Capitulo 2: Bienvenidas

107 3 2
                                    

En la profundidad de mi sueño, fui consciente que intentaban despertarme con una leve sacudida.

- Vamos Ros, despierta- me pidió una dulce voz, antes de volverme a sacudir un poco

Joder no quería despertar, hacia tanto tiempo que no dormía tan bien, por lo que sólo solté un gruñido y gire sobre el asiento.

- Anda Ros, ya llegamos y la abuela nos está esperando, no tardará mucho en desesperarse - insistió aquella voz

Sabia que tenía razón, por lo que abrí los ojos, me estire a todo lo largo que daba mi cuerpo y le sonreí a Mis.

- Vamos pequeñuela, tu abuela nos espera

- Hey, también es tu abuela - me miro intentando parecer seria

-¡Mentira!, porque soy adoptada- alcé mi quijada y le saque la lengua provocando que ella soltará una carcajada.

- Bueno señorita adoptada - me dijo burlonamente, haciendo comillas con sus manos - Mueva su trasero, que nos están esperando.

Y no logre contener mi risa, mi hermana siempre tan propia al hablar, así era ella. Aún con la sonrisa en mi rostro tome mi bolso guardando mi iPod en el y me puse de pie, para poder caminar hacia la salida.

- ¡Mierda! - susurre por lo bajo

Sólo de poner un pie fuera del avión, sentí como se helaban mis huesos. Si que hacia frío por aquí, ya lo había olvidado y yo tanto que amaba el frío, aclaro que es puro sarcasmo, yo detesto el frío soy más de clima caliente.Tome mi chaqueta, mi blanca bufanda que hacían juego con el resto de mi conjunto y me las coloque. Observe hacer lo mismo a Celeste.

Caminamos en dirección hacia una camioneta que teníamos enfrente, donde un hombre de edad media terminaba de subir nuestras maletas e Isabella nos esperaba con la vista fija en su celular.

Dentro del automóvil Mia sacó su celular y empezó a responder a todos los whats que tenía, literalmente su celular explotaría, estaba llenísimo, mi hermana había dejado muchas amistades en México, es una chica bastante sociable, quiero decir que se le da bien hacer amigos. En ese momento recordé que yo había apagado el mío así que lo busque dentro de mi bolso, una tarea bastante difícil, porque entré tantas cosas que había ahí adentro mi celular decidió que era divertido esconderse de mi, no lograba encontrarlo y me acorde de una vez que mi amigo Carlos, Carlitos de cariño intentó buscarlo.

"-Ros, préstame tu celular voy a revisar que película hay en el cine - me dijo al terminar su último bocado de helado

- Claro, esta en mi bolso - señale el pequeño perchero que estaba al lado de nuestra mesa

El asintió con la cabeza, tomó mi bolso y empezó a buscarlo. Lo observaba entretenida, me causaba gracia las caras que hacia, al parecer no lograba encontrarlo.

- ¡Jesús!, ¿Ros que tanto traes en tu bolsa? - me preguntó con el seño fruncido

- Lo necesario - me encogí de hombros restandole importancia

-¿Necesitas toda tu casa?, porque estoy seguro que eso es lo que traes aquí - me dijo divertido

- Eres un sonso y exagerado - me reí

- La exagerada es otra, aunque podrías ayudar a pasar de contrabando algunos dulces al cine - me observo subiendo y bajando sus cejas"

Y como era de esperarse, al final de cuentas termine aceptando guardar todos los dulces que el quiso en mi bolso, era mi mejor amigo y jamás pude negarle nada. Era un amor

Pensamientos corrosivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora