? Tenía más preguntas que no dejaban de acumularse, esperando tener respuestas, pero no había repuesta para ninguna de ellas . Mientras más dejaba que mis pensamientos se adueñarán de mi, sentía como iba cayendo en un abismo del cual no me creía capaz de salir, me embargaba una terrible oscuridad que rasgaba mi alma. Por eso había estado posponiendo este momento, estaba consciente de la tristeza en la que me dejaría sumisa. Haciendo presencia mediante un continuo e incesante torrente de lágrimas . Dejando a flote una sola pregunta : ¿Tendría la fuerza suficiente para salir adelante, sin perderme en el camino?

Pensamientos corrosivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora